En México continuamos pensando y ejecutando sobre la forma en que debemos generar negocios a corto plazo, en el antes y no en el futuro. Estamos parados en la decisión de si todo lo tienen que realizar las empresas “productivas” del Estado ahora que empresas privadas están listas para invertir alrededor de 160,000 millones de pesos de acuerdo al Plan Nacional de Desarrollo en infraestructura, plan con maña.
Estamos de regreso a lo mismo que históricamente hacemos: construir sin planeación lugares para vivir, infraestructura, zonas de trabajo, parques industriales y todo aquello que requiera energía para poder realizar cada una de las actividades que hacemos. Hoy tenemos que hacer un análisis entre lo importante y lo urgente, porque al día de hoy ambas cosas en esta línea de tiempo están mezcladas creando confusión sobre el rumbo a tomar.
La pregunta sobre de dónde saldrá la nueva inversión para el país -ante una falta de flujo de efectivo circulante- incrementa para la industria energética, ante la falta de un plan de largo plazo, estamos “contentos” porque la Inversión Extranjera Directa (IED) preliminar ascendió a 26,055.6 millones de dólares, lo que representó un incremento de 7.78% respecto a la cifra preliminar dada a conocer para el mismo periodo de 2018 (24,174.3 millones de dólares), pero de nuevo confundimos el resultado final con la particularidad del cómo la conforma dicha inversión, que ayuda a incrementar el flujo de efectivo, La IED es:
Nuevas inversiones que en 2019 representó el 36.13% del total y en 2018 fue de 36.92%; No hubo incremento en valor absoluto.
Reinversión de utilidades, la cual indica el aumento de capital de una empresa en 2019 de 55.23% del total y en 2018 del 41.26%, ¿Qué dijo? Indica que las empresas tuvieron que inyectar dinero para MANTENER el negocio.
Cuentas entre compañías, el intercambio de dinero entre empresas para realizar negocio en 2019 fue de 8.65% y 21.83% en 2018. Redujo el dinero entre empresas.
Ante esto, México y Morelos de nuevo dependerán del presupuesto 2020 para mantener una economía estable o con el mínimo de pérdida (sin crecimiento), al depender de la recaudación que circule en el país y estado del dinero que provenga de la ley de ingresos aprobada y de la forma que quede distribuido el presupuesto, lo anterior ha sido el argumento de la caída del crecimiento del PIB.
En la primera quincena de enero, la inflación en México registró su mayor nivel en 10 quincenas debido a la actualización de impuestos por el inicio de año y el índice Nacional de Precios al Consumidor avanzó 3.18% en la quincena a tasa anual, (Inegi).
La inflación subyacente, considerada un mejor parámetro para medir el alza de los precios porque elimina productos de alta volatilidad, aumentó un 3.73% a tasa anual, los productos que más subieron e incidieron en el alza de la inflación fueron: calabacita, con un aumento del 25.59%; el tomate verde, que aumentó 20.90%; los cigarrillos tuvieron un alza de 7.64% y el jitomate, que registró un alza de 7.27%, servicios como el transporte y el agua tuvieron un alza de 2.14% y 1.54% respectivamente.
Los productos que en la primera mitad de enero bajaron de precio son: el transporte aéreo, servicios turísticos en paquete, hoteles, nopales, papaya y aguacate, esperemos que otros y derivado del repunte en el sector secundario, tengan una disminución gradual.
¡Que así sea!
