/ lunes 9 de marzo de 2020

Hoy ninguna se mueve

Ayer domingo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, contingentes de mujeres mexicanas tomaron las calles y plazas públicas en todos los Estados del país para hacerse escuchar y lanzar un sólo grito: ¡Ni una Más!

En todos los estados del país, las mujeres marcharon, se manifestaron y exigieron justicia por las mujeres desaparecidas, por las asesinadas, por las ultrajadas. Fue un día de acciones insólitas, porque por primera vez, la participación de las mujeres se unificó en la lucha por el respeto a nuestros derechos.

Fue un grito de hartazgo ante la violencia que se ha desatado en contra de nosotras. Por ello, tenemos que levantar la voz y reclamar con contundencia: Ya basta de violencia intrafamiliar, de violencia doméstica, de violencia sexual, de violencia laboral, de violencia salarial, de violencia social y de violencia política. Ya basta de violencia en contra de ellas y de nosotras.

Las mujeres ya no podemos permitir que se normalicen estos actos de violencia, porque su normalización está provocando y aumentando el número de mujeres asesinadas. Por ello, en todo el país tenemos que visibilizar los actos sistemáticos y estructurales que nos afectan a todas.

Tenemos que desarraigas la violencia de las conductas humanas, tenemos que desarraigar los micromachismos en hombres, mujeres niños y niñas. Se tiene que empezar a ver a la mujer como un sujeto y no como un objeto. México necesita cambiar.

En nuestro país la criminalidad en contra de las mujeres ha crecido y el Estado Mexicano no está haciendo nada para frenar esta violencia sistemática. Lamentablemente, el Estado de Morelos, no es la excepción.

De acuerdo a estadísticas oficiales del Secretariado Ejecutivo Nacional, Morelos ocupa el primer lugar en feminicidios. En el 2019 se registraron 115 asesinatos contra mujeres, 66 fueron dolosos y 49 culposos. De ese total, sólo 39 fueron considerados feminicidios.

No obstante, Morelos ocupa el primer lugar nacional con la mayor tasa de asesinatos en contra de mujeres y en los primeros dos meses de este año se han asesinado a 17, casi la mitad de los registrados en el 2019. Esto significa que no para la violencia en contra de las mujeres.

La cifra negra, la que no se cuenta y la que nadie quiere ver, es aún más alarmante. Por esa y otra razones más, este lunes se emprende el movimiento: El 9 ninguna se mueve, con el objetivo de sacudir las conciencias de los hombres, pero también de la sociedad y del Estado Mexicano. El ausentarnos de nuestra vida cotidiana, de nuestra vida laboral, social, económica y política, no es crear ni generar vacíos.

En realidad, es una forma de visibilizar lo que sucede cuando una mujer no llega a su casa, no llega al trabajo, no realizó las compras, no acudió a la escuela, o simplemente no está, porque fue secuestrada, porque esta desaparecida, porque fue abusada sexualmente o porque fue asesinada.

En una forma de poner en el centro de la conciencia de México, la ausencia de la mujer que ya no está, porque la violencia de género le arrebató su existencia.

Es sin duda, una protesta que tiene que hacer reflexionar a los hombres y a este sistema machista, es una manifestación que clama un cambio en la estructura social, es un movimiento que exige a los gobernantes garantizar seguridad para todos y todas las mexicanas.

La usencia de la mujer se tiene que observar por todo México, porque sin las mujeres este país no avanzaría, porque sin las mujeres no se desarrollaría. Y en este objetivo los hombres deben de empezar a cambiar su forma de actuar y de pensar frente a la mujer. Ni una Más.

Ayer domingo 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, contingentes de mujeres mexicanas tomaron las calles y plazas públicas en todos los Estados del país para hacerse escuchar y lanzar un sólo grito: ¡Ni una Más!

En todos los estados del país, las mujeres marcharon, se manifestaron y exigieron justicia por las mujeres desaparecidas, por las asesinadas, por las ultrajadas. Fue un día de acciones insólitas, porque por primera vez, la participación de las mujeres se unificó en la lucha por el respeto a nuestros derechos.

Fue un grito de hartazgo ante la violencia que se ha desatado en contra de nosotras. Por ello, tenemos que levantar la voz y reclamar con contundencia: Ya basta de violencia intrafamiliar, de violencia doméstica, de violencia sexual, de violencia laboral, de violencia salarial, de violencia social y de violencia política. Ya basta de violencia en contra de ellas y de nosotras.

Las mujeres ya no podemos permitir que se normalicen estos actos de violencia, porque su normalización está provocando y aumentando el número de mujeres asesinadas. Por ello, en todo el país tenemos que visibilizar los actos sistemáticos y estructurales que nos afectan a todas.

Tenemos que desarraigas la violencia de las conductas humanas, tenemos que desarraigar los micromachismos en hombres, mujeres niños y niñas. Se tiene que empezar a ver a la mujer como un sujeto y no como un objeto. México necesita cambiar.

En nuestro país la criminalidad en contra de las mujeres ha crecido y el Estado Mexicano no está haciendo nada para frenar esta violencia sistemática. Lamentablemente, el Estado de Morelos, no es la excepción.

De acuerdo a estadísticas oficiales del Secretariado Ejecutivo Nacional, Morelos ocupa el primer lugar en feminicidios. En el 2019 se registraron 115 asesinatos contra mujeres, 66 fueron dolosos y 49 culposos. De ese total, sólo 39 fueron considerados feminicidios.

No obstante, Morelos ocupa el primer lugar nacional con la mayor tasa de asesinatos en contra de mujeres y en los primeros dos meses de este año se han asesinado a 17, casi la mitad de los registrados en el 2019. Esto significa que no para la violencia en contra de las mujeres.

La cifra negra, la que no se cuenta y la que nadie quiere ver, es aún más alarmante. Por esa y otra razones más, este lunes se emprende el movimiento: El 9 ninguna se mueve, con el objetivo de sacudir las conciencias de los hombres, pero también de la sociedad y del Estado Mexicano. El ausentarnos de nuestra vida cotidiana, de nuestra vida laboral, social, económica y política, no es crear ni generar vacíos.

En realidad, es una forma de visibilizar lo que sucede cuando una mujer no llega a su casa, no llega al trabajo, no realizó las compras, no acudió a la escuela, o simplemente no está, porque fue secuestrada, porque esta desaparecida, porque fue abusada sexualmente o porque fue asesinada.

En una forma de poner en el centro de la conciencia de México, la ausencia de la mujer que ya no está, porque la violencia de género le arrebató su existencia.

Es sin duda, una protesta que tiene que hacer reflexionar a los hombres y a este sistema machista, es una manifestación que clama un cambio en la estructura social, es un movimiento que exige a los gobernantes garantizar seguridad para todos y todas las mexicanas.

La usencia de la mujer se tiene que observar por todo México, porque sin las mujeres este país no avanzaría, porque sin las mujeres no se desarrollaría. Y en este objetivo los hombres deben de empezar a cambiar su forma de actuar y de pensar frente a la mujer. Ni una Más.