/ domingo 3 de octubre de 2021

El caso Huitzilac

El miércoles pasado, en el municipio de Huitzilac, cuatro hombres presuntamente entraron a un domicilio a robar y, a su vez, pretendían secuestrar a una menor de edad. Estos hechos fueron denunciados por las personas dueñas del inmueble, quienes pidieron ayuda a sus vecinos. Dos de los presuntos delincuentes fueron detenidos por los pobladores y fueron golpeados. Este sería el inicio de un episodio muy grave en nuestro estado.

Lo que comenzó como un presunto intento de robo y secuestro por parte de cuatro personas, a la 1:30 de la tarde, concluyó con dos de los acusados siendo golpeados, desnudados y quemados vivos alrededor de las 5 de la tarde. En el intermedio, el grupo de pobladores, envueltos en rabia, creció hasta alcanzar las más de 200 personas. Todas y todos reunidos para hacer justicia por cuenta propia.

Un reducido número de elementos de seguridad intentaron resguardar a los presuntos delincuentes y, de igual manera, el presidente municipal buscó dialogar con la trifulca con la finalidad de detener las agresiones. Sin embargo, cuando se le comentó al grupo de ciudadanos que los presuntos delincuentes serían procesados, hubo un comentario que es muy importante rescatar “no les crean, ahorita se los llevarán, pero allá abajo los van a soltar”. Lamentablemente, este es un síntoma de la crisis de inseguridad y la falta de justicia que vivimos día con día en el estado de Morelos.

La ira social hacia estos presuntos delincuentes es comprensible, ante un escenario de inseguridad e impunidad propiciado por un gobierno estatal ausente y sin mecanismos eficientes de prevención y combate al delito; a pesar de ello, las acciones de linchamiento son inaceptables. La ira social no puede sustituir a la justicia y al correcto procesamiento de quienes incurren en un delito. No debemos caer en la anarquía.

El escenario de inseguridad que se vive en el estado es sumamente alarmante y las autoridades, ensimismadas y en su burbuja, hacen caso omiso a la problemática. Yo me pregunto ¿dónde están las estrategias de combate a la inseguridad, dónde está la investigación, dónde está la justicia? Este caso es muestra las graves consecuencias de la desatención de este problema. Es la detonación de años de violencia.

No podemos seguir tolerando autoridades que son apáticas al dolor que sentimos quienes aquí nacimos y quienes amamos a esta tierra. Una buena administración pública debe tener ciertas cualidades que le permitan hacer su trabajo y le motiven a hacerlo bien. Primero, se necesita conocimiento, saber cómo hacer las cosas para llegar a los resultados esperados. Después, se necesita amor por la tierra en que se trabaja, se necesita querer verla mejor, querer verla florecer. Lamentablemente, este gobierno estatal carece de ambas.

Lucy Meza, senadora por Morelos

Redes sociales: @LuciaMezaGzm

El miércoles pasado, en el municipio de Huitzilac, cuatro hombres presuntamente entraron a un domicilio a robar y, a su vez, pretendían secuestrar a una menor de edad. Estos hechos fueron denunciados por las personas dueñas del inmueble, quienes pidieron ayuda a sus vecinos. Dos de los presuntos delincuentes fueron detenidos por los pobladores y fueron golpeados. Este sería el inicio de un episodio muy grave en nuestro estado.

Lo que comenzó como un presunto intento de robo y secuestro por parte de cuatro personas, a la 1:30 de la tarde, concluyó con dos de los acusados siendo golpeados, desnudados y quemados vivos alrededor de las 5 de la tarde. En el intermedio, el grupo de pobladores, envueltos en rabia, creció hasta alcanzar las más de 200 personas. Todas y todos reunidos para hacer justicia por cuenta propia.

Un reducido número de elementos de seguridad intentaron resguardar a los presuntos delincuentes y, de igual manera, el presidente municipal buscó dialogar con la trifulca con la finalidad de detener las agresiones. Sin embargo, cuando se le comentó al grupo de ciudadanos que los presuntos delincuentes serían procesados, hubo un comentario que es muy importante rescatar “no les crean, ahorita se los llevarán, pero allá abajo los van a soltar”. Lamentablemente, este es un síntoma de la crisis de inseguridad y la falta de justicia que vivimos día con día en el estado de Morelos.

La ira social hacia estos presuntos delincuentes es comprensible, ante un escenario de inseguridad e impunidad propiciado por un gobierno estatal ausente y sin mecanismos eficientes de prevención y combate al delito; a pesar de ello, las acciones de linchamiento son inaceptables. La ira social no puede sustituir a la justicia y al correcto procesamiento de quienes incurren en un delito. No debemos caer en la anarquía.

El escenario de inseguridad que se vive en el estado es sumamente alarmante y las autoridades, ensimismadas y en su burbuja, hacen caso omiso a la problemática. Yo me pregunto ¿dónde están las estrategias de combate a la inseguridad, dónde está la investigación, dónde está la justicia? Este caso es muestra las graves consecuencias de la desatención de este problema. Es la detonación de años de violencia.

No podemos seguir tolerando autoridades que son apáticas al dolor que sentimos quienes aquí nacimos y quienes amamos a esta tierra. Una buena administración pública debe tener ciertas cualidades que le permitan hacer su trabajo y le motiven a hacerlo bien. Primero, se necesita conocimiento, saber cómo hacer las cosas para llegar a los resultados esperados. Después, se necesita amor por la tierra en que se trabaja, se necesita querer verla mejor, querer verla florecer. Lamentablemente, este gobierno estatal carece de ambas.

Lucy Meza, senadora por Morelos

Redes sociales: @LuciaMezaGzm