/ miércoles 20 de octubre de 2021

El agua y los objetivos del desarrollo sostenible

Que nuestro planeta tiene mucha agua, todo el mundo lo sabe, pero ¿estamos conscientes que solo el 3% es dulce y está disponible para el consumo humano? Esto es preocupante, ya que es un recurso esencial para el mantenimiento de nuestras vidas y para el desarrollo sostenible. Además, la demanda de agua aumenta cada día, al igual que la contaminación de las reservas de agua dulce.

Para muchos países, la escasez de agua es un problema grave. Por tanto, las políticas públicas son necesarias para mantener su calidad y preservación. En 1992, las Naciones Unidas (ONU) crearon el Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo. La institución también dio a conocer, unos años después, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos, garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento básico para todos

Varios países están planeando formas de contribuir a estos objetivos, incluido México. Si bien estas acciones están enfocadas a políticas públicas, todos pueden y deben contribuir. ¿Cuál es el papel del agua en el desarrollo sostenible? El desarrollo sostenible es un concepto que involucra factores económicos, culturales, sociales y ambientales de una sociedad.

Según el ex primer ministro noruego Gro Brundtland, la definición de este concepto es: “El desarrollo sostenible significa poder hacer frente a las demandas actuales sin perjudicar la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

Como ya hemos mencionado, el agua es un recurso escaso y finito, indispensable para todos los seres vivos, con un papel fundamental en el desarrollo económico ya que forma parte del proceso de la mayoría de industrias y es un insumo fundamental para la agricultura. Por tanto, su conservación y disponibilidad es fundamental para el mantenimiento de la vida y el buen funcionamiento de la economía. Además, la calidad del agua juega un papel importante en la sostenibilidad.

La contaminación de nuestras fuentes de agua, además de tener un impacto en la destrucción de los ecosistemas, puede suponer graves riesgos para la salud de las poblaciones en lugares donde no existe un adecuado tratamiento del agua. El saneamiento básico, especialmente el acceso a agua tratada y la recolección y tratamiento de aguas residuales son fundamentales para evitar estos riesgos.

Es importante que exista un ciclo sostenible del agua desde su recolección y tratamiento hasta su distribución y, posteriormente, del agua utilizada en los hogares e industrias - tratamiento de aguas residuales - antes de su liberación a los cuerpos de agua.

Otro punto fundamental es la Calidad de este recurso para las generaciones futuras. ¿Cuáles son los desafíos para acceder al agua en el futuro? Según la ONU, alrededor de 5 mil millones de personas podrían sufrir falta de agua en 2050.

Una de las principales razones de esto es la mala gestión de los recursos hídricos, combinada con el crecimiento de la población y el cambio climático que enfrenta el planeta. La falta de saneamiento básico es resultado de la falta de inversiones en el sector.

En México, aún existen millones de personas que no tienen acceso a agua potable y apenas la mitad de las aguas residuales generadas son tratadas. La liberación de estas aguas residuales sin tratar al medio ambiente, contamina las fuentes de agua y tiene un gran impacto en la vida acuática. Además, la limpieza de un río tiene un costo muy elevado y solo es posible si los vertidos de aguas residuales domésticas y efluentes industriales se tratan antes de ser vertidos a los ríos. En otras palabras, la descontaminación de los ríos depende de las inversiones en saneamiento. La deforestación y la destrucción de bosques cerca de las fuentes de los ríos también contribuyen a la degradación de este recurso. Por lo tanto, los desafíos para el acceso universal al agua son complejos e involucran cambios de hábitos y políticas públicas.

Como se pudo observar, son varios los objetivos que tienen la gestión del agua como un tema vital para que se materialicen. De esta forma, el consumo responsable es fundamental para llegar a ellos. Ahí radica la importancia del agua para el desarrollo sostenible. para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sustentable es necesario que la población cambie y reconsidere sus hábitos.

