Tenía un chorro de años que no iba a las Hamburguesas Chon, ahí en Flores Magón, que ahora que regresé, me sorprendí de todo lo que ha crecido y el titipuchal de mejoras que le permiten ofrecer muchas más comodidades a sus clientes.
Allá en el 2000 las Hamburguesas Chon eran un localito que apenas recibía a 5 o 6 clientes en su pequeña barra de madera donde todos nos apretujábamos para echarnos una hawaiana o un hocho chingón, acompañado de unas papas a la francesa.
Hoy desde que te reciben se puede apreciar el salón, la terraza y el enorme jardín que han dispuesto para recibir a cuando menos una veintena de familias al mismo tiempo.
Este último espacio además, está cuidadosamente decorado y con el mantenimiento adecuado, que te hace sentir como en un restaurante de excelente nivel para disfrutar con los amigos, los compañeros de trabajo o hasta para comer una buena hamburguesa en un ambiente hasta romántico.
El servicio que siempre había sido bueno, ahora raya en la pulcritud porque siempre hay un mesero pendiente de lo que se te pueda antojar, además de que se mueven rápido y son muy pero muy atentos.
Y de la carta mejor ni hablamos, porque hasta cuesta trabajo decidir qué vas a ordenar de entre unas diez o quince variedades de emparedado, el mismo número de hot dogs y los complementos como papas, nachos, alitas y quien sabe cuanta cosa que desde que ves la foto en la carta, comienzas a salivar.
Quizá el único detalle, aunque se respeta esa decisión, es que no venden chela, para quienes preferimos combinar la carne con la cebada.
Las Hamburguesas de Chon están en Face, Uber, Didi y cuanto servicio de entrega existe, pero nunca será igual mandarlas pedir, que devorarlas mordida a mordida, en su local tan agradable.