/ martes 19 de febrero de 2019

Estancias infantiles: el río revuelto

Los días pasan, el dinero se agota, los gastos siguen y la incertidumbre crece; no se ve una luz al final del túnel por las estancias infantiles; López Obrador no mueve un ápice su postura, ahora dice que de cada tres estancias, dos tenían malos manejos, ¿pero tiene la película completa?

El asunto se ha politizado con declaraciones de todos los frentes, la reciente y polémica renuncia de la exdiputada panista Clara Torres al cargo que ostentaba desde la anterior administración como directora de Estancias Infantiles por inconformarse ante las medidas tomadas por el gobierno federal y “amenaza” realizar activismo en favor de las estancias.

Sin embargo omitió decir la exfuncionaria juarense, lo dicho en la conferencia mañanera de Palacio Nacional por la Subsecretaria de Bienestar Ariadna Montiel Reyes: Clara Torres no era la actual directora de estancias infantiles y su labor estaba limitada a apoyar con su

experiencia la construcción del nuevo modelo, dando a entender una su permanencia temporal y salida inminente.

Además dijo haber sido precisa con Torres, la población objetivo eran los niños y no los responsables de las estancias, un punto de vista que revela por parte de la subsecretaria, un desconocimiento del programa y sus mecánicas.

Los legisladores del PAN anunciaron acciones por la defensa del programa; Cecilia Soto, Samuel García y otros personajes, se han subido de manera “heroica” al tren de la defensa de las Estancias Infantiles.

Si lo anterior fuera poco abono al clima de encono entre gobierno federal y partidos opositores, López Obrador dice contar con un millón y medio de pruebas de desvíos de recursos para programas sociales de la administración anterior, la información será turnada a la Fiscalía General de la República; esto tras su desencuentro con una presunta responsable de estancia en Badiraguato, anécdota viral y capitalizada por sus adversarios.

En fin, todos los actores políticos de los distintos sectores opinan, se declaran defensores o justicieros según sea el caso y la óptica, unos a favor de la medida implementada y otros en contra pero sin olvidar ninguno claro está, llevar agua para su molino, en el oportunismo que es común denominador del quehacer político mexicano, los ríos revueltos siempre reportan ganancias a los pescadores pacientes.

Los que hoy se pronuncian a favor del nuevo modelo y del recorte presupuestal parecen dejar de lado los objetivos de un programa noble, consolidado a través de años de esfuerzo y supervisión, debemos saber, las estancias infantiles cumplen con realización de simulacros y cuentan con equipo contra incendio (detectores y extintores) señalización preventiva, puntos de reunión, zonas de seguridad, salidas de emergencia, análisis de riesgo y un programa interno de protección civil.

Ahora bien, si ustedes preguntan en las escuelas preescolares llamadas “de gobierno” probablemente ni siquiera sepan de que está hablando, la ocurrencia de dejar a los niños al cuidado de familiares o conocidos mientras los papás trabajan, no suple cuidados profesionales por lo tanto no merece ser considerada una buena opción, pero si un retroceso.

Por otro lado, los ahora “defensores” de las estancias, son los mismos que las castigaron con bajos recursos durante dos sexenios, situación que orilló a las responsables a realizar milagros para mantener la calidad del servicio, en ocasiones sin pedir la “cuota de corresponsabilidad” a los padres, dada la precaria situación económica de los mismos.

Ojalá en medio de las discusiones, piensen en los verdaderos vulnerables de esta historia y se establezcan los candados necesarios para que los padres opten por una estancia infantil para el cuidado de sus hijos.

La tarea de supervisar que 350,000 beneficiarios ocupen el recurso para ese importante fin, será una labor titánica y quizá consecuencia de un gran error.

Decía el escritor británico Graham Greene: “Siempre hay un momento en la infancia donde la puerta se abre y deja entrar al futuro” esperemos pues, el Presidente rectifique y garantice una puerta abierta oportunamente por el bien de nuestros niños.


Twitter: @michelleonofre

Los días pasan, el dinero se agota, los gastos siguen y la incertidumbre crece; no se ve una luz al final del túnel por las estancias infantiles; López Obrador no mueve un ápice su postura, ahora dice que de cada tres estancias, dos tenían malos manejos, ¿pero tiene la película completa?

El asunto se ha politizado con declaraciones de todos los frentes, la reciente y polémica renuncia de la exdiputada panista Clara Torres al cargo que ostentaba desde la anterior administración como directora de Estancias Infantiles por inconformarse ante las medidas tomadas por el gobierno federal y “amenaza” realizar activismo en favor de las estancias.

Sin embargo omitió decir la exfuncionaria juarense, lo dicho en la conferencia mañanera de Palacio Nacional por la Subsecretaria de Bienestar Ariadna Montiel Reyes: Clara Torres no era la actual directora de estancias infantiles y su labor estaba limitada a apoyar con su

experiencia la construcción del nuevo modelo, dando a entender una su permanencia temporal y salida inminente.

Además dijo haber sido precisa con Torres, la población objetivo eran los niños y no los responsables de las estancias, un punto de vista que revela por parte de la subsecretaria, un desconocimiento del programa y sus mecánicas.

Los legisladores del PAN anunciaron acciones por la defensa del programa; Cecilia Soto, Samuel García y otros personajes, se han subido de manera “heroica” al tren de la defensa de las Estancias Infantiles.

Si lo anterior fuera poco abono al clima de encono entre gobierno federal y partidos opositores, López Obrador dice contar con un millón y medio de pruebas de desvíos de recursos para programas sociales de la administración anterior, la información será turnada a la Fiscalía General de la República; esto tras su desencuentro con una presunta responsable de estancia en Badiraguato, anécdota viral y capitalizada por sus adversarios.

En fin, todos los actores políticos de los distintos sectores opinan, se declaran defensores o justicieros según sea el caso y la óptica, unos a favor de la medida implementada y otros en contra pero sin olvidar ninguno claro está, llevar agua para su molino, en el oportunismo que es común denominador del quehacer político mexicano, los ríos revueltos siempre reportan ganancias a los pescadores pacientes.

Los que hoy se pronuncian a favor del nuevo modelo y del recorte presupuestal parecen dejar de lado los objetivos de un programa noble, consolidado a través de años de esfuerzo y supervisión, debemos saber, las estancias infantiles cumplen con realización de simulacros y cuentan con equipo contra incendio (detectores y extintores) señalización preventiva, puntos de reunión, zonas de seguridad, salidas de emergencia, análisis de riesgo y un programa interno de protección civil.

Ahora bien, si ustedes preguntan en las escuelas preescolares llamadas “de gobierno” probablemente ni siquiera sepan de que está hablando, la ocurrencia de dejar a los niños al cuidado de familiares o conocidos mientras los papás trabajan, no suple cuidados profesionales por lo tanto no merece ser considerada una buena opción, pero si un retroceso.

Por otro lado, los ahora “defensores” de las estancias, son los mismos que las castigaron con bajos recursos durante dos sexenios, situación que orilló a las responsables a realizar milagros para mantener la calidad del servicio, en ocasiones sin pedir la “cuota de corresponsabilidad” a los padres, dada la precaria situación económica de los mismos.

Ojalá en medio de las discusiones, piensen en los verdaderos vulnerables de esta historia y se establezcan los candados necesarios para que los padres opten por una estancia infantil para el cuidado de sus hijos.

La tarea de supervisar que 350,000 beneficiarios ocupen el recurso para ese importante fin, será una labor titánica y quizá consecuencia de un gran error.

Decía el escritor británico Graham Greene: “Siempre hay un momento en la infancia donde la puerta se abre y deja entrar al futuro” esperemos pues, el Presidente rectifique y garantice una puerta abierta oportunamente por el bien de nuestros niños.


Twitter: @michelleonofre

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