/ lunes 29 de noviembre de 2021

José Revueltas, el más importante intelectual que dio la izquierda mexicana

Y lo es, por varios motivos: por la calidad y diversidad de su obra -y su índole crítica-, escritor dramaturgo fungió asimismo de eslabén entre el Partido Comunista Mexicano (PCM) y la Nueva Izquierda,

También por ser el intelectual del Movimiento del 68 y por haber experimentado, en una vida, todas las las metamorfosis posibles del ser comunista.

Estuvo encarcelado dos veces por su activismo político, la primera en las Islas Marías a los16 años, en esa ocasión durante 16 meses, la segunda en Lecumberri. Pero en el inter, dada la influencia de su familia: fue el menor de sus hermanos Silvestre, Fermín y Rosaura, oriundos de Santiago Papasquiaro, Durando, desarrolló con el tiempo una “pluma” fluída y plena de sus experiencias vividas. Quién no recuerda la icónica crónica de José Maximiliano, su nombre completo. que en su atuendo con su encanecido pelo largo detenido por una liga y barba de “chivo” a semejanza del líder comunista vietnamita Ho Chi Minh, decía yo que su crónica: Un sudario negro sobre el Paricutín y que empieza con estas palabras: “Dionisio Pulido, la única persona en el mundo que puede jactarse de ser propietario de un volcán, no es dueño de nada. Tiene para vivir, sus pies duros, sarmentosos, negros y descalzos, con los cuales caminará en busca de la tierra, tiene sus manos totalmente sucias, pobres hoy, para labrar, ahí donde encuentre abrigo. Sólo eso tiene. Su cuerpo desmedrado y su alma llena de polvo está cubierta de negra ceniza.”

Revueltas (1914-1976), un hombre que supo de la soledad y la privación de la libertad desde los 16 años en las Islas Marías por su militancia de izquierda, es de los pocos personajes que dentro de la literatura no se encasillan en un género sino que amplían sus fronteras incluso las de su ideología personal para escribir magistralmente de la mano con las letras, sus propias crónicas en las que cabe incluso la política Es más, Revueltas, considerado un comunista rebelde, vuelca en sus escritps su sangre misma pese al férreo dogmatismo del PCM -que existió oficialmente entre 1919 y 1981, aunque con varios periodos fluctuando entre el registro legal y la clandestinidad.

Grupo al que perteneció casi toda su vida hasta que harto ya, abandonó sus filas aunque nunca dejó de ser marxista-leninista y también fue ex integrante del Partido Popular Socialista. Pero será hasta 1955 cuando rompa públicamente con este último Partido Popular y pide su reingreso al PCM que lo acepta un año después solo para salir nuevamente de este partido otra vez y definitivamente en 1960. “A José Revueltas es difícil entenderlo dada la complejidad de su vida y de su obra y más cuando se le acusó de ´poseído´, de ser un escritor ´telúrico´ que genera animadversiones retrospectivas que tratan de escamoter el valor artísito de su obra”, a decir del ensayista mexicano nacido en 1970 Gustavo Ogarrio Badillo, egresado de Letras Latinoamericanas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM-, “en sus trabajos Revueltas muestra ese fondo oscuro y violento de la condición humana”. Incluso desprovisto de su filiación ideológica que lo acompañó toda su vida, dentro o fuera de esos partidos de izquierda.

Fíjense queridos lectores de un hecho, -el nacimiento del volcán referido-, ocurrido durante el mes de febrero, su crónica fue publicada en el periódico El Popular en abril de 1943 dos meses después y es que la crónica “Visión del Paricutín” no solo da cuenta del nacimiento del volcán más joven del mundo en ese entonces, sino que también Revueltas se expresa como un narrador-testigo que modula una voz en primera persona que registra esa soledad milenaria, material y metafísica a un mismo tiempo que él mismo vivió a lo largo de su vida.

Y lo que refleja Revueltas en esa crónica maravillosa es el mundo de los despojados pues a la vez que su personaje Dionisio Pulido puede jactarse de ser el propietario de un volcán, en realidad no es dueño de nada porque perdió toda su tierra con el movimiento geológico. Pero décadas después, Revueltas también da recuento puntual y fragmentado del 68 y de Lecumberri cuando es apresado por segunda ocasiónsí como en su obra maestra El Apando, Los Muros de Agua y como lo registra, más tarde, da fe de un país monstruoso en el que nadie “se dolió de la matanza de los inocentes”. Era su muy personal visión de la sociedad que vivió fiel a sí mismo y sin sentirse perteneciente a ningún lugar. “Soy ciudadano del mundo”, dijo en entrevista.


