/ viernes 13 de marzo de 2020

El tamaño de la lealtad


Tarde para algunos, el gobernador Cuauhtémoc Blanco encaró el problema del escándalo suscitado por la presentación del llamado Caso Primavera, por el que la UIF investigaría presuntas actividades sospechosas de un jefe de la oficina de la gubernatura de un gobierno estatal nombrado en el 2018. Por primera vez desde que inició carrera política, consideró posible la separación del cargo de José Manuel Sanz, quien fuera su hombre de confianza durante muchos años. Todavía por la mañana Cuauhtémoc advertía que de una separación del cargo y no de una renuncia (mucho menos usaría el gobernador la palabra destitución), con lo que quedaba abierta la puerta a que, una vez concluida la investigación de la UIF el funcionario pudiera reintegrarse a su equipo (o no, dependiendo del resultado de las indagatorias).

Desde antes de su asumir el cargo, el gobernador Blanco pidió a su equipo diseñar una dependencia ex profeso para su hombre de confianza, una suerte de jefatura del gabinete desde donde se controlaría a todos los secretarios, por cuyo escritorio habrían de pasar todas las decisiones en materia de política pública. De ese tamaño era la lealtad que Cuauhtémoc Blanco le tenía a Sanz Rivera y de ese tamaño es también el hueco que dejaría el ex representante al separarse del cargo por renuncia, destitución, remoción, despido, o cualquier nombre que quisiera darse a lo que, según fuentes del Ejecutivo, se daría las últimas horas del jueves o las primeras del viernes, antes de los idus de marzo.

Sanz podría considerarse retirado definitivamente cuando el gobernador envíe una propuesta de reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública que reduzca las funciones de la jefatura de la oficina de la gubernatura a las de una dependencia más bien administrativa y protocolaria, y se devolvieran a la Secretaría de Gobierno y a otras dependencias las funciones que le habían transferido a quien, al inicio de la administración, era el hombre más cercano al gobernador.

El distanciamiento entre José Manuel y Cuauhtémoc inició mucho antes del escándalo Caso Primavera. Al inicio del período de sesiones en el Congreso, el gobernador reclamó a Sanz el tono de algunos discursos de los legisladores, muchos de los funcionarios que llegaron al gabinete gracias a Sanz le dieron la espalda y marcaron su distancia minando con ello el poder que tenía sostenido en dos pilares, la confianza del gobernador y la sumisión de muchos integrantes del gabinete. Desde entonces las cosas se componían un día para descomponerse al siguiente, lo que tornó en imposible de mantener la tensa relación fue, en efecto, el anuncio del Caso Primavera por parte de Santiago Nieto, y el escándalo que seguiría. Cuauhtémoc no pudo más y discutió, dicen fuerte, con José Manuel, y en su siguiente aparición pública el gobernador daría el primer mensaje de que las cosas cambiaron. La visita de Santiago Nieto la semana entrante será usada como parte de un discurso de lucha contra la corrupción en el que, la situación de Sanz estorbaba, es la oportunidad de Cuauhtémoc y, como goleador, no la dejaría pasar.


Twitter: @martinellito

Correo: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx


Tarde para algunos, el gobernador Cuauhtémoc Blanco encaró el problema del escándalo suscitado por la presentación del llamado Caso Primavera, por el que la UIF investigaría presuntas actividades sospechosas de un jefe de la oficina de la gubernatura de un gobierno estatal nombrado en el 2018. Por primera vez desde que inició carrera política, consideró posible la separación del cargo de José Manuel Sanz, quien fuera su hombre de confianza durante muchos años. Todavía por la mañana Cuauhtémoc advertía que de una separación del cargo y no de una renuncia (mucho menos usaría el gobernador la palabra destitución), con lo que quedaba abierta la puerta a que, una vez concluida la investigación de la UIF el funcionario pudiera reintegrarse a su equipo (o no, dependiendo del resultado de las indagatorias).

Desde antes de su asumir el cargo, el gobernador Blanco pidió a su equipo diseñar una dependencia ex profeso para su hombre de confianza, una suerte de jefatura del gabinete desde donde se controlaría a todos los secretarios, por cuyo escritorio habrían de pasar todas las decisiones en materia de política pública. De ese tamaño era la lealtad que Cuauhtémoc Blanco le tenía a Sanz Rivera y de ese tamaño es también el hueco que dejaría el ex representante al separarse del cargo por renuncia, destitución, remoción, despido, o cualquier nombre que quisiera darse a lo que, según fuentes del Ejecutivo, se daría las últimas horas del jueves o las primeras del viernes, antes de los idus de marzo.

Sanz podría considerarse retirado definitivamente cuando el gobernador envíe una propuesta de reforma a la Ley Orgánica de la Administración Pública que reduzca las funciones de la jefatura de la oficina de la gubernatura a las de una dependencia más bien administrativa y protocolaria, y se devolvieran a la Secretaría de Gobierno y a otras dependencias las funciones que le habían transferido a quien, al inicio de la administración, era el hombre más cercano al gobernador.

El distanciamiento entre José Manuel y Cuauhtémoc inició mucho antes del escándalo Caso Primavera. Al inicio del período de sesiones en el Congreso, el gobernador reclamó a Sanz el tono de algunos discursos de los legisladores, muchos de los funcionarios que llegaron al gabinete gracias a Sanz le dieron la espalda y marcaron su distancia minando con ello el poder que tenía sostenido en dos pilares, la confianza del gobernador y la sumisión de muchos integrantes del gabinete. Desde entonces las cosas se componían un día para descomponerse al siguiente, lo que tornó en imposible de mantener la tensa relación fue, en efecto, el anuncio del Caso Primavera por parte de Santiago Nieto, y el escándalo que seguiría. Cuauhtémoc no pudo más y discutió, dicen fuerte, con José Manuel, y en su siguiente aparición pública el gobernador daría el primer mensaje de que las cosas cambiaron. La visita de Santiago Nieto la semana entrante será usada como parte de un discurso de lucha contra la corrupción en el que, la situación de Sanz estorbaba, es la oportunidad de Cuauhtémoc y, como goleador, no la dejaría pasar.


Twitter: @martinellito

Correo: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx