/ lunes 11 de julio de 2022

Las Vueltas que da la Vida | Morelos, no Hidalgo, el verdadero Padre de la Patria

Pues sí, queridos lectores, el pasado viernes 1º. de julio, hubo aquí en Cuernavaca, en la Sala Manuel M. Ponce, una estupenda conferencia que vino a dar el gran cronista e historiador cuautlense, don Samuel Hernández Beltrán, todo un experto en el tema de Morelos.

Fue Invitado por el Seminario de Cultura Mexicana en Cuernavaca y apoyada por el INAH-Morelos, el Consejo de la Crónica de la Ciudad de Cuernavaca, Cronistas de Morelos y el Patronato Histórico de Cuautla, y adivinen qué… de toda la gente que acudió al evento, casi la totalidad de los que llegaron encantados a escuchar al Maestro Hernández, venían de Cuautla o eran cuautlenses radicados en Cuernavaca o de municipios de la zona oriente del estado, muy pocos de Cuernavaca, tal vez unos 20 y es que los primeros vivieron en su ciudad lo que se conoce como El sitio de Cuautla que fue un episodio heroico ocurrido en 1812 dentro de la campaña militar de José María Morelos y Pavón, cuando el ejército bajo su mando fue sitiado en la población de Cuautla de Amilpas por las tropas realistas comandadas por Félix María Calleja.

Los insurgentes resistieron 72 días el cerco hasta que en la madrugada del 2 de mayo, con una gran estrategia de Morelos, lograron escapar del lugar con muy pocas pérdidas, venciendo a un ejército bien armado, bien uniformado, mucho más numeroso y con cañones y la gente de Morelos, como podían luchaban incluso a machete limpio en clara desventaja y así y todo, los vencieron. Por lo mismo, me queda claro que aunque en todo el estado el héroe es Emiliano Zapata, en la zona oriente lo comparten con el Cura Morelos, que también es todo un héroe. Y mientras el gran abogado cuautlense Pedro Luis Benítez Vélez y quien esto escribe, veíamos de cerca la pasión con la que el cronista invitado nos revelaba a un Morelos, apresado tres años después enfrentándose a los tres tribunales que lo juzgaron: ¡tres! La Iglesia, la Inquisición y las autoridades del rey de España, no podían con él.

Recuerdo esa frase que se le atribuye a Napoleón Bonaparte impresionado por sus acciones militares: “Con dos generales como Morelos, conquistaría el mundo”. A 207 años de su fusilamiento ocurrido en San Cristóbal Ecatepec, Estado de México por órdenes de Calleja, virrey de la Nueva España, recordamos que José María Morelos y Pavón quien nació en Valladolid en 1755, hoy llamada Morelia en honor a su apellido, que creció como arriero en medio de una gran pobreza y por consejo de su madre años después ingresa al Colegio de San Nicolás donde comenzó su instrucción eclesiástica, fue consolidando su situación política, religiosa y social ya que en ese lugar pudo adquirir un mayor conocimiento de la situación por la que atravesaba Méjico en ese entonces. Ahí conoció al rector que era Miguel Hidalgo y Costilla y coincidió con parte de sus ideales así es que cuando Hidalgo da el grito en Dolores, de inmediato lo llamó el cura Hidalgo, el llamado Padre de la Patria, aunque en mi muy modesta opinión, el verdadero Padre de la Patria fue Morelos y Pavón, ya que Hidalgo realmente no buscaba la independencia, sino que era partidario de una especie de autonomía en total acuerdo con la tradición española al respecto.

A Hidalgo se le puede llamar el precursor de la Independencia en Mëxico. En cambio Morelos y Pavón elaboró el magnífico documento llamado: Sentimientos de a Nación, cuyos ideales insurgentes se resumen en 23 puntos considerados por historiadores como la primera Constitución de Méjico. Coincido con el escritor Francisco Martín Morelos quien dice que Morelos fue uno de los grandes constructores de México y que debía de ser considerado el verdadero padre de la patria. Morelos en el siglo XIX fue catalogado por los historiadores José María Luis Mora, Lucas Alamán y Justo Sierra, como un hombre valiente, enérgico, bravo, noble y desinteresado.

Todo esto que escribí en esta columna, lo aprendí escuchando al cronista de Cuautla Hernández Beltrán en su conferencia. Y me queda claro que aunque ahora México esté desgarrado por una crisis generalizada en lo moral, en lo económico, en lo cultural, en lo social, en lo educativo y en lo político, tenemos la obligación los cuernavacenses de acrecentar nuestro conocimiento de este héroe. Qué lejos estamos de contar con un Morelos y Pavón quien con todo lo valioso que fue, se autodenominó humildemente como: “Siervo de la Nación”.

