/ domingo 13 de diciembre de 2020

Igualdad ante la ley

México atraviesa momentos de transformación profunda. El proyecto de nación, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, llama al cambio en todas las esferas que conforman nuestra sociedad. Desde la generación de una cultura de respeto y responsabilidad social, hasta la actualización de nuestras leyes para construir un futuro más justo e inclusivo, nuestro país debe mutar para estar a la altura de los nuevos tiempos.

Una de las modificaciones que conforman esta transformación apunta al fuero que, en la teoría, tiene la función principal de proteger el trabajo de servidoras y servidores públicos, con la finalidad de que sus labores en favor de la comunidad no se detengan. No obstante, en la práctica, la inmunidad otorgada por el fuero es uno de los recursos que, por años, ha sido aprovechado por agentes políticos para evadir responsabilidades, mantenerse impunes cuando transitan fuera de la legalidad y evadir el peso de la ley.

Esta problemática la podemos ver materializada en nuestro contexto actual. Es muy lamentable que, en nuestro Morelos, el fuero sea razón por la cual no se alcance la justicia, y personajes con graves acusaciones en su contra se mantengan resguardados detrás de su cargo.

Por ello, a finales del mes pasado, las y los Senadores aprobamos una serie de reformas a los artículos 108 y 111 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con lo que se eliminó, por un lado, la inmunidad presidencial. Con ello, se permite que quien ocupe la cabeza del Ejecutivo Federal pueda ser imputado y juzgado, por los delitos que cometa durante su encargo. Dentro del listado de delitos se incluyen la corrupción, delitos electorales y cualquier ilícito por el que cualquier ciudadano o ciudadana pueda ser juzgado e imputado.

Por otro lado, extendimos esta remoción de inmunidad a las y los legisladores federales, de modo que, así como el presidente, quienes cometan cualquier delito durante su encargo serán llevados ante los tribunales de justicia. Así, se pone un alto a la impunidad legislativa que existía en el periodo neoliberal.

Esto es un gran avance en el combate a la corrupción y la impunidad. Es un paso en dirección a la justicia, la rendición de cuentas y el correcto quehacer político. Nunca más serán tolerados los abusos que por años se mantuvieron presentes en las esferas políticas mexicanas.

Bajo esta misma línea de ideas, es de suma importancia que las y los legisladores locales sean congruentes con la transformación que vivimos en el país. La Constitución local debe homologarse para que la inmunidad parlamentaria sea removida. Hay que entender que todas y todos debemos ser iguales ante la ley para poder dejar en el pasado la impunidad que ha reinado en México.

De esta manera, podremos evitar que en un futuro se cometan delitos bajo el cobijo de la impunidad. Es importante que se pueda exigir justicia a quienes tienen un cargo de elección popular. Nadie puede estar por encima de la ley.


Senadora por Morelos

Redes sociales: @LuciaMezaGzm

México atraviesa momentos de transformación profunda. El proyecto de nación, encabezado por Andrés Manuel López Obrador, llama al cambio en todas las esferas que conforman nuestra sociedad. Desde la generación de una cultura de respeto y responsabilidad social, hasta la actualización de nuestras leyes para construir un futuro más justo e inclusivo, nuestro país debe mutar para estar a la altura de los nuevos tiempos.

Una de las modificaciones que conforman esta transformación apunta al fuero que, en la teoría, tiene la función principal de proteger el trabajo de servidoras y servidores públicos, con la finalidad de que sus labores en favor de la comunidad no se detengan. No obstante, en la práctica, la inmunidad otorgada por el fuero es uno de los recursos que, por años, ha sido aprovechado por agentes políticos para evadir responsabilidades, mantenerse impunes cuando transitan fuera de la legalidad y evadir el peso de la ley.

Esta problemática la podemos ver materializada en nuestro contexto actual. Es muy lamentable que, en nuestro Morelos, el fuero sea razón por la cual no se alcance la justicia, y personajes con graves acusaciones en su contra se mantengan resguardados detrás de su cargo.

Por ello, a finales del mes pasado, las y los Senadores aprobamos una serie de reformas a los artículos 108 y 111 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con lo que se eliminó, por un lado, la inmunidad presidencial. Con ello, se permite que quien ocupe la cabeza del Ejecutivo Federal pueda ser imputado y juzgado, por los delitos que cometa durante su encargo. Dentro del listado de delitos se incluyen la corrupción, delitos electorales y cualquier ilícito por el que cualquier ciudadano o ciudadana pueda ser juzgado e imputado.

Por otro lado, extendimos esta remoción de inmunidad a las y los legisladores federales, de modo que, así como el presidente, quienes cometan cualquier delito durante su encargo serán llevados ante los tribunales de justicia. Así, se pone un alto a la impunidad legislativa que existía en el periodo neoliberal.

Esto es un gran avance en el combate a la corrupción y la impunidad. Es un paso en dirección a la justicia, la rendición de cuentas y el correcto quehacer político. Nunca más serán tolerados los abusos que por años se mantuvieron presentes en las esferas políticas mexicanas.

Bajo esta misma línea de ideas, es de suma importancia que las y los legisladores locales sean congruentes con la transformación que vivimos en el país. La Constitución local debe homologarse para que la inmunidad parlamentaria sea removida. Hay que entender que todas y todos debemos ser iguales ante la ley para poder dejar en el pasado la impunidad que ha reinado en México.

De esta manera, podremos evitar que en un futuro se cometan delitos bajo el cobijo de la impunidad. Es importante que se pueda exigir justicia a quienes tienen un cargo de elección popular. Nadie puede estar por encima de la ley.


Senadora por Morelos

Redes sociales: @LuciaMezaGzm