El COVID-19 ha provocado un aumento en el consumo de plásticos de un solo uso, lo que resalta la necesidad de mejores políticas de reúso y reciclaje, así como de una mejor regulación sobre los mismos.
Hoy en día frenar la contaminación plástica dejó de ser un asunto de moralidad ambientalista; ahora es una decisión de cuidado propio. Aumentar la conciencia, cambiar el comportamiento y ejercer presión, son algunas de las acciones que lograrán cambios sustanciales en nuestra sociedad.
Trabajemos en el estado de Morelos, para insistir en regulaciones contra los plásticos de un solo uso, ya que después de una serie de acciones y medidas que se han implementado desde el 17 de enero del año 2020, publicadas en el Periódico Oficial “Tierra y Libertad” número 5773, Decreto 451, relativo a la restricción de plásticos de un solo uso, debemos seguir insistiendo con la sociedad en general para que estas se ejecuten de manera efectiva, a través de buenas prácticas que hoy ya se encuentran reguladas. Siendo en enero de 2021 cuando la Ley de Residuos Sólidos para el Estado de Morelos, entró en vigor, misma que regula la prohibición de la distribución y uso comercial del plástico de un solo uso, entre los que se encuentran los popotes y recipientes de unicel en el estado; ya sea para el consumo, acarreo, empacado y traslado de productos.
En ese contexto, reemplazar el uso del plástico puede constituir una enorme oportunidad para la innovación y de uso de nuevos materiales desde fuentes naturales. Esto es posible si trabajamos con corresponsabilidad entre productores, comercializadores, autoridades y consumidores. Aunque esto era predecible y desde inicios de la contingencia sanitaria, estos materiales han sido acogidos como “aliados” en sectores tan cruciales como el médico y el alimentario. Tan solo en el último año, se ha visto un aumento exponencial en el uso de máscaras médicas, jeringas, hisopos, botellas de alcohol y gel antibacterial, así como guantes desechables.
La pandemia de plástico estará aquí después del COVID-19, más grande que nunca y ante un problema tan complejo no queda espacio para la indiferencia, cada uno debe hacer su parte, hay que calibrar bien las responsabilidades. Hagamos que nuestras leyes, reglamentos y normas se cumplan. Pero sobre todo, trabajemos para abatir la falta de voluntad, de cambio social y cultural. Debemos despertar y reconocer el problema de la contaminación global, para que podamos hacer efectivo nuestro derecho humano a un medio ambiente sano.
¡Trabajemos juntos! Evitemos el uso de los plásticos de un solo uso en territorio morelense. Separa la basura, apuesta por reciclar, lleva contigo bolsas o recipientes reutilizables y promueve el uso responsable de plásticos en tu comunidad, además, fomenta el uso de la bicicleta y aprende a realizar composta en casa. Pequeñas acciones hacen la diferencia y si incentivamos a todas las personas que están alrededor, el planeta seguirá siendo el lugar más agradable para vivir. Hazlo por ti y tu familia. ¿Y tú.. cuándo les dirás adiós a los plásticos de un solo uso?
