/ martes 27 de agosto de 2019

Informe presidencial, la primera cita

El presidente López Obrador pavimenta ya el camino para lo que será su primer informe de gobierno, a 10 meses de iniciado su mandato, se enfrentará el escrutinio social en un ejercicio democrático que sin duda, por la gran cantidad de detractores y simpatizantes, significa ya uno los más esperados en la historia moderna de México.

“No es por presumir” reza el slogan elegido para esta ocasión, el presidente muestra una vez más la habilidad para mover las aguas de la política mexicana, porque incluso esta simple frase ha servido para desatar la polémica en torno a su trabajo, pues mientras no pocos simpatizantes consideran existen buenos logros, un importante sector ve a nuestro país en un impase que presagia tormentas e inestabilidad.

AMLO ha cumplido promesas que llevará al Congreso de la Unión el primer día de Septiembre, sus estandartes electorales fueron ondeados y la pensión a expresidentes vio un justo final, el avión presidencial pasó a formar parte de la negra historia del dispendio pernicioso en nuestro país, además tiene el dedo puesto en el Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Lucía con todos los “asegunes” de estos proyectos, el tema del “huachicoleo” a pesar del desabasto de combustible que se sufrió al inicio, fue atendido por primera vez sin simulaciones, la SADER implementará un plan para dejar de importar 400 mil toneladas de maíz dando así preferencia a productores mexicanos, se anunció también que bajó 25.04 % la importación de gasolinas en el mes de julio con respecto al mismo periodo en 2018, esto tambien formaba parte del proyecto lopezobradorista, quedan pendientes importantes temas como la educación que aún no da razones para respaldar la cancelación de la reforma peñista, el sector salud con un evidente problema de desabasto en medicamentos, la migración, una austeridad cuestionable y el pobre por no decir inexistente crecimiento económico.

A pesar de lo anterior, pareciera ser que existen motivos para que AMLO presuma lo que dice no querer presumir en una avalancha de spots que nos han recetado en los últimos días, alguien le asesoró bien en este sentido y los mensajes suenan contundentes, habla de un aumento significativo al salario mínimo, de sus programas sociales, de una deuda pública que no registró incremento, de la erradicación de los gasolinazos, de la baja en los precios al público del gas l.p. y de otras cosas que indudablemente representan buenos puntos, sin embargo el panorama se nubla cuando se toca el tema de la inseguridad, el problema de la violencia lejos de solucionarse ha crecido en casi todos los Estados, feminicidios, extorsiones, secuestros, ejecuciones, etc. Han engrosado las estadísticas actuales de lo que se presagia sea un año aún más violento que el 2018, a pesar de esto, tal vez y solo por única ocasión el Presidente pueda esgrimir el argumento de la inercia implícita que el delicado asunto tiene y de la reciente creación de la Guardia Nacional aunque esto no será bien recibido cuando existen detractores políticos y una ciudadanía harta de la situación.

Hoy en día, el As bajo la manga de Andrés Manuel López Obrador es el combate a la corrupción, los temas de Odebrecht y “La Estafa Maestra” deben ser agotados hasta sus últimas consecuencias, no basta con Rosario Robles, muchos Secretarios de Estado y funcionarios de todos los niveles hacia abajo y también hacia arriba deben terminar en la cárcel y no basta tampoco el encarcelamiento para culpables, debe darse con el paradero de los miles de millones de pesos robados que significó un complejo andamiaje diseñado por un gobierno corrupto, expresamente para saquear a México y afrentar a los mexicanos.

La carta debe ser jugada con habilidad ya que podría tratarse del salvoconducto que avale el paso de la llamada 4T por nuestra historia o sencillamente la deje sin haber cruzado el puente.

Una gran expectativa para la primera cita con la rendición de cuentas que el 1 de septiembre pondrá de cara al Presidente con la ciudadanía, esta vez la plaza no se llenará solo de simpatizantes.


Twitter: @michelleonofre

El presidente López Obrador pavimenta ya el camino para lo que será su primer informe de gobierno, a 10 meses de iniciado su mandato, se enfrentará el escrutinio social en un ejercicio democrático que sin duda, por la gran cantidad de detractores y simpatizantes, significa ya uno los más esperados en la historia moderna de México.

“No es por presumir” reza el slogan elegido para esta ocasión, el presidente muestra una vez más la habilidad para mover las aguas de la política mexicana, porque incluso esta simple frase ha servido para desatar la polémica en torno a su trabajo, pues mientras no pocos simpatizantes consideran existen buenos logros, un importante sector ve a nuestro país en un impase que presagia tormentas e inestabilidad.

AMLO ha cumplido promesas que llevará al Congreso de la Unión el primer día de Septiembre, sus estandartes electorales fueron ondeados y la pensión a expresidentes vio un justo final, el avión presidencial pasó a formar parte de la negra historia del dispendio pernicioso en nuestro país, además tiene el dedo puesto en el Tren Maya y el Aeropuerto de Santa Lucía con todos los “asegunes” de estos proyectos, el tema del “huachicoleo” a pesar del desabasto de combustible que se sufrió al inicio, fue atendido por primera vez sin simulaciones, la SADER implementará un plan para dejar de importar 400 mil toneladas de maíz dando así preferencia a productores mexicanos, se anunció también que bajó 25.04 % la importación de gasolinas en el mes de julio con respecto al mismo periodo en 2018, esto tambien formaba parte del proyecto lopezobradorista, quedan pendientes importantes temas como la educación que aún no da razones para respaldar la cancelación de la reforma peñista, el sector salud con un evidente problema de desabasto en medicamentos, la migración, una austeridad cuestionable y el pobre por no decir inexistente crecimiento económico.

A pesar de lo anterior, pareciera ser que existen motivos para que AMLO presuma lo que dice no querer presumir en una avalancha de spots que nos han recetado en los últimos días, alguien le asesoró bien en este sentido y los mensajes suenan contundentes, habla de un aumento significativo al salario mínimo, de sus programas sociales, de una deuda pública que no registró incremento, de la erradicación de los gasolinazos, de la baja en los precios al público del gas l.p. y de otras cosas que indudablemente representan buenos puntos, sin embargo el panorama se nubla cuando se toca el tema de la inseguridad, el problema de la violencia lejos de solucionarse ha crecido en casi todos los Estados, feminicidios, extorsiones, secuestros, ejecuciones, etc. Han engrosado las estadísticas actuales de lo que se presagia sea un año aún más violento que el 2018, a pesar de esto, tal vez y solo por única ocasión el Presidente pueda esgrimir el argumento de la inercia implícita que el delicado asunto tiene y de la reciente creación de la Guardia Nacional aunque esto no será bien recibido cuando existen detractores políticos y una ciudadanía harta de la situación.

Hoy en día, el As bajo la manga de Andrés Manuel López Obrador es el combate a la corrupción, los temas de Odebrecht y “La Estafa Maestra” deben ser agotados hasta sus últimas consecuencias, no basta con Rosario Robles, muchos Secretarios de Estado y funcionarios de todos los niveles hacia abajo y también hacia arriba deben terminar en la cárcel y no basta tampoco el encarcelamiento para culpables, debe darse con el paradero de los miles de millones de pesos robados que significó un complejo andamiaje diseñado por un gobierno corrupto, expresamente para saquear a México y afrentar a los mexicanos.

La carta debe ser jugada con habilidad ya que podría tratarse del salvoconducto que avale el paso de la llamada 4T por nuestra historia o sencillamente la deje sin haber cruzado el puente.

Una gran expectativa para la primera cita con la rendición de cuentas que el 1 de septiembre pondrá de cara al Presidente con la ciudadanía, esta vez la plaza no se llenará solo de simpatizantes.


Twitter: @michelleonofre

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