/ sábado 27 de junio de 2020

El sismo y las presas de Morelos

Esta semana se presentó un nuevo sismo que sacudió fuertemente la parte centro sur del país. Tras el sismo de magnitud 7.5 grados en la escala de Richter, la titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Doctora Blanca Jiménez Cisneros, informó que se tiene preocupación por dos presas ubicadas en Morelos:

Los Carros y Cayehuacán, porque ya tenían afectaciones y la CONAGUA estaba haciendo reparaciones. Aunque aseguró que una primera revisión visual reportó que no hay afectación en ambas presas, comprometió que se llevarían a cabo sobrevuelos para revisar aspectos específicos de estas presas.

Afortunadamente este sismo no causó daños ni remotamente cercanos a los que provocó el del 19 de septiembre de 2017. Ese día, a las 13 horas con 14 minutos, un sismo de magnitud 7.1, pero con epicientro en Morelos, dejo un total de 369 muertos en cinco entidades del país, además de enormes daños en infraestructura.

En aquella ocasión murieron 74 personas en Morelos, y más de 225 mil se quedaron sin abastecimiento de agua. Se reportaron 175 afectaciones a la infraestructura hidráulica en todo el estado, resultaron dañadas ocho presas de almacenamiento y nueve bordos, 39 pozos de agua potable, 17 líneas de conducción, 50 tanques de distribución, 27 plantas de tratamiento y 20 canales de riego, entre otros.

¿Que hubiera pasado si algo así hubiera ocurrido en medio del caos que ha generado esta pandemia? ¿Se tiene hoy día capacidad para responder a un fenómeno de tal magnitud?

Hace unas semanas comenté en esta columna la intención del Grupo Parlamentario de Morena de desaparecer diversos fideicomisos, entre ellos el del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN). Hoy repito que sería un grave error, porque a pesar de los diversos señalamientos y mejoras que sin duda se le pueden hacer, el FONDEN permite a los gobiernos responder a la población con mucho más que palabras.

En aquella ocasión se accedió a los Apoyos Parciales Inmediatos (APIN), que son recursos provenientes del FONDEN y que se usan para poder restablecer rápidamente los servicios a la población. Gracias a eso, en menos de una semana más de 200 mil personas pudieron tener nuevamente acceso a agua en sus casas.

A través de ese apoyo se gestionaron 63 acciones, 47 fueron para sistemas de agua potable, alcantarillado y saneamiento dañados y 16 para infraestructura hidroagrícola que resultó afectada, esto ultimo permitió que cientos de agricultores no perdieran sus cosechas, su única fuente de ingreso.

Pero además el FONDEN aportó recursos que se combinaron con la contraparte estatal para poder reconstruir la infraestructura dañada, en el 2018 se entregó el 80% de las obras terminadas ¿por qué no han podido concluIr las que estaban en proceso? Ese es el caso de las presas Carros y Cayehuacán.

Este sistema de presas es el mas grande del estado de Morelos, y se ubica en una de las zonas más áridas, su importancia es vital para toda la zona sur oriente, de ellas depende gran parte de la actividad económica de esa región. En su conjunto almacenan 20 millones de metros cúbicos de agua y están diseñadas para regar alrededor de 3 mil hectáreas en los estados de Morelos y Puebla.

Las lluvias apenas comienzan. Es tiempo de terminar la reparación de las fisuras que causó el sismo de 2017. Es urgente concluir esas obras, para que puedan almacenar en su totalidad el volumen para el cual fueron diseñadas… y por la seguridad de la población.

Esta semana se presentó un nuevo sismo que sacudió fuertemente la parte centro sur del país. Tras el sismo de magnitud 7.5 grados en la escala de Richter, la titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Doctora Blanca Jiménez Cisneros, informó que se tiene preocupación por dos presas ubicadas en Morelos:

Los Carros y Cayehuacán, porque ya tenían afectaciones y la CONAGUA estaba haciendo reparaciones. Aunque aseguró que una primera revisión visual reportó que no hay afectación en ambas presas, comprometió que se llevarían a cabo sobrevuelos para revisar aspectos específicos de estas presas.

Afortunadamente este sismo no causó daños ni remotamente cercanos a los que provocó el del 19 de septiembre de 2017. Ese día, a las 13 horas con 14 minutos, un sismo de magnitud 7.1, pero con epicientro en Morelos, dejo un total de 369 muertos en cinco entidades del país, además de enormes daños en infraestructura.

En aquella ocasión murieron 74 personas en Morelos, y más de 225 mil se quedaron sin abastecimiento de agua. Se reportaron 175 afectaciones a la infraestructura hidráulica en todo el estado, resultaron dañadas ocho presas de almacenamiento y nueve bordos, 39 pozos de agua potable, 17 líneas de conducción, 50 tanques de distribución, 27 plantas de tratamiento y 20 canales de riego, entre otros.

¿Que hubiera pasado si algo así hubiera ocurrido en medio del caos que ha generado esta pandemia? ¿Se tiene hoy día capacidad para responder a un fenómeno de tal magnitud?

Hace unas semanas comenté en esta columna la intención del Grupo Parlamentario de Morena de desaparecer diversos fideicomisos, entre ellos el del Fondo de Desastres Naturales (FONDEN). Hoy repito que sería un grave error, porque a pesar de los diversos señalamientos y mejoras que sin duda se le pueden hacer, el FONDEN permite a los gobiernos responder a la población con mucho más que palabras.

En aquella ocasión se accedió a los Apoyos Parciales Inmediatos (APIN), que son recursos provenientes del FONDEN y que se usan para poder restablecer rápidamente los servicios a la población. Gracias a eso, en menos de una semana más de 200 mil personas pudieron tener nuevamente acceso a agua en sus casas.

A través de ese apoyo se gestionaron 63 acciones, 47 fueron para sistemas de agua potable, alcantarillado y saneamiento dañados y 16 para infraestructura hidroagrícola que resultó afectada, esto ultimo permitió que cientos de agricultores no perdieran sus cosechas, su única fuente de ingreso.

Pero además el FONDEN aportó recursos que se combinaron con la contraparte estatal para poder reconstruir la infraestructura dañada, en el 2018 se entregó el 80% de las obras terminadas ¿por qué no han podido concluIr las que estaban en proceso? Ese es el caso de las presas Carros y Cayehuacán.

Este sistema de presas es el mas grande del estado de Morelos, y se ubica en una de las zonas más áridas, su importancia es vital para toda la zona sur oriente, de ellas depende gran parte de la actividad económica de esa región. En su conjunto almacenan 20 millones de metros cúbicos de agua y están diseñadas para regar alrededor de 3 mil hectáreas en los estados de Morelos y Puebla.

Las lluvias apenas comienzan. Es tiempo de terminar la reparación de las fisuras que causó el sismo de 2017. Es urgente concluir esas obras, para que puedan almacenar en su totalidad el volumen para el cual fueron diseñadas… y por la seguridad de la población.