/ martes 31 de mayo de 2022

Ley de Salud Mental y Adicciones… ¿Son suficientes los cambios?

Margarita Dottor Alemán

Semanas atrás se publicó el Diario Oficial de la Federación, decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley General de Salud, en materia de Salud Mental y Adicciones.

Estos cambios que se han realizado traen una historia de lucha detrás, atiende la lucha de diversos Colectivos de personas con discapacidad psicosocial. Esta reforma presenta puntos que parece vislumbrar un modelo de atención sin violencia, en el respeto a los Derechos Humanos, sin embargo, aún hay algunos puntos que requieren atención.

Atender la Salud mental es una necesidad urgente en nuestro Estado, no olvidemos que hay Tratados internacionales en materia de Derechos Humanos y sobre Discapacidad que pueden ser un marco jurídico de referencia que sustente la atención y prevención de las acciones a favor de la Salud Mental y Adicciones. Atender este tema por su naturaleza implica que todo el aparato se mueva, desde nivel Federal hasta el Municipal, situación que posiblemente no sea conveniente para los planes de desarrollo de cada Gobierno, pues es mejor mantener en la ignorancia y precariedad al Sistema de Salud que aplicar de manera eficaz, eficiente y con el apoyo científico los recursos que se tienen para este tema.

Los cambios a la Ley de Salud Mental y Adicciones favorecen, aún presenta puntos que deberían de analizarse y en su momento la Autoridad Federal responder el ¿cómo? de los cambios.

Dentro de los cambios, es de destacar la participación de los observadores externos en Derechos Humanos, con la intención de que se promuevan, protejan y garanticen los mismos en cualquier establecimiento, sin embargo, ¿Solo se presentarán cuando exista una queja?, ¿hasta dónde representan una Autoridad con facultades para ejercer acción penal?, ¿a quienes se refiere con los Observadores Externos, sólo la Comisión Nacional de Derechos Humanos y sus Delegaciones? Por otro lado, habla del Derecho al consentimiento libre e informado sobre los procedimientos clínicos realizados a las personas usuarias, y evitar a toda costa la práctica que instituya prácticas crueles, inhumanas y degradantes, es de destacar que para evitarlas, se necesita que la Autoridad competente aplique el presupuesto adecuado y suficiente para que el personal de Salud se actualice en nuevas y amigables prácticas, y que a su vez la capacitación sea en cascada, que se activen mecanismos de certificación que nos puedan garantizar se cumpla lo establecido en la Ley, situación que no necesitaría manifestarse en una Ley, pues como patrón estas Obligado a capacitar y actualizar al personal.

Otro punto a destacar es sobre los internamientos, mismos que serán voluntarios tanto en el tema de Salud Mental como en Adicciones, entendemos que reconocen que los usuarios de estos servicios son personas con capacidad Jurídica, pero, por otro lado, está la propuesta en no construir más hospitales psiquiátricos y que los actuales se conviertan en hospitales generales o ambulatorios de una red integral de servicios de salud. Considero que esta ruta atentaría a la larga en el derecho a la salud de los cuidadores, en este caso la Familia, ¿cuál es el mecanismo para otorgar los apoyos necesarios a los cuidadores de personas con discapacidad psicosocial o bien con algún tipo de Adicción?, las personas con discapacidad psicosocial y/o adicción al ser personas con capacidad jurídica ¿se les harán valer de igual manera la responsabilidad al cometer algún delito por presentar una intoxicación severa o presentar algún tipo de síntoma que lo aleje de la realidad?, ¿cuál es el tratamiento que recibirán si su condena es privarlas de su libertad?, otro punto a tener en cuenta es ¿Se ha contemplado ya la inserción laboral de las personas con discapacidad psicosocial y/o adicción?, ¿Cuál es el mecanismo para realizarlo?. Ejemplos de personas que no han aceptado el internamiento hay muchos y seguramente Usted estimado lector conocerá alguno, no es el caso de este artículo el señalarlos, pero sí de llevarnos a la reflexión.

Es cierto que se necesitan reformas a muchas leyes, en especial a la de Salud Mental y Adicciones, pues el atender la Salud mental es velar por nuestro bienestar emocional, psicológico y social, que de no hacerlo afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos en la vida, contar con una buena salud mental ayuda a determinar cómo nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez.

Más allá de cerrar Instituciones, es urgente que los centro de Investigación que tenemos en el País y que cuentan con un nivel académico excelente, participen de manera activa en las reformas de ley que se presenta con la finalidad de que la Ciencia en conjunto con la Ley nos ayuden a mejorar las prácticas de atención, que éstas sean apegadas a los Derechos Humanos, que favorezcan el desarrollo y bienestar de las personas que padecen algún tipo de discapacidad psicosocial y/o adicción, que se mejore en Capacitación Asesoría y Vigilancia a los profesionales que atienden de manera directa a la población afectada y a su Familia, que se tenga acceso a las tratamientos farmacológicos, terapéuticos, de habilidades para el trabajo, académicos y social, si bien se cuenta con ellos, no son suficientes, pues la pandemia nos ha dejado ver que la Salud Mental en México no es prioridad para este Gobierno.