Que nuestro planeta tiene mucha agua, todo el mundo lo sabe, pero ¿estamos conscientes que solo el 3% es dulce y está disponible para el consumo humano? Esto es preocupante, ya que es un recurso esencial para el mantenimiento de nuestras vidas y para el desarrollo sostenible. Además, la demanda de agua aumenta cada día, al igual que la contaminación de las reservas de agua dulce.

Para muchos países, la escasez de agua es un problema grave. Por tanto, las políticas públicas son necesarias para mantener su calidad y preservación. En 1992, las Naciones Unidas (ONU) crearon el Día Mundial del Agua, que se celebra el 22 de marzo. La institución también dio a conocer, unos años después, los Objetivos de Desarrollo Sostenible, entre ellos, garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento básico para todos

Varios países están planeando formas de contribuir a estos objetivos, incluido México. Si bien estas acciones están enfocadas a políticas públicas, todos pueden y deben contribuir. ¿Cuál es el papel del agua en el desarrollo sostenible? El desarrollo sostenible es un concepto que involucra factores económicos, culturales, sociales y ambientales de una sociedad.

Según el ex primer ministro noruego Gro Brundtland, la definición de este concepto es: “El desarrollo sostenible significa poder hacer frente a las demandas actuales sin perjudicar la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades”.

Como ya hemos mencionado, el agua es un recurso escaso y finito, indispensable para todos los seres vivos, con un papel fundamental en el desarrollo económico ya que forma parte del proceso de la mayoría de industrias y es un insumo fundamental para la agricultura. Por tanto, su conservación y disponibilidad es fundamental para el mantenimiento de la vida y el buen funcionamiento de la economía. Además, la calidad del agua juega un papel importante en la sostenibilidad.

La contaminación de nuestras fuentes de agua, además de tener un impacto en la destrucción de los ecosistemas, puede suponer graves riesgos para la salud de las poblaciones en lugares donde no existe un adecuado tratamiento del agua. El saneamiento básico, especialmente el acceso a agua tratada y la recolección y tratamiento de aguas residuales son fundamentales para evitar estos riesgos.

Es importante que exista un ciclo sostenible del agua desde su recolección y tratamiento hasta su distribución y, posteriormente, del agua utilizada en los hogares e industrias - tratamiento de aguas residuales - antes de su liberación a los cuerpos de agua.

Otro punto fundamental es la Calidad de este recurso para las generaciones futuras. ¿Cuáles son los desafíos para acceder al agua en el futuro? Según la ONU, alrededor de 5 mil millones de personas podrían sufrir falta de agua en 2050.

Una de las principales razones de esto es la mala gestión de los recursos hídricos, combinada con el crecimiento de la población y el cambio climático que enfrenta el planeta. La falta de saneamiento básico es resultado de la falta de inversiones en el sector.

En México, aún existen millones de personas que no tienen acceso a agua potable y apenas la mitad de las aguas residuales generadas son tratadas. La liberación de estas aguas residuales sin tratar al medio ambiente, contamina las fuentes de agua y tiene un gran impacto en la vida acuática. Además, la limpieza de un río tiene un costo muy elevado y solo es posible si los vertidos de aguas residuales domésticas y efluentes industriales se tratan antes de ser vertidos a los ríos. En otras palabras, la descontaminación de los ríos depende de las inversiones en saneamiento. La deforestación y la destrucción de bosques cerca de las fuentes de los ríos también contribuyen a la degradación de este recurso. Por lo tanto, los desafíos para el acceso universal al agua son complejos e involucran cambios de hábitos y políticas públicas.

Como se pudo observar, son varios los objetivos que tienen la gestión del agua como un tema vital para que se materialicen. De esta forma, el consumo responsable es fundamental para llegar a ellos. Ahí radica la importancia del agua para el desarrollo sostenible. para alcanzar los Objetivos del Desarrollo Sustentable es necesario que la población cambie y reconsidere sus hábitos.