Y hasta el próximo lunes.

Pues sí, queridos lectores, el pasado viernes 1º. de julio, hubo aquí en Cuernavaca, en la Sala Manuel M. Ponce, una estupenda conferencia que vino a dar el gran cronista e historiador cuautlense, don Samuel Hernández Beltrán, todo un experto en el tema de Morelos.

Fue Invitado por el Seminario de Cultura Mexicana en Cuernavaca y apoyada por el INAH-Morelos, el Consejo de la Crónica de la Ciudad de Cuernavaca, Cronistas de Morelos y el Patronato Histórico de Cuautla, y adivinen qué… de toda la gente que acudió al evento, casi la totalidad de los que llegaron encantados a escuchar al Maestro Hernández, venían de Cuautla o eran cuautlenses radicados en Cuernavaca o de municipios de la zona oriente del estado, muy pocos de Cuernavaca, tal vez unos 20 y es que los primeros vivieron en su ciudad lo que se conoce como El sitio de Cuautla que fue un episodio heroico ocurrido en 1812 dentro de la campaña militar de José María Morelos y Pavón, cuando el ejército bajo su mando fue sitiado en la población de Cuautla de Amilpas por las tropas realistas comandadas por Félix María Calleja.

Los insurgentes resistieron 72 días el cerco hasta que en la madrugada del 2 de mayo, con una gran estrategia de Morelos, lograron escapar del lugar con muy pocas pérdidas, venciendo a un ejército bien armado, bien uniformado, mucho más numeroso y con cañones y la gente de Morelos, como podían luchaban incluso a machete limpio en clara desventaja y así y todo, los vencieron. Por lo mismo, me queda claro que aunque en todo el estado el héroe es Emiliano Zapata, en la zona oriente lo comparten con el Cura Morelos, que también es todo un héroe. Y mientras el gran abogado cuautlense Pedro Luis Benítez Vélez y quien esto escribe, veíamos de cerca la pasión con la que el cronista invitado nos revelaba a un Morelos, apresado tres años después enfrentándose a los tres tribunales que lo juzgaron: ¡tres! La Iglesia, la Inquisición y las autoridades del rey de España, no podían con él.

Recuerdo esa frase que se le atribuye a Napoleón Bonaparte impresionado por sus acciones militares: “Con dos generales como Morelos, conquistaría el mundo”. A 207 años de su fusilamiento ocurrido en San Cristóbal Ecatepec, Estado de México por órdenes de Calleja, virrey de la Nueva España, recordamos que José María Morelos y Pavón quien nació en Valladolid en 1755, hoy llamada Morelia en honor a su apellido, que creció como arriero en medio de una gran pobreza y por consejo de su madre años después ingresa al Colegio de San Nicolás donde comenzó su instrucción eclesiástica, fue consolidando su situación política, religiosa y social ya que en ese lugar pudo adquirir un mayor conocimiento de la situación por la que atravesaba Méjico en ese entonces. Ahí conoció al rector que era Miguel Hidalgo y Costilla y coincidió con parte de sus ideales así es que cuando Hidalgo da el grito en Dolores, de inmediato lo llamó el cura Hidalgo, el llamado Padre de la Patria, aunque en mi muy modesta opinión, el verdadero Padre de la Patria fue Morelos y Pavón, ya que Hidalgo realmente no buscaba la independencia, sino que era partidario de una especie de autonomía en total acuerdo con la tradición española al respecto.

A Hidalgo se le puede llamar el precursor de la Independencia en Mëxico. En cambio Morelos y Pavón elaboró el magnífico documento llamado: Sentimientos de a Nación, cuyos ideales insurgentes se resumen en 23 puntos considerados por historiadores como la primera Constitución de Méjico. Coincido con el escritor Francisco Martín Morelos quien dice que Morelos fue uno de los grandes constructores de México y que debía de ser considerado el verdadero padre de la patria. Morelos en el siglo XIX fue catalogado por los historiadores José María Luis Mora, Lucas Alamán y Justo Sierra, como un hombre valiente, enérgico, bravo, noble y desinteresado.

Todo esto que escribí en esta columna, lo aprendí escuchando al cronista de Cuautla Hernández Beltrán en su conferencia. Y me queda claro que aunque ahora México esté desgarrado por una crisis generalizada en lo moral, en lo económico, en lo cultural, en lo social, en lo educativo y en lo político, tenemos la obligación los cuernavacenses de acrecentar nuestro conocimiento de este héroe. Qué lejos estamos de contar con un Morelos y Pavón quien con todo lo valioso que fue, se autodenominó humildemente como: “Siervo de la Nación”.

Y hasta el próximo lunes.