Margarita Dottor Alemán

Semanas atrás se publicó el Diario Oficial de la Federación, decreto por el que se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones de la Ley General de Salud, en materia de Salud Mental y Adicciones.

Estos cambios que se han realizado traen una historia de lucha detrás, atiende la lucha de diversos Colectivos de personas con discapacidad psicosocial. Esta reforma presenta puntos que parece vislumbrar un modelo de atención sin violencia, en el respeto a los Derechos Humanos, sin embargo, aún hay algunos puntos que requieren atención.

Atender la Salud mental es una necesidad urgente en nuestro Estado, no olvidemos que hay Tratados internacionales en materia de Derechos Humanos y sobre Discapacidad que pueden ser un marco jurídico de referencia que sustente la atención y prevención de las acciones a favor de la Salud Mental y Adicciones. Atender este tema por su naturaleza implica que todo el aparato se mueva, desde nivel Federal hasta el Municipal, situación que posiblemente no sea conveniente para los planes de desarrollo de cada Gobierno, pues es mejor mantener en la ignorancia y precariedad al Sistema de Salud que aplicar de manera eficaz, eficiente y con el apoyo científico los recursos que se tienen para este tema.

Los cambios a la Ley de Salud Mental y Adicciones favorecen, aún presenta puntos que deberían de analizarse y en su momento la Autoridad Federal responder el ¿cómo? de los cambios.

Dentro de los cambios, es de destacar la participación de los observadores externos en Derechos Humanos, con la intención de que se promuevan, protejan y garanticen los mismos en cualquier establecimiento, sin embargo, ¿Solo se presentarán cuando exista una queja?, ¿hasta dónde representan una Autoridad con facultades para ejercer acción penal?, ¿a quienes se refiere con los Observadores Externos, sólo la Comisión Nacional de Derechos Humanos y sus Delegaciones? Por otro lado, habla del Derecho al consentimiento libre e informado sobre los procedimientos clínicos realizados a las personas usuarias, y evitar a toda costa la práctica que instituya prácticas crueles, inhumanas y degradantes, es de destacar que para evitarlas, se necesita que la Autoridad competente aplique el presupuesto adecuado y suficiente para que el personal de Salud se actualice en nuevas y amigables prácticas, y que a su vez la capacitación sea en cascada, que se activen mecanismos de certificación que nos puedan garantizar se cumpla lo establecido en la Ley, situación que no necesitaría manifestarse en una Ley, pues como patrón estas Obligado a capacitar y actualizar al personal.

Otro punto a destacar es sobre los internamientos, mismos que serán voluntarios tanto en el tema de Salud Mental como en Adicciones, entendemos que reconocen que los usuarios de estos servicios son personas con capacidad Jurídica, pero, por otro lado, está la propuesta en no construir más hospitales psiquiátricos y que los actuales se conviertan en hospitales generales o ambulatorios de una red integral de servicios de salud. Considero que esta ruta atentaría a la larga en el derecho a la salud de los cuidadores, en este caso la Familia, ¿cuál es el mecanismo para otorgar los apoyos necesarios a los cuidadores de personas con discapacidad psicosocial o bien con algún tipo de Adicción?, las personas con discapacidad psicosocial y/o adicción al ser personas con capacidad jurídica ¿se les harán valer de igual manera la responsabilidad al cometer algún delito por presentar una intoxicación severa o presentar algún tipo de síntoma que lo aleje de la realidad?, ¿cuál es el tratamiento que recibirán si su condena es privarlas de su libertad?, otro punto a tener en cuenta es ¿Se ha contemplado ya la inserción laboral de las personas con discapacidad psicosocial y/o adicción?, ¿Cuál es el mecanismo para realizarlo?. Ejemplos de personas que no han aceptado el internamiento hay muchos y seguramente Usted estimado lector conocerá alguno, no es el caso de este artículo el señalarlos, pero sí de llevarnos a la reflexión.

Es cierto que se necesitan reformas a muchas leyes, en especial a la de Salud Mental y Adicciones, pues el atender la Salud mental es velar por nuestro bienestar emocional, psicológico y social, que de no hacerlo afecta la forma en que pensamos, sentimos y actuamos en la vida, contar con una buena salud mental ayuda a determinar cómo nos relacionamos con los demás y tomamos decisiones. La salud mental es importante en todas las etapas de la vida, desde la niñez y la adolescencia hasta la adultez y la vejez.

Más allá de cerrar Instituciones, es urgente que los centro de Investigación que tenemos en el País y que cuentan con un nivel académico excelente, participen de manera activa en las reformas de ley que se presenta con la finalidad de que la Ciencia en conjunto con la Ley nos ayuden a mejorar las prácticas de atención, que éstas sean apegadas a los Derechos Humanos, que favorezcan el desarrollo y bienestar de las personas que padecen algún tipo de discapacidad psicosocial y/o adicción, que se mejore en Capacitación Asesoría y Vigilancia a los profesionales que atienden de manera directa a la población afectada y a su Familia, que se tenga acceso a las tratamientos farmacológicos, terapéuticos, de habilidades para el trabajo, académicos y social, si bien se cuenta con ellos, no son suficientes, pues la pandemia nos ha dejado ver que la Salud Mental en México no es prioridad para este Gobierno.