/ jueves 13 de octubre de 2022

¿El Rey del Cash?

El rey del Cash. ¿En serio? Un bestseller que ya estaba agotado desde antes de salir a la venta. Me han estado cayendo diferentes versiones del PDF del libro desde la semana pasada en al menos cuatro grupos de Whatsapp. Qué triste que este es el tipo de contenidos que nos preocupamos por leer. El TVNotas o el Gráfico versión sin fotos de Niurka o de un decapitado. Comida chatarra para el alma. El libro vaquero tiene más valor artístico.

Pero lo devoré en una noche. Dura más un cigarro en el cenicero que los capítulos. Me desvelé comiendo Takis Fuego y haciendo comentarios con Fausto, mi perro, como “¡Madre mía, ya le sacaron los trapitos al Marcelo!”

Tengo muchos comentarios, pero la realidad es que la mayoría son de chismoso de vecindad. Ya me eché la gira en redes sociales viendo los memes, leyendo las críticas y creo que descalificar a la autora por su profesionalismo no tiene sentido. Si hubieran querido leer investigaciones serias hubieran comprado “La Casa Gris” de Raúl Olmo. Pedirle “rigor periodístico” a Elena Chávez es como pedirle al Cuau que nos explique el Plan de Desarrollo de su sexenio, que no es precisamente su área de especialidad. La misma autora dice que es un mero testimonio de situaciones que a ella le constan. Mi único comentario del libro: tengan mucho cuidado con quien comparten cama. Punto. Pero más allá de los minutos de fama que les estamos regalando al libro y a la autora, confirmamos lo que siempre hemos sabido: Andrés vivió de noche entre 2006 y 2018 para financiar su trabajo político.

Conozco gente que ha dedicado su vida a la política. Que estudia para ello, a nivel licenciatura, maestría y doctorado. Que ejerce profesionalmente en ello, para competir en una campaña se necesitan años de experiencia. Para poder entrar a una colonia popular y ganarse la confianza, se necesita cuando menos, saber lo que se hace. Es una profesión, un arte, un oficio.

A pesar de ello, es un trabajo que no tiene sueldo. Solo puede dedicarse a ello el que tiene ingresos por otro lado. El Abogado, el empresario, el heredero al que le sobra el dinero. Eso en el mejor de los casos; cuando los servidores públicos quieres seguir creciendo, es común destinen recursos públicos para financiar su siguiente escalón político. Todos lo sabemos.

¿Cómo podemos indignarnos con Andrés, si absolutamente todos los candidatos de todos los partidos hacen lo mismo? El pago por entrar a competir en la arena política, en vez de girar alrededor del nivel de proyecto que se tenga, depende más bien del nivel de cash que se maneje. El descaro es del tamaño del INE.

Mientras sigamos dándole más valor al dinero en las elecciones, vamos a seguir teniendo este nivel de candidatos. Aquí en Morelos, tenemos varios servidores públicos que lleva todo el sexenio acumulando dinero para el 24. ¿Se acuerdan cuando dicen “tenemos a los políticos que merecemos”? Pues por aquí va el tema. ¿En verdad necesitamos que el Candidato regale gorras y pague espectaculares en la carretera?

El Libro de Elena Chávez, es una recopilación de chismes sin mayor valor jurídico, periodístico, o moral. La mera verdad es que no nos dice nada que no supiéramos ya. Absolutamente nadie le cree a AMLO cuando dice que vive con los doscientos pesos que trae cartera. Pero quiero aprovechar la oportunidad para recordarles que el juicio de valor que debemos estar haciendo como sociedad es sobre qué tipo de candidatos y procesos queremos ahora que otra vez se vienen “Las elecciones más caras de la historia de México”.

El rey del Cash. ¿En serio? Un bestseller que ya estaba agotado desde antes de salir a la venta. Me han estado cayendo diferentes versiones del PDF del libro desde la semana pasada en al menos cuatro grupos de Whatsapp. Qué triste que este es el tipo de contenidos que nos preocupamos por leer. El TVNotas o el Gráfico versión sin fotos de Niurka o de un decapitado. Comida chatarra para el alma. El libro vaquero tiene más valor artístico.

Pero lo devoré en una noche. Dura más un cigarro en el cenicero que los capítulos. Me desvelé comiendo Takis Fuego y haciendo comentarios con Fausto, mi perro, como “¡Madre mía, ya le sacaron los trapitos al Marcelo!”

Tengo muchos comentarios, pero la realidad es que la mayoría son de chismoso de vecindad. Ya me eché la gira en redes sociales viendo los memes, leyendo las críticas y creo que descalificar a la autora por su profesionalismo no tiene sentido. Si hubieran querido leer investigaciones serias hubieran comprado “La Casa Gris” de Raúl Olmo. Pedirle “rigor periodístico” a Elena Chávez es como pedirle al Cuau que nos explique el Plan de Desarrollo de su sexenio, que no es precisamente su área de especialidad. La misma autora dice que es un mero testimonio de situaciones que a ella le constan. Mi único comentario del libro: tengan mucho cuidado con quien comparten cama. Punto. Pero más allá de los minutos de fama que les estamos regalando al libro y a la autora, confirmamos lo que siempre hemos sabido: Andrés vivió de noche entre 2006 y 2018 para financiar su trabajo político.

Conozco gente que ha dedicado su vida a la política. Que estudia para ello, a nivel licenciatura, maestría y doctorado. Que ejerce profesionalmente en ello, para competir en una campaña se necesitan años de experiencia. Para poder entrar a una colonia popular y ganarse la confianza, se necesita cuando menos, saber lo que se hace. Es una profesión, un arte, un oficio.

A pesar de ello, es un trabajo que no tiene sueldo. Solo puede dedicarse a ello el que tiene ingresos por otro lado. El Abogado, el empresario, el heredero al que le sobra el dinero. Eso en el mejor de los casos; cuando los servidores públicos quieres seguir creciendo, es común destinen recursos públicos para financiar su siguiente escalón político. Todos lo sabemos.

¿Cómo podemos indignarnos con Andrés, si absolutamente todos los candidatos de todos los partidos hacen lo mismo? El pago por entrar a competir en la arena política, en vez de girar alrededor del nivel de proyecto que se tenga, depende más bien del nivel de cash que se maneje. El descaro es del tamaño del INE.

Mientras sigamos dándole más valor al dinero en las elecciones, vamos a seguir teniendo este nivel de candidatos. Aquí en Morelos, tenemos varios servidores públicos que lleva todo el sexenio acumulando dinero para el 24. ¿Se acuerdan cuando dicen “tenemos a los políticos que merecemos”? Pues por aquí va el tema. ¿En verdad necesitamos que el Candidato regale gorras y pague espectaculares en la carretera?

El Libro de Elena Chávez, es una recopilación de chismes sin mayor valor jurídico, periodístico, o moral. La mera verdad es que no nos dice nada que no supiéramos ya. Absolutamente nadie le cree a AMLO cuando dice que vive con los doscientos pesos que trae cartera. Pero quiero aprovechar la oportunidad para recordarles que el juicio de valor que debemos estar haciendo como sociedad es sobre qué tipo de candidatos y procesos queremos ahora que otra vez se vienen “Las elecciones más caras de la historia de México”.

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