/ miércoles 4 de julio de 2018

Entrega recepción

El proceso de entrega recepción, en México advierte la debilidad administrativa de las instituciones, sobre todo las que están vinculadas al poder ejecutivo, en los ámbitos federal y estatal, en el municipal es totalmente endeble, el gobierno saliente tiene tiempo suficiente para sembrar “conflictos” que “revientan” cuando arranca la siguiente gestión, la única transición sin “pleitos” fue la de Cuernavaca en 1997, el equipo de colaboradores del presidente Alfonso Sandoval Camuñas, entregaron todo al gobierno de Sergio Estrada.

Se encontraron por primera vez dos proyectos sobre un mismo objetivo, los colaboradores del panista, impulsaban la posibilidad de que Estrada Cajigal fueran candidato a gobernador por el PAN, al igual que los colaboradores de Alfonso Sandoval, desde el Congreso de la Unión, buscara la gubernatura por el PRI, lo que provocó un “juego limpio” después de que se conoció el resultado, el deceso del priista, evito ese probable encuentro en la urnas.

En el 2000, los 25 diputados locales de la legislatura saliente del PRI y del PRD desarrollaron en 2 meses un proceso de cambios legales y para acotar las atribuciones del poder ejecutivo y trasladarlas al legislativo, se recuerda ese proceso como “la diarrea legislativa”, incluso se realizó una investigación para ubicar los micrófonos que habían colocado en las oficinas del gobernador y del secretario de gobierno para “espiar” a las nuevas autoridades, así iniciaron las entregas recepción entrampadas que retrasan el inicio del cumplimiento de compromisos del nuevo gobierno.

Sergio Estrada y Marco Antonio Adame Castillo, tuvieron diferencias siempre, en 2006 Adame ordeno una investigación contra Estrada y sus cercanos colaboradores, conservó a los estratégicos secretarios de Seguridad y de Hacienda, Luis Ángel Cabeza de Vaca, detenido en 2009 las autoridades federales por estar supuestamente involucrado con delitos federales y Alejandro Villareal, quien manejo el dinero durante 5 años, el sucesor acuso al antecesor de actos de corrupción, mediante mensajes de que estaban cumpliendo con lo que la ley establece.

Marco Antonio Adame Castillo, entrego el gobierno a Graco Ramírez, el compromiso público fue que sería dentro de la legalidad, se incumplieron los compromisos entre los que destacó la observación al ejercicio en distintas áreas de 3 mil millones de pesos, entre los que se ubicaron los casi 90 millones de la gestión del candidato a gobernador del PAN Víctor Caballero, cuando fue secretario de Salud, el problema principal entre administraciones fue que no se entregaron las renuncias de todos los empleados de confianza como se pactó durante el proceso de entrega recepción.

La entrega recepción debe ser observada por la sociedad desde 2 ópticas, la primera es que se cumpla con las leyes de rendición de cuentas y transparencia, y la otra que es los programas que dieron resultados se analicen, se perfecciones y se conserven, cuando Lauro Ortega le entrego el gobierno a Antonio Riva Palacio, muchos programas sociales, entre los que destacaron los de los estanques para el cultivo de peces y el bolillo popular que pretendían mejoran la cantidad y la calidad de la alimentación de los pobres fueron suspendidos, Marco Adame, desecho proyectos de Sergio Estrada como el del Museo de la Aeronáutica para la utilización de un aeropuerto que sigue costando recursos al gobierno.

Morelos llegó al proceso electoral sin conflictos, el gobierno garantizo la libertad de todos los ciudadanos, el resultado de la elección lo reconocieron todos, el gobierno estatal culmina un ciclo, le corresponde hacer una entrega ejemplar que rompa con la tradición de dejar “conflictos sembrados”, las necesidades sociales son muchas y las expectativas de solución son altas.

El gobierno cambia acatando el mandato de las mayorías.

El proceso de entrega recepción, en México advierte la debilidad administrativa de las instituciones, sobre todo las que están vinculadas al poder ejecutivo, en los ámbitos federal y estatal, en el municipal es totalmente endeble, el gobierno saliente tiene tiempo suficiente para sembrar “conflictos” que “revientan” cuando arranca la siguiente gestión, la única transición sin “pleitos” fue la de Cuernavaca en 1997, el equipo de colaboradores del presidente Alfonso Sandoval Camuñas, entregaron todo al gobierno de Sergio Estrada.

Se encontraron por primera vez dos proyectos sobre un mismo objetivo, los colaboradores del panista, impulsaban la posibilidad de que Estrada Cajigal fueran candidato a gobernador por el PAN, al igual que los colaboradores de Alfonso Sandoval, desde el Congreso de la Unión, buscara la gubernatura por el PRI, lo que provocó un “juego limpio” después de que se conoció el resultado, el deceso del priista, evito ese probable encuentro en la urnas.

En el 2000, los 25 diputados locales de la legislatura saliente del PRI y del PRD desarrollaron en 2 meses un proceso de cambios legales y para acotar las atribuciones del poder ejecutivo y trasladarlas al legislativo, se recuerda ese proceso como “la diarrea legislativa”, incluso se realizó una investigación para ubicar los micrófonos que habían colocado en las oficinas del gobernador y del secretario de gobierno para “espiar” a las nuevas autoridades, así iniciaron las entregas recepción entrampadas que retrasan el inicio del cumplimiento de compromisos del nuevo gobierno.

Sergio Estrada y Marco Antonio Adame Castillo, tuvieron diferencias siempre, en 2006 Adame ordeno una investigación contra Estrada y sus cercanos colaboradores, conservó a los estratégicos secretarios de Seguridad y de Hacienda, Luis Ángel Cabeza de Vaca, detenido en 2009 las autoridades federales por estar supuestamente involucrado con delitos federales y Alejandro Villareal, quien manejo el dinero durante 5 años, el sucesor acuso al antecesor de actos de corrupción, mediante mensajes de que estaban cumpliendo con lo que la ley establece.

Marco Antonio Adame Castillo, entrego el gobierno a Graco Ramírez, el compromiso público fue que sería dentro de la legalidad, se incumplieron los compromisos entre los que destacó la observación al ejercicio en distintas áreas de 3 mil millones de pesos, entre los que se ubicaron los casi 90 millones de la gestión del candidato a gobernador del PAN Víctor Caballero, cuando fue secretario de Salud, el problema principal entre administraciones fue que no se entregaron las renuncias de todos los empleados de confianza como se pactó durante el proceso de entrega recepción.

La entrega recepción debe ser observada por la sociedad desde 2 ópticas, la primera es que se cumpla con las leyes de rendición de cuentas y transparencia, y la otra que es los programas que dieron resultados se analicen, se perfecciones y se conserven, cuando Lauro Ortega le entrego el gobierno a Antonio Riva Palacio, muchos programas sociales, entre los que destacaron los de los estanques para el cultivo de peces y el bolillo popular que pretendían mejoran la cantidad y la calidad de la alimentación de los pobres fueron suspendidos, Marco Adame, desecho proyectos de Sergio Estrada como el del Museo de la Aeronáutica para la utilización de un aeropuerto que sigue costando recursos al gobierno.

Morelos llegó al proceso electoral sin conflictos, el gobierno garantizo la libertad de todos los ciudadanos, el resultado de la elección lo reconocieron todos, el gobierno estatal culmina un ciclo, le corresponde hacer una entrega ejemplar que rompa con la tradición de dejar “conflictos sembrados”, las necesidades sociales son muchas y las expectativas de solución son altas.

El gobierno cambia acatando el mandato de las mayorías.

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