/ sábado 22 de febrero de 2020

La Red Nacional de Medición de la Calidad del Agua

La Comisión Nacional el Agua (CONAGUA) lleva a cabo, a través de la Red Nacional de Medición de Calidad del Agua, el monitoreo de los principales cuerpos de agua del país.

La red monitorea la calidad en cuerpos de agua superficiales (lóticos y lénticos), costeros y subterráneos e incluyen parámetros fisicoquímicos y microbiológicos, de acuerdo con el tipo de cuerpo de agua.

La información se encuentra integrada y publicada en un solo archivo y clasificada por estado y por tipo de cuerpo de agua. Es de reconocer la transparencia con la que CONAGUA ha publicado esta información.

De acuerdo con esa información disponible en internet (www.conagua.gob.mx), en 2018 la red de agua superficial estuvo constituida por 3,774 sitios.

El análisis de la calidad del agua superficial consideró 8 indicadores: Demanda Bioquímica de Oxígeno a cinco días (DBO5), Demanda Química de Oxígeno (DQO), Sólidos Suspendidos Totales (SST), Coliformes Fecales (CF), Escherichia coli, (E_COLI), Enterococos (ENTEROC), Porcentaje de Saturación de Oxigeno (OD%) y Toxicidad (TOX).

Los resultados para 2018 mostraron una calificación de excelente para 50.8% de los sitios considerando DBO5, 20.7% para DQO, 61.8% para SST, 32.9% para CF, 42.9% para E_COLI, 85.5% para ENTEROC, 44.4% para OD%. El resto de los sitios obtuvieron una calificación que varió de buena calidad a fuertemente contaminada. En el caso de toxicidad 88.3% de los sitios no presentaron toxicidad.

Para facilitar el análisis de esa información, la CONAGUA publica mapas donde se puede observar la calidad del agua a través de colores: verde, amarillo y rojo, y se obtiene integrando los resultados de los 8 indicadores antes mencionados.

El 41.2% de los sitios se catalogaron con color verde; es decir, los sitios cumplieron con los límites aceptables de calidad del agua para los 8 parámetros analizados, el 30.6% de los sitios se catalogaron con color amarillo presentando incumplimiento en uno o varios de los siguientes parámetros: E_COLI, CF, SST y OD%, y el 28.2% de los sitios se catalogaron con color rojo presentando incumplimiento en uno o varios de los siguientes parámetros: DBO5, DQO, TOX y ENTEROC.

Si observan el mapa publicado, es posible distinguir que la mayor contaminación se presenta en la zona centro del país, más específicamente en las cuencas del Valle de México (CDMX y zona metropolitana), del Rio Lerma (principalmente en el Estado de México, Querétaro y Jalisco) y del Balsas, particularmente en la subcuenca del Alto Balsas (que incluye a las zonas metropolitanas de Puebla y Cuernavaca).

El primer paso esta dado, la información es pública, pero esta debe servir para preocuparnos y tomar acción, los indicadores no mejoran, todo lo contrario, siguen empeorando. Los ríos del centro del país siguen convertidos en drenes de aguas negras, pestilentes.

Aunque es más fácil entubarlos y construir sobre ellos un “viaducto”, o darles la espalda y utilizarlos como puntos de descarga de las aguas negras, hay ejemplos en el mundo de que es posible revertir ese proceso, y rescatarlos para convertirlos en un punto de reunión, en un atractivo para las familias, para la economía, para el trabajo. En Bilbao, España y en Seúl, Corea del Sur hay dos casos emblemáticos, por mencionarles algunos. Pero se requiere compromiso político y responsabilidad social ¿Será que se puede?

La Comisión Nacional el Agua (CONAGUA) lleva a cabo, a través de la Red Nacional de Medición de Calidad del Agua, el monitoreo de los principales cuerpos de agua del país.

La red monitorea la calidad en cuerpos de agua superficiales (lóticos y lénticos), costeros y subterráneos e incluyen parámetros fisicoquímicos y microbiológicos, de acuerdo con el tipo de cuerpo de agua.

La información se encuentra integrada y publicada en un solo archivo y clasificada por estado y por tipo de cuerpo de agua. Es de reconocer la transparencia con la que CONAGUA ha publicado esta información.

De acuerdo con esa información disponible en internet (www.conagua.gob.mx), en 2018 la red de agua superficial estuvo constituida por 3,774 sitios.

El análisis de la calidad del agua superficial consideró 8 indicadores: Demanda Bioquímica de Oxígeno a cinco días (DBO5), Demanda Química de Oxígeno (DQO), Sólidos Suspendidos Totales (SST), Coliformes Fecales (CF), Escherichia coli, (E_COLI), Enterococos (ENTEROC), Porcentaje de Saturación de Oxigeno (OD%) y Toxicidad (TOX).

Los resultados para 2018 mostraron una calificación de excelente para 50.8% de los sitios considerando DBO5, 20.7% para DQO, 61.8% para SST, 32.9% para CF, 42.9% para E_COLI, 85.5% para ENTEROC, 44.4% para OD%. El resto de los sitios obtuvieron una calificación que varió de buena calidad a fuertemente contaminada. En el caso de toxicidad 88.3% de los sitios no presentaron toxicidad.

Para facilitar el análisis de esa información, la CONAGUA publica mapas donde se puede observar la calidad del agua a través de colores: verde, amarillo y rojo, y se obtiene integrando los resultados de los 8 indicadores antes mencionados.

El 41.2% de los sitios se catalogaron con color verde; es decir, los sitios cumplieron con los límites aceptables de calidad del agua para los 8 parámetros analizados, el 30.6% de los sitios se catalogaron con color amarillo presentando incumplimiento en uno o varios de los siguientes parámetros: E_COLI, CF, SST y OD%, y el 28.2% de los sitios se catalogaron con color rojo presentando incumplimiento en uno o varios de los siguientes parámetros: DBO5, DQO, TOX y ENTEROC.

Si observan el mapa publicado, es posible distinguir que la mayor contaminación se presenta en la zona centro del país, más específicamente en las cuencas del Valle de México (CDMX y zona metropolitana), del Rio Lerma (principalmente en el Estado de México, Querétaro y Jalisco) y del Balsas, particularmente en la subcuenca del Alto Balsas (que incluye a las zonas metropolitanas de Puebla y Cuernavaca).

El primer paso esta dado, la información es pública, pero esta debe servir para preocuparnos y tomar acción, los indicadores no mejoran, todo lo contrario, siguen empeorando. Los ríos del centro del país siguen convertidos en drenes de aguas negras, pestilentes.

Aunque es más fácil entubarlos y construir sobre ellos un “viaducto”, o darles la espalda y utilizarlos como puntos de descarga de las aguas negras, hay ejemplos en el mundo de que es posible revertir ese proceso, y rescatarlos para convertirlos en un punto de reunión, en un atractivo para las familias, para la economía, para el trabajo. En Bilbao, España y en Seúl, Corea del Sur hay dos casos emblemáticos, por mencionarles algunos. Pero se requiere compromiso político y responsabilidad social ¿Será que se puede?