/ martes 29 de octubre de 2024

Relevo en la CNDH

En estos días, el Senado de la República está llevando a cabo el proceso de selección para nombrar a quien presidirá la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

La CNDH es una noble institución que tiene por objetivo proteger los derechos humanos de la población. Fue creada en 1990 por el presidente Salinas de Gortari y en 1999 se le dio autonomía de gestión y presupuestal.

EL primer presidente de la CNDH fue el Dr. Jorge Carpizo McGregor, quien había sido rector de la UNAM y posteriormente secretario de Gobernación, al cual le siguieron otros importantes y destacados juristas, adjunto los nombres.

En México vivimos tiempos muy difíciles en términos de derechos humanos; violencia generalizada en varias regiones del país, feminicidios al alza, incremento en desapariciones, control de los penales por parte de la delincuencia, militarización de la seguridad pública, por mencionar algunas.

Este escenario obliga más que nunca a la CNDH a trabajar con mucha decisión para hacer que se respeten los derechos fundamentales; tomando en cuenta que a la 4T y al actual gobierno no les gusta ser cuestionados por institución alguna, que los exhiba y los acote, tal y como se esperaría de una Comisión de carácter autónomo.

Eso explica que hace cinco años hayan nombrado a la actual presidenta Rosario Piedra Ibarra. Hija de una luchadora pionera en la defensa de los derechos humanos, Rosario Ibarra de Piedra, fundadora del Comité Eureka, organización dedicada a la búsqueda de familiares desaparecidos; primera mujer candidata presidencial en 1982 y en 1988, senadora de la república y muy cercana al grupo político obradorista. El Senado le otorgó en 2019 la medalla Belisario Domínguez, el mismo AMLO declaró que votó por ella en 2018 como reconocimiento a su trayectoria.

Desgraciadamente la gestión de la actual presidenta ha sido tibia, omisa y hasta cómplice, llegando al extremo de negar que en México exista la militarización, cuando en la realidad vemos lo contrario. Como dato hay que apuntar que en el 99% de las quejas en contra del ejercito no se emitió ninguna recomendación por parte de la CNDH. A pesar de los cuestionamientos, la actual presidenta quiere continuar al frente.

El Senado deberá de elegir entre cuarenta y ocho aspirantes a la presidenta o presidente de la CNDH. Entre los aspirantes más destacados se encuentra el M. Raúl Israel Hernández Cruz, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Morelos (CDHM) y presidente de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos, la FDOPDH.

El maestro Raúl Israel ha presidido la CDHM en la administración del futbolista Cuauhtémoc Blanco, cuya gestión se caracterizó por la corrupción y el abandono institucional; la crisis en los penales de Morelos es un ejemplo de esto. El gobierno de Blanco combatió a la CDHM y a su titular con todo el poder del estado, sin embargo, por la vía legal, el titular de la CDHM logró importantes sentencias de la SCJN obligando al titular del ejecutivo a aceptar y acatar diversas recomendaciones emitidas por la comisión.

El titular de la CDHM ha sido firme en su actuar, con mucho valor y siempre con apego a la legalidad, así lo ha demostrado en importantes recomendaciones que ha emitido la comisión a su cargo. Como ejemplo de la capacidad y preparación en materia jurídica, es de resaltar que recientemente, y por primera vez un organismo estatal ganó una Controversia Constitucional relacionada con un tema que compete al Tribunal Superior del estado y a su presidente.

El Ombusperson morelense ha dicho que la CNDH debe ser vista como un apoyo y un complemento de colaboración institucional para seguir avanzando en el respeto a los derechos humanos, nunca como un obstáculo; la CNDH debe de ejercer su autonomía para seguir siendo un referente social de autoridad moral y una noble institución respetada por todas y todos los mexicanos.

Veremos si la decisión de los senadores y senadoras obedece al perfil de los aspirantes o privilegian la cercanía y la militancia política.

Si actúan con responsabilidad, el Ombusperson morelense tiene todas las credenciales para presidir la CNDH.

