/ martes 5 de junio de 2018

El día después de mañana

Este es el título de una película que como muchas otras, advierte los efectos devastadores del cambio climático y el calentamiento global. A muchos cinéfilos les encantan las tramas apocalípticas y esta, apoyada en magníficos efectos especiales, se ha convertido en un referente. Lamentablemente, otra, “Cuando el destino nos alcance”, se ha vuelto una terrible realidad: los deshielos, la sequía, los mega incendios, cada vez más poderosos huracanes y hasta erupciones volcánicas son hoy en día la constante.


Apenas esta semana se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente. Y la cosa está grave si ya nada más nos queda medio, ¿no? Y el agua, la tierra, el viento y el fuego son los protagonistas, más el ser humano, el quinto elemento que se está (nos estamos) acabando nuestro planeta azul, que está cada vez más gris. Con respecto a cada uno, empecemos por el fuego.


La efeméride del 5 de junio coincidió con una de las más terribles tragedias nacionales: la muerte en 2009, de 49 niños en el incendio de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, crimen, para muchos, todavía impune. En el mundo, en Guatemala, creció a 69 el número de muertos por erupción de Volcán de Fuego; la cifra de heridos se mantiene en 46 y los afectados en más de 1.7 millones de guatemaltecos; 3 mil 271 pobladores han sido evacuados, y mil 560 son atendidos en albergues de Escuintla y 317 en Sacatepéquez. El Popo, por si las dudas, es el cerro que humea más vigilado del mundo. Y en México, la constante en esta temporada electoral, son los “quemados” políticos.


El tema del agua, dicen los expertos, será la causa de la tercera guerra mundial. En Cuernavaca lo sabemos, y su ausencia, cobros altísimos y corrupción dentro del SAPAC es tema recurrente entre los candidatos a la alcaldía capitalina. Todos prometen solucionarlo. ¿Les creemos? En el otro extremo, las inundaciones son, después del sismo, el siniestro que más le pega a nuestro estado. Ya hay un Atlas de Riesgo. Lo que no hay es conciencia de quienes viven en laderas de ríos y barrancas para no ponerse en peligro.


El aire está cada vez más espeso, la polución más evidente y la calidad de lo que respiramos, cada vez menor. Demasiados, vehículos, industrias contaminantes y una incipiente política de energías limpias, son un reto mayúsculo. Sobre la tierra, en Morelos no es de quien la trabaja, sino de quien te la baja: siendo más del 90% comunal o ejidal, su tráfico y erosión van en aumento. No hay certidumbre en su tenencia y en las urbes, las cartas urbanas y planes de desarrollo son inexistentes o no se aplican. Eso sí, tierra, lodo y piedras, son lo que más se lanzan los candidatos de todos los partidos.


Mañana es día de la Libertad de Expresión o del Periodista, especie en peligro de extinción, amenazada, perseguida, pero imprescindible para cualquier sociedad democrática. El número de reporteros asesinados sigue en aumento, por lo que no hay nada que celebrar. El llamado, el único, es a unirnos, a defendernos, a exigir respeto y garantías para ejercer el oficio. La verdad no se mata matando periodistas. ¡No culpen al mensajero, al que denuncia, informa y da luz sobre los asuntos que nos incumben a todos!


En lo que va de 2018, son ya 7 periodistas asesinados. En el actual sexenio, suman 89 homicidios: 77 periodistas; 1 locutor; 4 familiares y 6 amigos de comunicadores, y 2 civiles. Del 2000 a la fecha, son 226 homicidios: 193 periodistas; 1 locutor; 8 trabajadores de prensa; 12 familiares y 9 amigos de comunicadores, y 3 civiles. Total de 1983 a la fecha 291 homicidios: 254 periodistas; 1 locutor; 8 trabajadores de prensa; 16 familiares y 9 amigos de comunicadores, y 3 civiles.

Así que mañana habrá discursos y hasta una tardía entrega ¡un año después! del Premio al Mérito Periodístico por parte del Congreso del Estado que incumplió con un decreto para que el certamen fuera anual y este año está vacío y desierto. ¿Y qué pasara el día después de mañana?


Mientras lo averiguamos, yo sigo el consejo del periodista y escritor Francisco Zarco: “No escribas como periodista lo que no puedas sostener como hombre”. Yo, como ya lo saben, lo que digo, lo sostengo. ¿Verdad, Cuau?


Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.


