/ miércoles 20 de mayo de 2020

La inexplicada letalidad

Morelos superó las 200 defunciones por Covid-19 desde el inicio de la pandemia, entre martes y miércoles se reportaron oficialmente 55 muertes por el padecimiento, y con ello, el índice de letalidad de la enfermedad es de 18% en el estado, mucho mayor que el presentado en el plano nacional 10%, e internacional, 7%, lo que mantiene la pregunta que las autoridades sanitarias del estado han sido incapaces de responder: ¿Por qué mata a más gente el Covid-19 en Morelos que en otras partes del país?

No es una cuestión menor y tampoco tiene que ver con el modelo matemático con que se presentan los datos, homologados con la metodología del gobierno federal, en un principio, el argumento de los funcionarios morelenses del área tenía que ver precisamente con ajustes temporales matemáticos “en el futuro veremos bajar ese índice”, decían. Pero la proporción de muertes ha presentado un incremento sostenido en los últimos días y llegó del 14 al 18 por ciento con una velocidad de espanto.

Tampoco podría atribuirse la enorme proporción de defunciones a la saturación de los sistemas de salud, las autoridades han advertido que si bien ha crecido la demanda de atención hospitalaria por Covid-19 aún hay espacios para atender pacientes.

La respuesta de ayer en la conferencia de prensa del gobierno del estado fue realmente insatisfactoria, básicamente se dijo que hay más muertes porque hay más contagios, lo que parecería obvio si no se considerara que en México y el mundo también hay más casos todos los días y las defunciones no crecen en el grado que lo hacen en Morelos.

Para los funcionarios de salud, el incremento de defunciones en los dos días que pasaron está directamente relacionado con el comportamiento social mostrado en festejos del día del niño, 30 de abril, y día de la madre, 10 de mayo, fechas en las que se relajó el confinamiento y se produjeron, Salud dixit, más contagios. Respuesta insatisfactoria en tanto el índice de letalidad no es un cálculo de número directo, sino de proporcionalidad, no se trata del número bruto de contagios, sino de la relación entre éste y quienes fallecen por la enfermedad. Más confusión, para responder ayer a las preguntas sobre el índice de letalidad, los funcionarios advirtieron que debía tomarse el número de casos activos en contraste con las defunciones, lo que arrojaría un índice mucho mayor del 18%; pero en sus diapositivas, el índice se calcula sobre los casos positivos acumulados.

En ese contexto, el que el secretario de Salud, Marco Antonio Cantú, haya tardado más de 17 horas para enterarse del fallecimiento de una enfermera del Hospital Meana en Jojutla, dependiente de su despacho, por cierto; no tendría que lucir tan descabellado, pero sí lo es. Justo porque unos minutos antes se permitió a Cantú exponer los resultados de contagios entre el personal del sector salud que no contabilizaban la defunción de la enfermera de la zona sur. A pregunta directa se confirmó el deceso en la mesa y el secretario se enteró al mismo tiempo que quienes seguíamos la conferencia de que la noche anterior, más de 17 horas antes, había muerto.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

Morelos superó las 200 defunciones por Covid-19 desde el inicio de la pandemia, entre martes y miércoles se reportaron oficialmente 55 muertes por el padecimiento, y con ello, el índice de letalidad de la enfermedad es de 18% en el estado, mucho mayor que el presentado en el plano nacional 10%, e internacional, 7%, lo que mantiene la pregunta que las autoridades sanitarias del estado han sido incapaces de responder: ¿Por qué mata a más gente el Covid-19 en Morelos que en otras partes del país?

No es una cuestión menor y tampoco tiene que ver con el modelo matemático con que se presentan los datos, homologados con la metodología del gobierno federal, en un principio, el argumento de los funcionarios morelenses del área tenía que ver precisamente con ajustes temporales matemáticos “en el futuro veremos bajar ese índice”, decían. Pero la proporción de muertes ha presentado un incremento sostenido en los últimos días y llegó del 14 al 18 por ciento con una velocidad de espanto.

Tampoco podría atribuirse la enorme proporción de defunciones a la saturación de los sistemas de salud, las autoridades han advertido que si bien ha crecido la demanda de atención hospitalaria por Covid-19 aún hay espacios para atender pacientes.

La respuesta de ayer en la conferencia de prensa del gobierno del estado fue realmente insatisfactoria, básicamente se dijo que hay más muertes porque hay más contagios, lo que parecería obvio si no se considerara que en México y el mundo también hay más casos todos los días y las defunciones no crecen en el grado que lo hacen en Morelos.

Para los funcionarios de salud, el incremento de defunciones en los dos días que pasaron está directamente relacionado con el comportamiento social mostrado en festejos del día del niño, 30 de abril, y día de la madre, 10 de mayo, fechas en las que se relajó el confinamiento y se produjeron, Salud dixit, más contagios. Respuesta insatisfactoria en tanto el índice de letalidad no es un cálculo de número directo, sino de proporcionalidad, no se trata del número bruto de contagios, sino de la relación entre éste y quienes fallecen por la enfermedad. Más confusión, para responder ayer a las preguntas sobre el índice de letalidad, los funcionarios advirtieron que debía tomarse el número de casos activos en contraste con las defunciones, lo que arrojaría un índice mucho mayor del 18%; pero en sus diapositivas, el índice se calcula sobre los casos positivos acumulados.

En ese contexto, el que el secretario de Salud, Marco Antonio Cantú, haya tardado más de 17 horas para enterarse del fallecimiento de una enfermera del Hospital Meana en Jojutla, dependiente de su despacho, por cierto; no tendría que lucir tan descabellado, pero sí lo es. Justo porque unos minutos antes se permitió a Cantú exponer los resultados de contagios entre el personal del sector salud que no contabilizaban la defunción de la enfermera de la zona sur. A pregunta directa se confirmó el deceso en la mesa y el secretario se enteró al mismo tiempo que quienes seguíamos la conferencia de que la noche anterior, más de 17 horas antes, había muerto.

@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx