/ martes 28 de junio de 2022

Escenario Político | Las emociones y la sucesión presidencial

En la práctica, la representación no necesariamente significa autogobierno del pueblo. Por tanto, plantea las siguientes preguntas: “¿Son todos los gobiernos representativos? ¿Ninguno lo es? ¿Lo es alguno?”

A la hora de definir el concepto representación, Hanna Fenichel Pitkin se atiene en un alto grado a la “filosofía de Oxford” o “análisis lingüístico”, aludiendo a la familia entera de palabras con la raíz “representa”, tales como “representante”, “representar”, “representativo” en lo concerniente al ámbito político, pero también lo extiende a todas las áreas de la vida humana.

Representación significa en su origen etimológico, re-presentación, un hacer presente otra vez. Es hacer presente en algún sentido algo que, sin embargo, no está presente literariamente o de hecho.

Esto no merma el hecho de que el representante pueda decidir, con base en sus convicciones, estudios y análisis, lo que a su juicio es conveniente para sus representados. En todo caso, la valoración depende no sólo de la rendición de cuentas, sino de los resultados mismos.

Y también nos dice Hanna: un hombre está representado si se siente que lo está, y no lo está si no lo siente así. Y plantea: qué razones pueden darse para suponer que alguien o algo está representado. Porque agrega: “no todo puede ser representado en cualquier lugar y en cualquier momento, y hacerse presente en una muestra representativa es muy diferente de estar representado por un símbolo en un mapa” En su análisis, también afirma que la definición de Hobbes es esencialmente concreta: la representación en términos de acuerdos formales que la preceden y la inician: autorización, el conferir autoridad a un acto. Esto deriva en los problemas relacionados con la controversia sobre la correcta relación existente entre un representante y aquellos por quienes actúa.

El trabajo de Hanna nos ofrece un paseo por las complicaciones que derivan de intentar establecer la definición conceptual de palabras que en política muchos dan por entendidas y aceptadas, y que sin embargo, no son dimensionadas en su totalidad.

Más allá del concepto, el perfil del representante (congreso de la unión) y sobre todo del próximo candidato presidencial de una oposición unificada, parte del reconocimiento de emocionar a las clases medias, el segmento del electorado que resultará clave en las elecciones presidenciales de 2024, dado que los electores más jóvenes sí pueden definir la elección. Del lado del candidato, no necesariamente se requiere (por desgracia) un gran currículum o experiencia, sino prender la emoción de los más jóvenes. Anoten en esa categoría a Luis Donaldo Colosio Riojas que, guarda en su nombre un símbolo (nuestra cultura política) y una realidad (su emoción con el público).

Facebook: Daniel Adame Osorio

Twitter: @Danieldao1

En la práctica, la representación no necesariamente significa autogobierno del pueblo. Por tanto, plantea las siguientes preguntas: “¿Son todos los gobiernos representativos? ¿Ninguno lo es? ¿Lo es alguno?”

A la hora de definir el concepto representación, Hanna Fenichel Pitkin se atiene en un alto grado a la “filosofía de Oxford” o “análisis lingüístico”, aludiendo a la familia entera de palabras con la raíz “representa”, tales como “representante”, “representar”, “representativo” en lo concerniente al ámbito político, pero también lo extiende a todas las áreas de la vida humana.

Representación significa en su origen etimológico, re-presentación, un hacer presente otra vez. Es hacer presente en algún sentido algo que, sin embargo, no está presente literariamente o de hecho.

Esto no merma el hecho de que el representante pueda decidir, con base en sus convicciones, estudios y análisis, lo que a su juicio es conveniente para sus representados. En todo caso, la valoración depende no sólo de la rendición de cuentas, sino de los resultados mismos.

Y también nos dice Hanna: un hombre está representado si se siente que lo está, y no lo está si no lo siente así. Y plantea: qué razones pueden darse para suponer que alguien o algo está representado. Porque agrega: “no todo puede ser representado en cualquier lugar y en cualquier momento, y hacerse presente en una muestra representativa es muy diferente de estar representado por un símbolo en un mapa” En su análisis, también afirma que la definición de Hobbes es esencialmente concreta: la representación en términos de acuerdos formales que la preceden y la inician: autorización, el conferir autoridad a un acto. Esto deriva en los problemas relacionados con la controversia sobre la correcta relación existente entre un representante y aquellos por quienes actúa.

El trabajo de Hanna nos ofrece un paseo por las complicaciones que derivan de intentar establecer la definición conceptual de palabras que en política muchos dan por entendidas y aceptadas, y que sin embargo, no son dimensionadas en su totalidad.

Más allá del concepto, el perfil del representante (congreso de la unión) y sobre todo del próximo candidato presidencial de una oposición unificada, parte del reconocimiento de emocionar a las clases medias, el segmento del electorado que resultará clave en las elecciones presidenciales de 2024, dado que los electores más jóvenes sí pueden definir la elección. Del lado del candidato, no necesariamente se requiere (por desgracia) un gran currículum o experiencia, sino prender la emoción de los más jóvenes. Anoten en esa categoría a Luis Donaldo Colosio Riojas que, guarda en su nombre un símbolo (nuestra cultura política) y una realidad (su emoción con el público).

Facebook: Daniel Adame Osorio

Twitter: @Danieldao1

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