/ lunes 4 de mayo de 2020

Este 10 de mayo regala vida, quédate en casa

La isla de Hokaido en Japón había entregado resultados ejemplares en la respuesta social a la pandemia de COVID-19. En solo seis semanas a partir del primer caso las medidas de aislamiento domiciliario habían permitieron una semana completa sin un solo caso nuevo. La falsa sensación de seguridad desató presión social para que el gobierno autorizara la celebración del Festival de la Nieve de Sapporo, el evento turístico más importante del año y que habitualmente atrae más de dos millones de turistas. El gobierno cedió y una semana después del Festival el contagio se había salido de control.

El repunte del brote llevó al gobierno a reimplantar de una manera todavía más estricta el aislamiento domiciliario acompañado de una campaña masiva de realización de pruebas. Si los habitantes de Hokaido hubieran sacrificado el festival, para esta fecha ya hubieran salido del aislamiento. Las condiciones actuales les van a representar un mayor costo de salud, de vida y de pérdida económica ya que de momento no es prudente, ni siquiera, plantear el retorno a las actividades.

Como el tiempo de incubación del virus es de dos semana, es fundamentar recalcar aquí que no es responsable relajar ninguna medida hasta que una zona se encuentra libre de nuevos casos por un mes. Así lo están entendiendo todos los países y Francia, por ejemplo, anuncia ayer la prorroga del aislamiento un mes más al no poder presentar evidencia del control del contagio.

Las características únicas de COVID-19 nos representan un desafío nunca antes visto en la historia de la humanidad. Todo nuestro conocimiento científico está enfocado al entendimiento y solución del problema. El desarrollo de la vacuna es de fundamental importancia pero no solo eso. Entender quiénes contagian y cómo lo hacen permite desarrollar mejores medidas preventivas. Entender cuáles son los primeros síntomas de la enfermedad, aún en su compleja variedad, es fundamental para que la atención médica sea recibida con toda oportunidad. Entender las diversas manifestaciones clínicas de la infección permitirá un mejor tratamiento hospitalario incrementando la expectativa de recuperación y reduciendo el riesgo al personal de salud.

Al día de hoy en Morelos la pandemia se encuentra en su fase de mayor propagación. La nula coordinación en la aplicación de medidas preventivas entre municipios y regiones, tanto en la variedad de acciones como en su severidad, ha dado como resultado que la enfermedad se esparza en nuestro estado más rápidamente que la media nacional.

Cuernavaca posee el 37% de la población del estado, de manera proporcional, el número de casos en el municipio se ha mantenido alrededor de este valor. La oportunidad y severidad de las medidas aplicadas en Cuernavaca ha tenido un resultado positivo que es importante conocer. Mientras que a nivel nacional 9.3 de cada 100 casos positivos fallecen, en Cuernavaca son solamente 5.8, por debajo también de la media estatal que es 11.9%, una de las mas altas en el país.

Todos los días se acumulan nuevos casos en Cuernavaca y mientras este indicador no cambie no sería responsable recomendar el levantamiento de las medidas. Dado que el tiempo de incubación de la enfermedad es quince días, lo que sabemos de seguro en este momento es que sería extraordinariamente difícil, pero no imposible, que regresemos a la nueva normalidad en junio. Depende de cada uno de nosotros.

El relajamiento observado el pasado 30 de abril cuando decenas de cuernavacences salieron a la calle a comprar alimentos preparados y otro tipo de artículos para celebrar el día del niño encendió una alerta roja. La combinación del hartazgo y el afecto podrían ocasionar que la situación empeore todavía más si no hacemos conciencia del riesgo tan grande que implica relajarnos un solo día como sucedió en Hokaido. Y ese día podría ser el 10 de mayo.

La reapertura del comercio así como la realización masiva de reuniones familiares tendría consecuencia catastróficas aumentando el número de contagios que llevaría, de manera inevitable, al tan temido colapso de nuestro frágil sistema de salud estatal. Aún más, los contagios entre familiares podrían en riesgo mortal precisamente a quienes pretendemos celebrar, a nuestras mamás. Hagamos conciencia. Este 10 de mayo regalen vida, quédense en casa.


Información adicional de éste y otros temas de interés visiten http://reivindicandoapluton.blogspot.mx

La isla de Hokaido en Japón había entregado resultados ejemplares en la respuesta social a la pandemia de COVID-19. En solo seis semanas a partir del primer caso las medidas de aislamiento domiciliario habían permitieron una semana completa sin un solo caso nuevo. La falsa sensación de seguridad desató presión social para que el gobierno autorizara la celebración del Festival de la Nieve de Sapporo, el evento turístico más importante del año y que habitualmente atrae más de dos millones de turistas. El gobierno cedió y una semana después del Festival el contagio se había salido de control.

El repunte del brote llevó al gobierno a reimplantar de una manera todavía más estricta el aislamiento domiciliario acompañado de una campaña masiva de realización de pruebas. Si los habitantes de Hokaido hubieran sacrificado el festival, para esta fecha ya hubieran salido del aislamiento. Las condiciones actuales les van a representar un mayor costo de salud, de vida y de pérdida económica ya que de momento no es prudente, ni siquiera, plantear el retorno a las actividades.

Como el tiempo de incubación del virus es de dos semana, es fundamentar recalcar aquí que no es responsable relajar ninguna medida hasta que una zona se encuentra libre de nuevos casos por un mes. Así lo están entendiendo todos los países y Francia, por ejemplo, anuncia ayer la prorroga del aislamiento un mes más al no poder presentar evidencia del control del contagio.

Las características únicas de COVID-19 nos representan un desafío nunca antes visto en la historia de la humanidad. Todo nuestro conocimiento científico está enfocado al entendimiento y solución del problema. El desarrollo de la vacuna es de fundamental importancia pero no solo eso. Entender quiénes contagian y cómo lo hacen permite desarrollar mejores medidas preventivas. Entender cuáles son los primeros síntomas de la enfermedad, aún en su compleja variedad, es fundamental para que la atención médica sea recibida con toda oportunidad. Entender las diversas manifestaciones clínicas de la infección permitirá un mejor tratamiento hospitalario incrementando la expectativa de recuperación y reduciendo el riesgo al personal de salud.

Al día de hoy en Morelos la pandemia se encuentra en su fase de mayor propagación. La nula coordinación en la aplicación de medidas preventivas entre municipios y regiones, tanto en la variedad de acciones como en su severidad, ha dado como resultado que la enfermedad se esparza en nuestro estado más rápidamente que la media nacional.

Cuernavaca posee el 37% de la población del estado, de manera proporcional, el número de casos en el municipio se ha mantenido alrededor de este valor. La oportunidad y severidad de las medidas aplicadas en Cuernavaca ha tenido un resultado positivo que es importante conocer. Mientras que a nivel nacional 9.3 de cada 100 casos positivos fallecen, en Cuernavaca son solamente 5.8, por debajo también de la media estatal que es 11.9%, una de las mas altas en el país.

Todos los días se acumulan nuevos casos en Cuernavaca y mientras este indicador no cambie no sería responsable recomendar el levantamiento de las medidas. Dado que el tiempo de incubación de la enfermedad es quince días, lo que sabemos de seguro en este momento es que sería extraordinariamente difícil, pero no imposible, que regresemos a la nueva normalidad en junio. Depende de cada uno de nosotros.

El relajamiento observado el pasado 30 de abril cuando decenas de cuernavacences salieron a la calle a comprar alimentos preparados y otro tipo de artículos para celebrar el día del niño encendió una alerta roja. La combinación del hartazgo y el afecto podrían ocasionar que la situación empeore todavía más si no hacemos conciencia del riesgo tan grande que implica relajarnos un solo día como sucedió en Hokaido. Y ese día podría ser el 10 de mayo.

La reapertura del comercio así como la realización masiva de reuniones familiares tendría consecuencia catastróficas aumentando el número de contagios que llevaría, de manera inevitable, al tan temido colapso de nuestro frágil sistema de salud estatal. Aún más, los contagios entre familiares podrían en riesgo mortal precisamente a quienes pretendemos celebrar, a nuestras mamás. Hagamos conciencia. Este 10 de mayo regalen vida, quédense en casa.


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