En estos días, el Senado de la República está llevando a cabo el proceso de selección para nombrar a quien presidirá la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).

La CNDH es una noble institución que tiene por objetivo proteger los derechos humanos de la población. Fue creada en 1990 por el presidente Salinas de Gortari y en 1999 se le dio autonomía de gestión y presupuestal.

EL primer presidente de la CNDH fue el Dr. Jorge Carpizo McGregor, quien había sido rector de la UNAM y posteriormente secretario de Gobernación, al cual le siguieron otros importantes y destacados juristas, adjunto los nombres.

En México vivimos tiempos muy difíciles en términos de derechos humanos; violencia generalizada en varias regiones del país, feminicidios al alza, incremento en desapariciones, control de los penales por parte de la delincuencia, militarización de la seguridad pública, por mencionar algunas.

Este escenario obliga más que nunca a la CNDH a trabajar con mucha decisión para hacer que se respeten los derechos fundamentales; tomando en cuenta que a la 4T y al actual gobierno no les gusta ser cuestionados por institución alguna, que los exhiba y los acote, tal y como se esperaría de una Comisión de carácter autónomo.

Eso explica que hace cinco años hayan nombrado a la actual presidenta Rosario Piedra Ibarra. Hija de una luchadora pionera en la defensa de los derechos humanos, Rosario Ibarra de Piedra, fundadora del Comité Eureka, organización dedicada a la búsqueda de familiares desaparecidos; primera mujer candidata presidencial en 1982 y en 1988, senadora de la república y muy cercana al grupo político obradorista. El Senado le otorgó en 2019 la medalla Belisario Domínguez, el mismo AMLO declaró que votó por ella en 2018 como reconocimiento a su trayectoria.

Desgraciadamente la gestión de la actual presidenta ha sido tibia, omisa y hasta cómplice, llegando al extremo de negar que en México exista la militarización, cuando en la realidad vemos lo contrario. Como dato hay que apuntar que en el 99% de las quejas en contra del ejercito no se emitió ninguna recomendación por parte de la CNDH. A pesar de los cuestionamientos, la actual presidenta quiere continuar al frente.

El Senado deberá de elegir entre cuarenta y ocho aspirantes a la presidenta o presidente de la CNDH. Entre los aspirantes más destacados se encuentra el M. Raúl Israel Hernández Cruz, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del estado de Morelos (CDHM) y presidente de la Federación Mexicana de Organismos Públicos de Derechos Humanos, la FDOPDH.

El maestro Raúl Israel ha presidido la CDHM en la administración del futbolista Cuauhtémoc Blanco, cuya gestión se caracterizó por la corrupción y el abandono institucional; la crisis en los penales de Morelos es un ejemplo de esto. El gobierno de Blanco combatió a la CDHM y a su titular con todo el poder del estado, sin embargo, por la vía legal, el titular de la CDHM logró importantes sentencias de la SCJN obligando al titular del ejecutivo a aceptar y acatar diversas recomendaciones emitidas por la comisión.

El titular de la CDHM ha sido firme en su actuar, con mucho valor y siempre con apego a la legalidad, así lo ha demostrado en importantes recomendaciones que ha emitido la comisión a su cargo. Como ejemplo de la capacidad y preparación en materia jurídica, es de resaltar que recientemente, y por primera vez un organismo estatal ganó una Controversia Constitucional relacionada con un tema que compete al Tribunal Superior del estado y a su presidente.

El Ombusperson morelense ha dicho que la CNDH debe ser vista como un apoyo y un complemento de colaboración institucional para seguir avanzando en el respeto a los derechos humanos, nunca como un obstáculo; la CNDH debe de ejercer su autonomía para seguir siendo un referente social de autoridad moral y una noble institución respetada por todas y todos los mexicanos.

Veremos si la decisión de los senadores y senadoras obedece al perfil de los aspirantes o privilegian la cercanía y la militancia política.

Si actúan con responsabilidad, el Ombusperson morelense tiene todas las credenciales para presidir la CNDH.

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