/ sábado 14 de marzo de 2020

El agua y el coronavirus

El nuevo coronavirus (COVID-19) ha estado en las primeras planas de los diarios y en las noticias más relevantes en todo el mundo desde hace varias semanas.

También es trending topic en las redes sociales, y como siempre ocurre en ellas, han aparecido cientos de fake news, que relacionan su expansión, curación o prevención con el recurso agua.

Por eso, sin entrar en los efectos del virus o cuestiones más científicas, el blog iAgua aclara la veracidad de dichas informaciones basándose en la información aportada por el máximo organismo de salud a nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como otras fuentes oficiales.

Por ejemplo, es falso que tomar agua hervida, sola, con ajo o con algún otro elemento pueda eliminar el COVID-19. Tal como recoge la OMS, no se han obtenido pruebas de que comer ajo en cualquiera de sus formas proteja contra el virus que causa el brote actual. Por supuesto, es un alimento saludable que puede tener algunas propiedades antimicrobianas, pero sin utilidad en este caso. Lo mismo aplica para el agua hervida.

También es falso el caso contrario. Nos hay evidencia de que el agua fría, el hielo y la nieve pueden matar al coronavirus. Independientemente de la temperatura exterior o de las condiciones meteorológicas, el cuerpo humano se mantiene a una temperatura media en torno a los 36,5° y 37°. Por eso no hay ninguna razón para asegurar que el virus (u otras enfermedades) no sobreviva al frío, afirma la OMS.

Tampoco hay evidencia de que el coronavirus pueda transmitirse a través del agua.

Lo que si es cierto es que la mejor manera para prevenir el contagio del coronavirus es el lavado de manos con agua y jabón. Sin duda alguna, la medida más eficaz (y barata) para prevenir el contagio es lavarse las manos a menudo con agua y jabón, lo que además mata el virus si ya está en las manos. La OMS detalla cómo hacerlo de la manera correcta. En síntesis hay que frotar todas las partes de las manos, el frente, el dorso, entre los dedos, las uñas, etc. alrededor de un minuto.

Y aquí la relevancia de brindar a toda la población un servicio continuo de agua. En nuestro país la mayoría recibe un servicio horario o tandeado. Y en estos meses el problema se complica porque estamos entrando a la parte más crítica del estiaje. Es precisamente ahora cuando escasea más el agua, y cuando más se demanda porque el calor es el más intenso del año. Además hay una disminución natural del caudal que aportan muchos de los manantiales.

Esta fuerte demanda y mayor escasez provoca un mayor número de fallas en las bombas, lo que obliga a las autoridades a hacer reparaciones rápidas para restablecer el servicio a la población.

Es imperativo que las autoridades municipales, estatales y federales entiendan que es vital garantizar el abasto de agua a la población, no hacerlo puede tener serias consecuencias en la propagación del virus y el agravamiento de la pandemia que ya se ha generado.

Los sistemas de agua potable de país (salvo contadas excepciones) no pueden solos. No tienen ingresos suficientes para hacer una adecuada operación ni mantenimiento de la infraestructura. Es un problema añejo y de carácter estructural, pero no es momento de buscar culpables, sino de evitar los riesgos de salud que implica no controlar la propagación del COVID-19. #aguaparatodos

El nuevo coronavirus (COVID-19) ha estado en las primeras planas de los diarios y en las noticias más relevantes en todo el mundo desde hace varias semanas.

También es trending topic en las redes sociales, y como siempre ocurre en ellas, han aparecido cientos de fake news, que relacionan su expansión, curación o prevención con el recurso agua.

Por eso, sin entrar en los efectos del virus o cuestiones más científicas, el blog iAgua aclara la veracidad de dichas informaciones basándose en la información aportada por el máximo organismo de salud a nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS), así como otras fuentes oficiales.

Por ejemplo, es falso que tomar agua hervida, sola, con ajo o con algún otro elemento pueda eliminar el COVID-19. Tal como recoge la OMS, no se han obtenido pruebas de que comer ajo en cualquiera de sus formas proteja contra el virus que causa el brote actual. Por supuesto, es un alimento saludable que puede tener algunas propiedades antimicrobianas, pero sin utilidad en este caso. Lo mismo aplica para el agua hervida.

También es falso el caso contrario. Nos hay evidencia de que el agua fría, el hielo y la nieve pueden matar al coronavirus. Independientemente de la temperatura exterior o de las condiciones meteorológicas, el cuerpo humano se mantiene a una temperatura media en torno a los 36,5° y 37°. Por eso no hay ninguna razón para asegurar que el virus (u otras enfermedades) no sobreviva al frío, afirma la OMS.

Tampoco hay evidencia de que el coronavirus pueda transmitirse a través del agua.

Lo que si es cierto es que la mejor manera para prevenir el contagio del coronavirus es el lavado de manos con agua y jabón. Sin duda alguna, la medida más eficaz (y barata) para prevenir el contagio es lavarse las manos a menudo con agua y jabón, lo que además mata el virus si ya está en las manos. La OMS detalla cómo hacerlo de la manera correcta. En síntesis hay que frotar todas las partes de las manos, el frente, el dorso, entre los dedos, las uñas, etc. alrededor de un minuto.

Y aquí la relevancia de brindar a toda la población un servicio continuo de agua. En nuestro país la mayoría recibe un servicio horario o tandeado. Y en estos meses el problema se complica porque estamos entrando a la parte más crítica del estiaje. Es precisamente ahora cuando escasea más el agua, y cuando más se demanda porque el calor es el más intenso del año. Además hay una disminución natural del caudal que aportan muchos de los manantiales.

Esta fuerte demanda y mayor escasez provoca un mayor número de fallas en las bombas, lo que obliga a las autoridades a hacer reparaciones rápidas para restablecer el servicio a la población.

Es imperativo que las autoridades municipales, estatales y federales entiendan que es vital garantizar el abasto de agua a la población, no hacerlo puede tener serias consecuencias en la propagación del virus y el agravamiento de la pandemia que ya se ha generado.

Los sistemas de agua potable de país (salvo contadas excepciones) no pueden solos. No tienen ingresos suficientes para hacer una adecuada operación ni mantenimiento de la infraestructura. Es un problema añejo y de carácter estructural, pero no es momento de buscar culpables, sino de evitar los riesgos de salud que implica no controlar la propagación del COVID-19. #aguaparatodos