/ sábado 25 de enero de 2020

La calidad del agua para consumo humano

El agua es uno de los principales vehículos de dispersión de enfermedades. El agua contaminada o de mala calidad es la causa de 780 mil muertes al año en todo el mundo.

Las enfermedades prevalentes en los países en desarrollo, donde el abastecimiento de agua y el saneamiento son deficientes, son provocadas por organismos que causan enfermedades que van desde ligeras gastroenteritis hasta enfermedades graves y fatales de carácter epidémico. Por esa razón, la Organización Mundial de la Salud recomienda la estricta vigilancia de la calidad del agua para consumo humano.

Siendo el agua un insumo vital, es necesario que el sistema de agua potable realice el mayor esfuerzo posible para suministrar agua de la mejor calidad de acuerdo con las normas correspondientes. Por ello, la primera línea de defensa es la evaluación de la calidad física, química y microbiológica del agua suministrada a través de la realización de determinaciones analíticas y la vigilancia y el control de los procesos de potabilización.

La vigilancia y el control de la calidad del agua para consumo humano deberían ser actividades rutinarias y de primordial importancia para los Sistemas de Agua Potable del país, pero no siempre lo son.

Además, debido al deterioro en la calidad del agua que presentan la mayoría de los cuerpos de agua en México, aunado al incremento en la demanda y la escasez de los recursos hídricos en algunas zonas del país, los procesos requeridos de potabilización de agua cada vez son más robustos y costosos.

Según datos publicados por la CONAGUA, de los 348.3 metros cúbicos por segundo de agua suministrada en el país, 101.4 m3/s (29.1%) se procesan para su potabilización, 238 m3/s (68.0%) sólo se desinfectan y el resto (2.9%) se entrega sin ningún tipo de tratamiento (CONAGUA, 2017). Esto sugiere que algunos de estos volúmenes pudieran no satisfacer las normas de agua potable.

La CONAGUA monitorea la calidad del agua en fuentes de abastecimiento (antes de ser potabilizada) a través de su Red Nacional de Monitoreo. Al año 2018, reportó que el 99% de las muestras realizadas en fuentes subterráneas contenían coliformes fecales, 21% fluoruros y 19% arsénico (entre otros parámetros).

No todo es responsabilidad del sistema de agua que provee el servicio. El agua de calidad apta para consumo humano cuando entra al sistema de distribución puede deteriorarse antes de llegar al consumidor. En el sistema de distribución, la contaminación del agua puede ocurrir por conexiones cruzadas; retrosifonaje; tuberías rotas; tomas contra incendio, conexiones domiciliarias, cisternas y almacenamientos defectuosos; y durante la instalación de nuevas tuberías o reparaciones hechas con pocas medidas de seguridad.

Otro factor de contaminación, de gran importancia en las ciudades o localidades donde existe déficit de agua, es la interrupción del suministro como resultado de la rotación o tandeo del servicio de una a otra área de abastecimiento con el fin de atender la demanda de agua. De esta manera, en sistemas donde el servicio de abastecimiento de agua es restringido, el deterioro de la calidad física, química y principalmente microbiológica al nivel de las viviendas, es frecuente consecuencia del manejo y almacenamiento inadecuado del agua.

El principal objetivo de la vigilancia y control de la calidad del agua para consumo humano es la definición de las estrategias que puedan hacer posible la detección, predicción y prevención de la contaminación del agua potable con el fin de minimizar la incidencia de enfermedades transmitidas por el agua. Ojalá se atienda. #aguaparatodos

El agua es uno de los principales vehículos de dispersión de enfermedades. El agua contaminada o de mala calidad es la causa de 780 mil muertes al año en todo el mundo.

Las enfermedades prevalentes en los países en desarrollo, donde el abastecimiento de agua y el saneamiento son deficientes, son provocadas por organismos que causan enfermedades que van desde ligeras gastroenteritis hasta enfermedades graves y fatales de carácter epidémico. Por esa razón, la Organización Mundial de la Salud recomienda la estricta vigilancia de la calidad del agua para consumo humano.

Siendo el agua un insumo vital, es necesario que el sistema de agua potable realice el mayor esfuerzo posible para suministrar agua de la mejor calidad de acuerdo con las normas correspondientes. Por ello, la primera línea de defensa es la evaluación de la calidad física, química y microbiológica del agua suministrada a través de la realización de determinaciones analíticas y la vigilancia y el control de los procesos de potabilización.

La vigilancia y el control de la calidad del agua para consumo humano deberían ser actividades rutinarias y de primordial importancia para los Sistemas de Agua Potable del país, pero no siempre lo son.

Además, debido al deterioro en la calidad del agua que presentan la mayoría de los cuerpos de agua en México, aunado al incremento en la demanda y la escasez de los recursos hídricos en algunas zonas del país, los procesos requeridos de potabilización de agua cada vez son más robustos y costosos.

Según datos publicados por la CONAGUA, de los 348.3 metros cúbicos por segundo de agua suministrada en el país, 101.4 m3/s (29.1%) se procesan para su potabilización, 238 m3/s (68.0%) sólo se desinfectan y el resto (2.9%) se entrega sin ningún tipo de tratamiento (CONAGUA, 2017). Esto sugiere que algunos de estos volúmenes pudieran no satisfacer las normas de agua potable.

La CONAGUA monitorea la calidad del agua en fuentes de abastecimiento (antes de ser potabilizada) a través de su Red Nacional de Monitoreo. Al año 2018, reportó que el 99% de las muestras realizadas en fuentes subterráneas contenían coliformes fecales, 21% fluoruros y 19% arsénico (entre otros parámetros).

No todo es responsabilidad del sistema de agua que provee el servicio. El agua de calidad apta para consumo humano cuando entra al sistema de distribución puede deteriorarse antes de llegar al consumidor. En el sistema de distribución, la contaminación del agua puede ocurrir por conexiones cruzadas; retrosifonaje; tuberías rotas; tomas contra incendio, conexiones domiciliarias, cisternas y almacenamientos defectuosos; y durante la instalación de nuevas tuberías o reparaciones hechas con pocas medidas de seguridad.

Otro factor de contaminación, de gran importancia en las ciudades o localidades donde existe déficit de agua, es la interrupción del suministro como resultado de la rotación o tandeo del servicio de una a otra área de abastecimiento con el fin de atender la demanda de agua. De esta manera, en sistemas donde el servicio de abastecimiento de agua es restringido, el deterioro de la calidad física, química y principalmente microbiológica al nivel de las viviendas, es frecuente consecuencia del manejo y almacenamiento inadecuado del agua.

El principal objetivo de la vigilancia y control de la calidad del agua para consumo humano es la definición de las estrategias que puedan hacer posible la detección, predicción y prevención de la contaminación del agua potable con el fin de minimizar la incidencia de enfermedades transmitidas por el agua. Ojalá se atienda. #aguaparatodos