/ lunes 27 de agosto de 2018

¿La historia decide?

El gobernador de Morelos, parafraseando a otros gobernantes, ha dicho que la historia decidirá si gobernó bien o no, pero en realidad quien decide esto es el pueblo, los resultados de la jornada del 1 de julio son prueba de ello, imposible diferir a los años venideros, con un desempeño marcado por la falta de resultados, la decisión no puede esperar.

Tal vez, al pasar el tiempo, los logros que presume la actual administración serán olvidados, pero algo si es claro, los seguiremos pagando.

Según datos de la organización “Morelos rinde cuentas” la deuda contratada por el gobierno morelense alcanza los 11,711 millones de pesos, de los cuales, más de 8 mil millones corresponden al último año de la administración, Ante este hecho, lo menos que podría hacer el ejecutivo estatal sería trasparentar todas las finanzas del Estado, pero es precisamente de opacidad de lo que se queja el gobernador electo Cuauhtémoc Blanco en el proceso de entrega recepción, una especie de estira y afloja iniciado entre las distintas comisiones propició la latente amenaza de una eventual suspensión en dicho proceso, el gobierno actual condiciona y exige definir nombres del nuevo gabinete y el gobierno electo acusa falta de trasparencia y voluntad política por lo que solicitaría la intervención de la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública, incluso los diputados Efraín Esaú Mondragón y Jesús Escamilla del Partido Encuentro Social y Humanista respectivamente, han acusado que la aún vigente legislatura, de favorecer y servir a Graco Ramirez, reformando en lo oscurito y de manera expedita, (así lo dijeron) la constitución local para aumentar de 3 a 5 el número de comisionados del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística con la finalidad de controlar la información que puedan dar a conocer los entes públicos, verdad o mentira, lo innegable es que los diputados se volvieron extraña y atípicamente activos después de la derrota electoral, así pudimos ser testigos de las tristemente célebres pensiones doradas, que disfrutaran los que tuvieron la fortuna de “trabajar y servir” al Estado siempre y cuando ese servicio haya sido reforzado con un parentesco o favor de los diputados, si usted ha sido empleado estatal durante varias décadas con raquítico sueldo de supernumerario pero es solo un simple hijo de vecina, déjeme informarle, no tendrá ese privilegio.

Muchas cosas por aclarar sin duda están en el aire, un costoso proyecto como el nuevo edificio del congreso y que al día de hoy funciona sólo parcialmente, hace pensar que todo faltante para su correcta operatividad será cargado a una nueva cuenta para la siguiente legislatura y un próximo presupuesto, en fin, vicios ya tradicionales cada cambio de administración y que nadie paga, solo usted y yo, pero de los responsables, nadie.

Sin duda lo citado y declarado por “Morelos Rinde Cuentas”, merece atención, basta de ya de gobiernos que se manejen en la opacidad primero y en la impunidad después, con una deuda que todos, incluyendo nuestros hijos terminaríamos de pagar en el año 2042, el lugar en la historia que anhela Graco Ramirez, ha sido apartado desde hoy.

El gobernador de Morelos, parafraseando a otros gobernantes, ha dicho que la historia decidirá si gobernó bien o no, pero en realidad quien decide esto es el pueblo, los resultados de la jornada del 1 de julio son prueba de ello, imposible diferir a los años venideros, con un desempeño marcado por la falta de resultados, la decisión no puede esperar.

Tal vez, al pasar el tiempo, los logros que presume la actual administración serán olvidados, pero algo si es claro, los seguiremos pagando.

Según datos de la organización “Morelos rinde cuentas” la deuda contratada por el gobierno morelense alcanza los 11,711 millones de pesos, de los cuales, más de 8 mil millones corresponden al último año de la administración, Ante este hecho, lo menos que podría hacer el ejecutivo estatal sería trasparentar todas las finanzas del Estado, pero es precisamente de opacidad de lo que se queja el gobernador electo Cuauhtémoc Blanco en el proceso de entrega recepción, una especie de estira y afloja iniciado entre las distintas comisiones propició la latente amenaza de una eventual suspensión en dicho proceso, el gobierno actual condiciona y exige definir nombres del nuevo gabinete y el gobierno electo acusa falta de trasparencia y voluntad política por lo que solicitaría la intervención de la Auditoría Superior de la Federación y la Secretaría de la Función Pública, incluso los diputados Efraín Esaú Mondragón y Jesús Escamilla del Partido Encuentro Social y Humanista respectivamente, han acusado que la aún vigente legislatura, de favorecer y servir a Graco Ramirez, reformando en lo oscurito y de manera expedita, (así lo dijeron) la constitución local para aumentar de 3 a 5 el número de comisionados del Instituto Morelense de Información Pública y Estadística con la finalidad de controlar la información que puedan dar a conocer los entes públicos, verdad o mentira, lo innegable es que los diputados se volvieron extraña y atípicamente activos después de la derrota electoral, así pudimos ser testigos de las tristemente célebres pensiones doradas, que disfrutaran los que tuvieron la fortuna de “trabajar y servir” al Estado siempre y cuando ese servicio haya sido reforzado con un parentesco o favor de los diputados, si usted ha sido empleado estatal durante varias décadas con raquítico sueldo de supernumerario pero es solo un simple hijo de vecina, déjeme informarle, no tendrá ese privilegio.

Muchas cosas por aclarar sin duda están en el aire, un costoso proyecto como el nuevo edificio del congreso y que al día de hoy funciona sólo parcialmente, hace pensar que todo faltante para su correcta operatividad será cargado a una nueva cuenta para la siguiente legislatura y un próximo presupuesto, en fin, vicios ya tradicionales cada cambio de administración y que nadie paga, solo usted y yo, pero de los responsables, nadie.

Sin duda lo citado y declarado por “Morelos Rinde Cuentas”, merece atención, basta de ya de gobiernos que se manejen en la opacidad primero y en la impunidad después, con una deuda que todos, incluyendo nuestros hijos terminaríamos de pagar en el año 2042, el lugar en la historia que anhela Graco Ramirez, ha sido apartado desde hoy.

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