Comentarios: cfelix7@hotmail.com

Twitter: @CarlosFelix1

Este es el título de una película que como muchas otras, advierte los efectos devastadores del cambio climático y el calentamiento global. A muchos cinéfilos les encantan las tramas apocalípticas y esta, apoyada en magníficos efectos especiales, se ha convertido en un referente. Lamentablemente, otra, “Cuando el destino nos alcance”, se ha vuelto una terrible realidad: los deshielos, la sequía, los mega incendios, cada vez más poderosos huracanes y hasta erupciones volcánicas son hoy en día la constante.


Apenas esta semana se conmemoró el Día Mundial del Medio Ambiente. Y la cosa está grave si ya nada más nos queda medio, ¿no? Y el agua, la tierra, el viento y el fuego son los protagonistas, más el ser humano, el quinto elemento que se está (nos estamos) acabando nuestro planeta azul, que está cada vez más gris. Con respecto a cada uno, empecemos por el fuego.


La efeméride del 5 de junio coincidió con una de las más terribles tragedias nacionales: la muerte en 2009, de 49 niños en el incendio de la guardería ABC de Hermosillo, Sonora, crimen, para muchos, todavía impune. En el mundo, en Guatemala, creció a 69 el número de muertos por erupción de Volcán de Fuego; la cifra de heridos se mantiene en 46 y los afectados en más de 1.7 millones de guatemaltecos; 3 mil 271 pobladores han sido evacuados, y mil 560 son atendidos en albergues de Escuintla y 317 en Sacatepéquez. El Popo, por si las dudas, es el cerro que humea más vigilado del mundo. Y en México, la constante en esta temporada electoral, son los “quemados” políticos.


El tema del agua, dicen los expertos, será la causa de la tercera guerra mundial. En Cuernavaca lo sabemos, y su ausencia, cobros altísimos y corrupción dentro del SAPAC es tema recurrente entre los candidatos a la alcaldía capitalina. Todos prometen solucionarlo. ¿Les creemos? En el otro extremo, las inundaciones son, después del sismo, el siniestro que más le pega a nuestro estado. Ya hay un Atlas de Riesgo. Lo que no hay es conciencia de quienes viven en laderas de ríos y barrancas para no ponerse en peligro.


El aire está cada vez más espeso, la polución más evidente y la calidad de lo que respiramos, cada vez menor. Demasiados, vehículos, industrias contaminantes y una incipiente política de energías limpias, son un reto mayúsculo. Sobre la tierra, en Morelos no es de quien la trabaja, sino de quien te la baja: siendo más del 90% comunal o ejidal, su tráfico y erosión van en aumento. No hay certidumbre en su tenencia y en las urbes, las cartas urbanas y planes de desarrollo son inexistentes o no se aplican. Eso sí, tierra, lodo y piedras, son lo que más se lanzan los candidatos de todos los partidos.


Mañana es día de la Libertad de Expresión o del Periodista, especie en peligro de extinción, amenazada, perseguida, pero imprescindible para cualquier sociedad democrática. El número de reporteros asesinados sigue en aumento, por lo que no hay nada que celebrar. El llamado, el único, es a unirnos, a defendernos, a exigir respeto y garantías para ejercer el oficio. La verdad no se mata matando periodistas. ¡No culpen al mensajero, al que denuncia, informa y da luz sobre los asuntos que nos incumben a todos!


En lo que va de 2018, son ya 7 periodistas asesinados. En el actual sexenio, suman 89 homicidios: 77 periodistas; 1 locutor; 4 familiares y 6 amigos de comunicadores, y 2 civiles. Del 2000 a la fecha, son 226 homicidios: 193 periodistas; 1 locutor; 8 trabajadores de prensa; 12 familiares y 9 amigos de comunicadores, y 3 civiles. Total de 1983 a la fecha 291 homicidios: 254 periodistas; 1 locutor; 8 trabajadores de prensa; 16 familiares y 9 amigos de comunicadores, y 3 civiles.

Así que mañana habrá discursos y hasta una tardía entrega ¡un año después! del Premio al Mérito Periodístico por parte del Congreso del Estado que incumplió con un decreto para que el certamen fuera anual y este año está vacío y desierto. ¿Y qué pasara el día después de mañana?


Mientras lo averiguamos, yo sigo el consejo del periodista y escritor Francisco Zarco: “No escribas como periodista lo que no puedas sostener como hombre”. Yo, como ya lo saben, lo que digo, lo sostengo. ¿Verdad, Cuau?


Hasta la próxima entrega, donde podrán seguir leyendo lo que hay en mi mente.


Comentarios: cfelix7@hotmail.com

Twitter: @CarlosFelix1

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