Y hasta el próximo lunes, queridos lectores.


Y lo es, por varios motivos: por la calidad y diversidad de su obra -y su índole crítica-, escritor dramaturgo fungió asimismo de eslabén entre el Partido Comunista Mexicano (PCM) y la Nueva Izquierda,

También por ser el intelectual del Movimiento del 68 y por haber experimentado, en una vida, todas las las metamorfosis posibles del ser comunista.

Estuvo encarcelado dos veces por su activismo político, la primera en las Islas Marías a los16 años, en esa ocasión durante 16 meses, la segunda en Lecumberri. Pero en el inter, dada la influencia de su familia: fue el menor de sus hermanos Silvestre, Fermín y Rosaura, oriundos de Santiago Papasquiaro, Durando, desarrolló con el tiempo una “pluma” fluída y plena de sus experiencias vividas. Quién no recuerda la icónica crónica de José Maximiliano, su nombre completo. que en su atuendo con su encanecido pelo largo detenido por una liga y barba de “chivo” a semejanza del líder comunista vietnamita Ho Chi Minh, decía yo que su crónica: Un sudario negro sobre el Paricutín y que empieza con estas palabras: “Dionisio Pulido, la única persona en el mundo que puede jactarse de ser propietario de un volcán, no es dueño de nada. Tiene para vivir, sus pies duros, sarmentosos, negros y descalzos, con los cuales caminará en busca de la tierra, tiene sus manos totalmente sucias, pobres hoy, para labrar, ahí donde encuentre abrigo. Sólo eso tiene. Su cuerpo desmedrado y su alma llena de polvo está cubierta de negra ceniza.”

Revueltas (1914-1976), un hombre que supo de la soledad y la privación de la libertad desde los 16 años en las Islas Marías por su militancia de izquierda, es de los pocos personajes que dentro de la literatura no se encasillan en un género sino que amplían sus fronteras incluso las de su ideología personal para escribir magistralmente de la mano con las letras, sus propias crónicas en las que cabe incluso la política Es más, Revueltas, considerado un comunista rebelde, vuelca en sus escritps su sangre misma pese al férreo dogmatismo del PCM -que existió oficialmente entre 1919 y 1981, aunque con varios periodos fluctuando entre el registro legal y la clandestinidad.

Grupo al que perteneció casi toda su vida hasta que harto ya, abandonó sus filas aunque nunca dejó de ser marxista-leninista y también fue ex integrante del Partido Popular Socialista. Pero será hasta 1955 cuando rompa públicamente con este último Partido Popular y pide su reingreso al PCM que lo acepta un año después solo para salir nuevamente de este partido otra vez y definitivamente en 1960. “A José Revueltas es difícil entenderlo dada la complejidad de su vida y de su obra y más cuando se le acusó de ´poseído´, de ser un escritor ´telúrico´ que genera animadversiones retrospectivas que tratan de escamoter el valor artísito de su obra”, a decir del ensayista mexicano nacido en 1970 Gustavo Ogarrio Badillo, egresado de Letras Latinoamericanas en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM-, “en sus trabajos Revueltas muestra ese fondo oscuro y violento de la condición humana”. Incluso desprovisto de su filiación ideológica que lo acompañó toda su vida, dentro o fuera de esos partidos de izquierda.

Fíjense queridos lectores de un hecho, -el nacimiento del volcán referido-, ocurrido durante el mes de febrero, su crónica fue publicada en el periódico El Popular en abril de 1943 dos meses después y es que la crónica “Visión del Paricutín” no solo da cuenta del nacimiento del volcán más joven del mundo en ese entonces, sino que también Revueltas se expresa como un narrador-testigo que modula una voz en primera persona que registra esa soledad milenaria, material y metafísica a un mismo tiempo que él mismo vivió a lo largo de su vida.

Y lo que refleja Revueltas en esa crónica maravillosa es el mundo de los despojados pues a la vez que su personaje Dionisio Pulido puede jactarse de ser el propietario de un volcán, en realidad no es dueño de nada porque perdió toda su tierra con el movimiento geológico. Pero décadas después, Revueltas también da recuento puntual y fragmentado del 68 y de Lecumberri cuando es apresado por segunda ocasiónsí como en su obra maestra El Apando, Los Muros de Agua y como lo registra, más tarde, da fe de un país monstruoso en el que nadie “se dolió de la matanza de los inocentes”. Era su muy personal visión de la sociedad que vivió fiel a sí mismo y sin sentirse perteneciente a ningún lugar. “Soy ciudadano del mundo”, dijo en entrevista.


Y hasta el próximo lunes, queridos lectores.