/ miércoles 19 de enero de 2022

El efecto Delfina y la cuarta ola

Sin duda alguna la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) hacia la actual Secretaria de Educación Pública Delfina Gómez Álvarez por el cobro del 10% del salario de los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco cuando ella fue presidenta municipal para dárselos al partido MORENA, ha sido moralmente demoledor para el prestigio de quien dirige la educación del país, aun con el respaldo del presidente que dijo “esta señora, esta mujer es honesta, digna, es un ejemplo, me siento orgulloso de que sea la secretaria de Educación del gobierno federal”.

Si a esto le sumamos las acusaciones que le han hecho al Subsecretario de Educación Media Superior Juan Pablo Arroyo Ortiz de actos de corrupción, deja entredicho de que este gobierno de la cuatroté no es tan honesto como se presume, así mismo continúan los malos manejos en los subsistemas descentralizados de los colegios de bachilleres estatales y CECYTES, los cuales son utilizados por los gobiernos estatales para cumplir compromisos políticos.

Estos actos de corrupción afectan la imagen de los educandos, los padres de familia y las maestras y maestros de México, pero extraño el silencio del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) así como de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) quien en otros gobiernos ya hubiesen pedido la destitución inmediata de la funcionaria, pero está claro que los primeros no actuaran debido al sometimiento de la cuatroté y los segundos porque es parte de ellos.

Con la cuarta ola de contagios por COVID 19 con la variante Ómicron, el regreso a clases deben de suspenderse aún con la indicación que dio la Secretaria de Educación Pública y el mal atinado subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, afirma que las escuelas “no son centros de contagios” y las autoridades federales de educación llaman a mantenerlas abiertas, pero al menos 12 estados han decidido no regresar a clases presenciales, acción muy atinada ya que se registró el pasado martes la cifra récord de contagios (49,343 casos) y 320 defunciones, serán los padres de familia quienes deberán decidir si envían a sus hijos a clases presenciales.

Todos estos factores afectan profundamente al sector educativo en todos sus niveles y la honestidad se practica y no solo en el discurso mañanero diciendo que 90% de honestidad y el 10% de capacidad, un ejemplo claro de incapacidad es la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) que tuvo un reprobable desempeño.

En el ámbito del estado de Morelos los diferentes candidatos a la dirigencia de la sección 19 ninguno se ha pronunciado ante los hechos de corrupción de los funcionarios de federales del sector educativo, están más preocupados en como poder utilizar la sinergia que trae MORENA para poder ganar adeptos para sus planillas, hasta se dan el lujo de poner en sus membretes la caricatura del presidente.

Ánimo, maestras y maestros, y a seguir cuidándose.

Sin duda alguna la sentencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) hacia la actual Secretaria de Educación Pública Delfina Gómez Álvarez por el cobro del 10% del salario de los trabajadores del ayuntamiento de Texcoco cuando ella fue presidenta municipal para dárselos al partido MORENA, ha sido moralmente demoledor para el prestigio de quien dirige la educación del país, aun con el respaldo del presidente que dijo “esta señora, esta mujer es honesta, digna, es un ejemplo, me siento orgulloso de que sea la secretaria de Educación del gobierno federal”.

Si a esto le sumamos las acusaciones que le han hecho al Subsecretario de Educación Media Superior Juan Pablo Arroyo Ortiz de actos de corrupción, deja entredicho de que este gobierno de la cuatroté no es tan honesto como se presume, así mismo continúan los malos manejos en los subsistemas descentralizados de los colegios de bachilleres estatales y CECYTES, los cuales son utilizados por los gobiernos estatales para cumplir compromisos políticos.

Estos actos de corrupción afectan la imagen de los educandos, los padres de familia y las maestras y maestros de México, pero extraño el silencio del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación (SNTE) así como de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) quien en otros gobiernos ya hubiesen pedido la destitución inmediata de la funcionaria, pero está claro que los primeros no actuaran debido al sometimiento de la cuatroté y los segundos porque es parte de ellos.

Con la cuarta ola de contagios por COVID 19 con la variante Ómicron, el regreso a clases deben de suspenderse aún con la indicación que dio la Secretaria de Educación Pública y el mal atinado subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, afirma que las escuelas “no son centros de contagios” y las autoridades federales de educación llaman a mantenerlas abiertas, pero al menos 12 estados han decidido no regresar a clases presenciales, acción muy atinada ya que se registró el pasado martes la cifra récord de contagios (49,343 casos) y 320 defunciones, serán los padres de familia quienes deberán decidir si envían a sus hijos a clases presenciales.

Todos estos factores afectan profundamente al sector educativo en todos sus niveles y la honestidad se practica y no solo en el discurso mañanero diciendo que 90% de honestidad y el 10% de capacidad, un ejemplo claro de incapacidad es la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (USICAMM) que tuvo un reprobable desempeño.

En el ámbito del estado de Morelos los diferentes candidatos a la dirigencia de la sección 19 ninguno se ha pronunciado ante los hechos de corrupción de los funcionarios de federales del sector educativo, están más preocupados en como poder utilizar la sinergia que trae MORENA para poder ganar adeptos para sus planillas, hasta se dan el lujo de poner en sus membretes la caricatura del presidente.

Ánimo, maestras y maestros, y a seguir cuidándose.