/ martes 5 de octubre de 2021

La brújula perdida

En México la política ha sufrido un proceso evolutivo o involutivo según la óptica en turno, inéditos escenarios nos descubren situaciones que pudieron ser definitivamente imposibles en otros tiempos nada lejanos. La retórica inició un espontáneo desprendimiento de los discursos presidenciales, los opositores se hicieron más aguerridos aunque menos efectivos y los procesos de sucesión se anticiparon de forma inimaginable.

Ya dejó de aplicar “el que se mueve no sale en la foto”, pues todos los actores políticos interesados en los comicios de 2024 deberán ubicarse permanentemente en el foco de atención de la opinión pública; conocedor del tema, el Presidente ni tardo ni perezoso abrió la mano de póker con la cual apostará a la continuidad de la llamada 4T y se puede ver a sus dos ases, Claudia Sheinbaum Pardo y Marcelo Luis Ebrard Casaubón, ella con grandes posibilidades de convertirse en la primera mujer en la historia de nuestro país en ocupar el puesto político más importante; la actual Jefa del gobierno capitalino recibe constantemente “la anuencia presidencial” que hoy como antes resulta oro molido para las aspiraciones de cualquier político.

Pero AMLO no carga para un solo lado todo el arsenal, ya anteriormente dijo que “buenos gallos” sobraban entre sus filas y por lo tanto lleva y trae a Marcelo Ebrard, quien a pesar de arrastrar los fantasmas de corrupción en la línea 12, recobró brillo como canciller demostrando liderazgo en la región de América Latina; sume a eso, su importante papel en la llegada de vacunas.

Para entender realmente la confianza del presidente en la prolongación de su proyecto, es menester revisar los frentes restantes que parecen ser únicamente dos, Movimiento Ciudadano con su veloz ascenso, más ese extraño caldo de ideales y principios que decidieron formar PRI, PAN y PRD.

En Jalisco la figura de Alfaro ha sufrido un franco deterioro y ya no es la principal posibilidad, mientras Samuel García llega con más aire a la Gubernatura de Nuevo León y no se olvide a Luis Donaldo Colosio Riojas, quien goza de una probada popularidad, el apellido pesa es cierto, pero determinante en sus sueños será el desempeño que muestre en la administración regiomontana, lo evidente es la sana distancia de MC con otros partidos; sus recientes desdenes a la Alianza Federalista marcan la solitaria ruta tomada por el “movimiento naranja”, el abanderado del partido para la contienda de 2024 muy probablemente saldrá de Nuevo León.

Al revisar el amasijo multicolor que formaron los 3 partidos más antiguos de la gama, el panorama resulta menos nítido, después de la “reñida” contienda por la reelección para la dirigencia del blanquiazul, Marko Cortés quiso reinventarse siguiendo el camino del “destape” para hacer frente a los manifiestos de López Obrador, en su abanico de posibilidades presumió como “presidenciables” a Maru Campos quien dudo mucho se pueda desprender de la sombra de Cesar Duarte, también mencionó Diego Sinhue Rodríguez que actualmente gobierna Guanajuato el estado más violento de la República Mexicana, pero eso no le bastó y puso en el tren a Francisco Javier García Cabeza de Vaca, seguramente esperando que para esas fechas el tamaulipeco se encuentre en libertad, Ricardo Anaya sigue en la lista, dejando de lado los problemas legales que atraviesa, Anaya no ha conectado en ningún momento con el electorado, no lo hizo tocando la guitarrita, corriendo para subirse al metro, viajando en combi, comiendo tacos o satanizando "caguamas", no conectará es un hecho; de Francisco Domínguez otra de sus cartas fuertes, Cortés ya recibió el primer descolón ¿acaso el líder del PAN no se sentó antes con sus elegidos? Bueno y en su lista mencionó a Santiago Creel, pero eso me parece más un homenaje para el decano panista que un reconocimiento a reales posibilidades.

De los partidos restantes, el PRD no tiene en la carrillera, al menos por el momento, parque para ponerse a la par de sus aliados, salvo que Monreal se canse de picar piedra en Morena ¿no creen? El PRI por su parte parece más cercano a llegar en plena terapia intensiva que postulando rostros ganadores, sobre todo si antes de las presidenciales pierde sus últimos bastiones como se augura.

Atrás vienen figuras como Margarita Zavala con el respaldo del ex presidente o tal vez un líder empresarial y aunque Claudio X. González ya se autodescartó y Gustavo de Hoyos no parece tener el empuje necesario, a tres años todo puede pasar.

A la democracia le urge que la oposición encuentre la brújula, el ambiente político se tornará más intenso en la segunda parte del sexenio; en el destape de sus favoritos, Andrés Manuel López Obrador demuestra la seguridad que un 63.7% de aprobación brinda a su mandato (Datos de Consulta Mitofsky).

Mas el “dedazo” sigue presente al más rancio estilo priista, el Presidente no puede negar sus orígenes, así que olvidemos la teoría del “dictador comunista” y veamos lo que viene, hasta hoy, el único adversario real de AMLO es AMLO, ojalá esa situación cambie.

En México la política ha sufrido un proceso evolutivo o involutivo según la óptica en turno, inéditos escenarios nos descubren situaciones que pudieron ser definitivamente imposibles en otros tiempos nada lejanos. La retórica inició un espontáneo desprendimiento de los discursos presidenciales, los opositores se hicieron más aguerridos aunque menos efectivos y los procesos de sucesión se anticiparon de forma inimaginable.

Ya dejó de aplicar “el que se mueve no sale en la foto”, pues todos los actores políticos interesados en los comicios de 2024 deberán ubicarse permanentemente en el foco de atención de la opinión pública; conocedor del tema, el Presidente ni tardo ni perezoso abrió la mano de póker con la cual apostará a la continuidad de la llamada 4T y se puede ver a sus dos ases, Claudia Sheinbaum Pardo y Marcelo Luis Ebrard Casaubón, ella con grandes posibilidades de convertirse en la primera mujer en la historia de nuestro país en ocupar el puesto político más importante; la actual Jefa del gobierno capitalino recibe constantemente “la anuencia presidencial” que hoy como antes resulta oro molido para las aspiraciones de cualquier político.

Pero AMLO no carga para un solo lado todo el arsenal, ya anteriormente dijo que “buenos gallos” sobraban entre sus filas y por lo tanto lleva y trae a Marcelo Ebrard, quien a pesar de arrastrar los fantasmas de corrupción en la línea 12, recobró brillo como canciller demostrando liderazgo en la región de América Latina; sume a eso, su importante papel en la llegada de vacunas.

Para entender realmente la confianza del presidente en la prolongación de su proyecto, es menester revisar los frentes restantes que parecen ser únicamente dos, Movimiento Ciudadano con su veloz ascenso, más ese extraño caldo de ideales y principios que decidieron formar PRI, PAN y PRD.

En Jalisco la figura de Alfaro ha sufrido un franco deterioro y ya no es la principal posibilidad, mientras Samuel García llega con más aire a la Gubernatura de Nuevo León y no se olvide a Luis Donaldo Colosio Riojas, quien goza de una probada popularidad, el apellido pesa es cierto, pero determinante en sus sueños será el desempeño que muestre en la administración regiomontana, lo evidente es la sana distancia de MC con otros partidos; sus recientes desdenes a la Alianza Federalista marcan la solitaria ruta tomada por el “movimiento naranja”, el abanderado del partido para la contienda de 2024 muy probablemente saldrá de Nuevo León.

Al revisar el amasijo multicolor que formaron los 3 partidos más antiguos de la gama, el panorama resulta menos nítido, después de la “reñida” contienda por la reelección para la dirigencia del blanquiazul, Marko Cortés quiso reinventarse siguiendo el camino del “destape” para hacer frente a los manifiestos de López Obrador, en su abanico de posibilidades presumió como “presidenciables” a Maru Campos quien dudo mucho se pueda desprender de la sombra de Cesar Duarte, también mencionó Diego Sinhue Rodríguez que actualmente gobierna Guanajuato el estado más violento de la República Mexicana, pero eso no le bastó y puso en el tren a Francisco Javier García Cabeza de Vaca, seguramente esperando que para esas fechas el tamaulipeco se encuentre en libertad, Ricardo Anaya sigue en la lista, dejando de lado los problemas legales que atraviesa, Anaya no ha conectado en ningún momento con el electorado, no lo hizo tocando la guitarrita, corriendo para subirse al metro, viajando en combi, comiendo tacos o satanizando "caguamas", no conectará es un hecho; de Francisco Domínguez otra de sus cartas fuertes, Cortés ya recibió el primer descolón ¿acaso el líder del PAN no se sentó antes con sus elegidos? Bueno y en su lista mencionó a Santiago Creel, pero eso me parece más un homenaje para el decano panista que un reconocimiento a reales posibilidades.

De los partidos restantes, el PRD no tiene en la carrillera, al menos por el momento, parque para ponerse a la par de sus aliados, salvo que Monreal se canse de picar piedra en Morena ¿no creen? El PRI por su parte parece más cercano a llegar en plena terapia intensiva que postulando rostros ganadores, sobre todo si antes de las presidenciales pierde sus últimos bastiones como se augura.

Atrás vienen figuras como Margarita Zavala con el respaldo del ex presidente o tal vez un líder empresarial y aunque Claudio X. González ya se autodescartó y Gustavo de Hoyos no parece tener el empuje necesario, a tres años todo puede pasar.

A la democracia le urge que la oposición encuentre la brújula, el ambiente político se tornará más intenso en la segunda parte del sexenio; en el destape de sus favoritos, Andrés Manuel López Obrador demuestra la seguridad que un 63.7% de aprobación brinda a su mandato (Datos de Consulta Mitofsky).

Mas el “dedazo” sigue presente al más rancio estilo priista, el Presidente no puede negar sus orígenes, así que olvidemos la teoría del “dictador comunista” y veamos lo que viene, hasta hoy, el único adversario real de AMLO es AMLO, ojalá esa situación cambie.