/ sábado 2 de octubre de 2021

La NOM-179 y la calidad del agua potable en México (I)

Hace algunos meses se publicaron datos alarmantes sobre el agua que llega a las escuelas de 28 estados del país.

En un alto porcentaje, esta contiene coliformes fecales, lo cual puede causar enfermedades gastrointestinales como diarreas o cólera, pero además contiene contaminantes como arsénico, fluoruros, manganeso, nitritos o plomo, que son causantes de cáncer, enfermedades cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmunológico y afectaciones en el desarrollo infantil, entre otros riesgos.

Esta información se adjudica a organizaciones civiles como Cántaro Azul , A.C., y Freshwater Action Network México (FANMex), que obtuvieron 27 mil análisis de laboratorio realizados entre 2015 y 2019 para el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED) mediante su programa de instalación de bebederos.

Este programa se implementaba en el marco de la lucha contra la obesidad, la intención era facilitar el acceso a agua potable mediante bebederos en las escuelas como un alternativa al consumo de refrescos y bebidas azucaradas. Las empresas ganadoras de los contratos, tenían la obligación de realizar análisis de la calidad del agua que llega a las escuelas para instalar un bebedero que permitiera remover los contaminantes que tuviera y así poder brindar agua segura a los niños y personal en las escuelas.

No por nada México tiene uno de los mas altos niveles de consumo per cápita de agua embotellada a nivel mundial (480 l al año). De acuerdo con datos aportados por el INEGI, obtenidos a través de la Encuesta Nacional de Hogares, el 76% de la población bebe agua embotellada, no bebe el agua que llega a sus casas a través de la red de agua potable, porque no confía en la calidad del agua que recibe.

Leo Heller, el Relator Especial de la ONU sobre el Derecho Humano al Agua, en su informe de la última visita que realizó a nuestro país, menciona que los habitantes de varios lugares que visitó indicaron que se veían obligados a beber agua embotellada porque desconfiaban de la calidad del agua que recibían “lo cual impone una considerable carga financiera adicional a personas que a menudo son las que viven en las zonas más pobres y tienen los ingresos más bajos”.

Quizá por eso México también es uno de los principales consumidores de refrescos del mundo. Es en parte consecuencia de la desconfianza por la calidad del agua potable.

Pues por eso es tan relevante que este mes entrará en vigor la Norma Oficial Mexicana NOM-179-SSA1-2020 “Agua para uso y consumo humano. Control de la calidad del agua distribuida por los sistemas de abastecimiento de agua.” Es la actualización de una norma emitida en 1998, que dicho sea de paso, en más de 20 años, tampoco logró su cumplimiento.

Esta NOM es de observancia obligatoria en todo el territorio nacional para quienes tienen a su cargo los sistemas de abastecimiento de agua para uso y consumo humano, y establece disposiciones sanitarias que deben implementar los organismos operadores con el propósito de mantener la calidad del agua para uso y consumo humano en los sistemas de abastecimiento de agua. La vigilancia del cumplimiento de la NOM corresponde a la Secretaría de Salud a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y a los gobiernos de las Entidades Federativas, en sus respectivos ámbitos de competencia.

La NOM establece que los organismos responsables de los sistemas de abastecimiento de agua deberán someter el agua a los procesos de potabilización que resulten necesarios conforme a los resultados de la caracterización y las pruebas realizadas, con el propósito de eficientar la remoción de contaminantes.

En las siguientes entregas comentaremos más sobre sus implicaciones y alcances. #aguaparatodos

Hace algunos meses se publicaron datos alarmantes sobre el agua que llega a las escuelas de 28 estados del país.

En un alto porcentaje, esta contiene coliformes fecales, lo cual puede causar enfermedades gastrointestinales como diarreas o cólera, pero además contiene contaminantes como arsénico, fluoruros, manganeso, nitritos o plomo, que son causantes de cáncer, enfermedades cardiovasculares, debilitamiento del sistema inmunológico y afectaciones en el desarrollo infantil, entre otros riesgos.

Esta información se adjudica a organizaciones civiles como Cántaro Azul , A.C., y Freshwater Action Network México (FANMex), que obtuvieron 27 mil análisis de laboratorio realizados entre 2015 y 2019 para el Instituto Nacional de la Infraestructura Física Educativa (INIFED) mediante su programa de instalación de bebederos.

Este programa se implementaba en el marco de la lucha contra la obesidad, la intención era facilitar el acceso a agua potable mediante bebederos en las escuelas como un alternativa al consumo de refrescos y bebidas azucaradas. Las empresas ganadoras de los contratos, tenían la obligación de realizar análisis de la calidad del agua que llega a las escuelas para instalar un bebedero que permitiera remover los contaminantes que tuviera y así poder brindar agua segura a los niños y personal en las escuelas.

No por nada México tiene uno de los mas altos niveles de consumo per cápita de agua embotellada a nivel mundial (480 l al año). De acuerdo con datos aportados por el INEGI, obtenidos a través de la Encuesta Nacional de Hogares, el 76% de la población bebe agua embotellada, no bebe el agua que llega a sus casas a través de la red de agua potable, porque no confía en la calidad del agua que recibe.

Leo Heller, el Relator Especial de la ONU sobre el Derecho Humano al Agua, en su informe de la última visita que realizó a nuestro país, menciona que los habitantes de varios lugares que visitó indicaron que se veían obligados a beber agua embotellada porque desconfiaban de la calidad del agua que recibían “lo cual impone una considerable carga financiera adicional a personas que a menudo son las que viven en las zonas más pobres y tienen los ingresos más bajos”.

Quizá por eso México también es uno de los principales consumidores de refrescos del mundo. Es en parte consecuencia de la desconfianza por la calidad del agua potable.

Pues por eso es tan relevante que este mes entrará en vigor la Norma Oficial Mexicana NOM-179-SSA1-2020 “Agua para uso y consumo humano. Control de la calidad del agua distribuida por los sistemas de abastecimiento de agua.” Es la actualización de una norma emitida en 1998, que dicho sea de paso, en más de 20 años, tampoco logró su cumplimiento.

Esta NOM es de observancia obligatoria en todo el territorio nacional para quienes tienen a su cargo los sistemas de abastecimiento de agua para uso y consumo humano, y establece disposiciones sanitarias que deben implementar los organismos operadores con el propósito de mantener la calidad del agua para uso y consumo humano en los sistemas de abastecimiento de agua. La vigilancia del cumplimiento de la NOM corresponde a la Secretaría de Salud a través de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS) y a los gobiernos de las Entidades Federativas, en sus respectivos ámbitos de competencia.

La NOM establece que los organismos responsables de los sistemas de abastecimiento de agua deberán someter el agua a los procesos de potabilización que resulten necesarios conforme a los resultados de la caracterización y las pruebas realizadas, con el propósito de eficientar la remoción de contaminantes.

En las siguientes entregas comentaremos más sobre sus implicaciones y alcances. #aguaparatodos