/ viernes 18 de septiembre de 2020

La burocracia en la reconstrucción

A unos días de cumplir un año más de lo ocurrido aquel 19 de septiembre de 2017, han quedado en la cotidianidad y, poco a poco, en el olvido muchas de las respuestas que debieron darnos las autoridades sobre la reconstrucción en Morelos.

No sólo se trataba de conocer las acciones y los resultados de la sinergia que se logró crear entre muchos actores públicos, sociales y privados; lo que se trataba era recuperar la confianza, tomando decisiones de forma permanente para estar mejor preparados y sentirnos más seguros ante el próximo sismo.

Sin embargo, gobernantes y legisladores hicieron descansar sobre la burocracia la ruta de la reconstrucción y las futuras acciones para afrontar cualquier contingencia o riesgo de la naturaleza. Por ejemplo, conocemos poco de los resultados alcanzados desde la “Comisión Especial de la Reconstrucción del Estado de Morelos”, así como de la comisión del Ejecutivo denominada “Unidos por Morelos”.

En ambos casos no se sabe exactamente ni siquiera cuantas veces se han reunido en lo que va del año. No obstante, estoy seguro que el gobierno y el congreso ya preparan un informe global del status del proceso de reconstrucción en viviendas, escuelas, edificios, clínicas y hospitales, monumentos históricos, entre otros.

También creo que preparan un reporte de las zonas que continúan en riesgo y las acciones que se realizan para identificar y reducir lugares cualquier accidente. Muchos municipios tuvieron que redirigir recursos para obras de mitigación y otros tuvieron que endeudarse para solventar las necesidades de infraestructura que surgieron, supongo también que hay un reporte financiero sobre endeudamiento y financiamiento de proyectos.

Hasta ahora no existe un fondo de reconstrucción en el Presupuesto de Egresos, aunque sí se aprobó un proyecto de 12 millones de pesos para implementar el sistema de alerta sísmica: el cual suponemos que será informado el avance de funcionamiento.

En algunos lugares del país se planteó o se avanza en la construcción de un memorial para honrar el recuerdo de las víctimas del sismo; en Morelos también deberíamos retomar y discutir sobre esto con la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil organizada.

En términos de reacción, el gobierno también supongo que informará sobre el plan de protección civil, albergues, acondicionamientos y capacitaciones realizadas para atender la próxima emergencia sísmica.

En el mes de junio de 2020 tuvimos un sismo con epicentro en Oaxaca, pero que tuvo tal amplitud que se sintió en el centro del país; en Oaxaca como en Morelos del 2017, se registraron daños en viviendas construidas con adobe, por lo que ambas experiencias seguramente han servido a las autoridades para evaluar un posible programa de identificación y reconversión de tipo de viviendas de adobe en riesgo.

En fin, creo que muchas de mis dudas serán aclaradas en próximos días y espero que nos dé certeza de que avanzamos por una ruta adecuada porque lo que es un hecho es que en Morelos volverá a temblar y el tiempo es muy valioso para no revivir lo ocurrido en 2017.


Facebook / Twitter: @CzarArenas

A unos días de cumplir un año más de lo ocurrido aquel 19 de septiembre de 2017, han quedado en la cotidianidad y, poco a poco, en el olvido muchas de las respuestas que debieron darnos las autoridades sobre la reconstrucción en Morelos.

No sólo se trataba de conocer las acciones y los resultados de la sinergia que se logró crear entre muchos actores públicos, sociales y privados; lo que se trataba era recuperar la confianza, tomando decisiones de forma permanente para estar mejor preparados y sentirnos más seguros ante el próximo sismo.

Sin embargo, gobernantes y legisladores hicieron descansar sobre la burocracia la ruta de la reconstrucción y las futuras acciones para afrontar cualquier contingencia o riesgo de la naturaleza. Por ejemplo, conocemos poco de los resultados alcanzados desde la “Comisión Especial de la Reconstrucción del Estado de Morelos”, así como de la comisión del Ejecutivo denominada “Unidos por Morelos”.

En ambos casos no se sabe exactamente ni siquiera cuantas veces se han reunido en lo que va del año. No obstante, estoy seguro que el gobierno y el congreso ya preparan un informe global del status del proceso de reconstrucción en viviendas, escuelas, edificios, clínicas y hospitales, monumentos históricos, entre otros.

También creo que preparan un reporte de las zonas que continúan en riesgo y las acciones que se realizan para identificar y reducir lugares cualquier accidente. Muchos municipios tuvieron que redirigir recursos para obras de mitigación y otros tuvieron que endeudarse para solventar las necesidades de infraestructura que surgieron, supongo también que hay un reporte financiero sobre endeudamiento y financiamiento de proyectos.

Hasta ahora no existe un fondo de reconstrucción en el Presupuesto de Egresos, aunque sí se aprobó un proyecto de 12 millones de pesos para implementar el sistema de alerta sísmica: el cual suponemos que será informado el avance de funcionamiento.

En algunos lugares del país se planteó o se avanza en la construcción de un memorial para honrar el recuerdo de las víctimas del sismo; en Morelos también deberíamos retomar y discutir sobre esto con la ciudadanía y las organizaciones de la sociedad civil organizada.

En términos de reacción, el gobierno también supongo que informará sobre el plan de protección civil, albergues, acondicionamientos y capacitaciones realizadas para atender la próxima emergencia sísmica.

En el mes de junio de 2020 tuvimos un sismo con epicentro en Oaxaca, pero que tuvo tal amplitud que se sintió en el centro del país; en Oaxaca como en Morelos del 2017, se registraron daños en viviendas construidas con adobe, por lo que ambas experiencias seguramente han servido a las autoridades para evaluar un posible programa de identificación y reconversión de tipo de viviendas de adobe en riesgo.

En fin, creo que muchas de mis dudas serán aclaradas en próximos días y espero que nos dé certeza de que avanzamos por una ruta adecuada porque lo que es un hecho es que en Morelos volverá a temblar y el tiempo es muy valioso para no revivir lo ocurrido en 2017.


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