/ sábado 8 de febrero de 2020

El ácido desoxirribonucleico y la biología molecular para probar la filiación

Hemos repetido en estas líneas que la aparición de la huella digital genética, de la biología molecular y su aplicación, entre otras disciplinas a la jurídica y especialmente al Derecho Familiar, ha resuelto graves problemas de paternidad, maternidad y filiación. Por supuesto, lo mismo ha ocurrido en el derecho penal. La prueba citada puede realizarse en los sujetos involucrados en un conflicto y que quieran saber su maternidad o paternidad, o que el padre y la madre pretendan conocer, sin dudas, quiénes son sus hijos o hijas. En una palabra, esta prueba científica, recién aparecida en los años setenta, ha evolucionado a tal punto que, como lo dijimos al principio, el ADN ha llegado a las farmacias; usted puede comprar su estuche (kit), especialmente preparado para tres personas, con el cual es posible determinar qué es lo que cualesquiera de ellos, o los tres, quieren saber respecto a su parentesco. La prueba de la biología molecular, sin margen de error, permite saber quién es el padre, la madre o el hijo, que por esta razón estén en conflicto. Como ustedes lo han leído antes, esta prueba se realiza obteniendo muestras de los sujetos involucrados, que pueden ser semen, cabello, biopsia de tejido, sangre o saliva; en este último caso se fricciona la lengua o mejillas por dentro con un hisopo para obtener células epiteliales, a las cuales se les aplican determinados reactivos para saber si coinciden, si están vinculados entre sí quienes se han sometido a esa prueba. Incluso, el Código Civil para la Ciudad de México, del que hablaremos más adelante, estableció desde el año 2000 la presunción a favor de la víctima, si el sujeto que negare la paternidad o maternidad no se somete a la misma. En otras palabras, esta norma se dictó para beneficiar a la familia y a sus miembros.

INGLATERRA PONE AL ALCANCE DE CUALQUIER PERSONA SABER QUIÉN ES SU MADRE, SU PADRE O SI ÉL ES HIJO DE LOS QUE PRETENDEN ESA FILIACIÓN

La información más reciente nos permite saber que en Reino Unido los laboratorios Anglia DNA han puesto a la venta al público los elementos que permiten determinar, en un lapso de cinco días, la paternidad, maternidad o filiación de un hijo, o que éste tenga la certeza de quiénes son sus padres. En la farmacia se vende el kit para este propósito, cuesta 186 euros, aproximadamente cuatro mil pesos mexicanos, el cual contiene tres hisopos para hacer la fricción y obtener las células epiteliales antes mencionadas; además, tres sobres, uno de color azul, que es el designado para el padre, en el cual se introduce el hisopo o espátula con que se hizo la fricción, anotando en ése el nombre del padre; en otro, de color rojo, se hace la misma operación y se anota el nombre de la madre; y en el tercero, sobre de color verde, se deposita el hisopo con la fricción epitelial correspondiente al hijo. Todo este paquete se entrega nuevamente a la farmacia donde se compró, el cual va sellado y lo remite a un laboratorio; en un lapso de cinco días regresa a la farmacia el resultado de las pruebas de ADN. Las personas interesadas lo recogen y ellos son los únicos que saben el resultado. Como requisitos que se imponen a la farmacia están que las tres personas deben consentir en la realización de la prueba y tratándose de menores serán los titulares de la patria potestad, o sea los padres, quienes lo autoricen. Esta prueba ha sido autorizada por el Ministerio de Justicia inglés, pero si bien tiene el visto bueno de esta institución, carece de validez jurídica; para este supuesto, la ley inglesa exige más requisitos y que los peritos las realicen in situ y en las personas en conflicto. El director de Anglia DNA, Tom Howel, ha manifestado que esta prueba, lejos de convertirse en un conflicto para la familia, es fuente de tranquilidad porque le permite a quienes tengan este tipo de problemas saber antes de acudir a tribunales cuál puede ser la verdad o realidad.


Profesor de Carrera, con 53 años de Cátedra ininterrumpida en Derecho Civil y Derecho Familiar, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Hemos repetido en estas líneas que la aparición de la huella digital genética, de la biología molecular y su aplicación, entre otras disciplinas a la jurídica y especialmente al Derecho Familiar, ha resuelto graves problemas de paternidad, maternidad y filiación. Por supuesto, lo mismo ha ocurrido en el derecho penal. La prueba citada puede realizarse en los sujetos involucrados en un conflicto y que quieran saber su maternidad o paternidad, o que el padre y la madre pretendan conocer, sin dudas, quiénes son sus hijos o hijas. En una palabra, esta prueba científica, recién aparecida en los años setenta, ha evolucionado a tal punto que, como lo dijimos al principio, el ADN ha llegado a las farmacias; usted puede comprar su estuche (kit), especialmente preparado para tres personas, con el cual es posible determinar qué es lo que cualesquiera de ellos, o los tres, quieren saber respecto a su parentesco. La prueba de la biología molecular, sin margen de error, permite saber quién es el padre, la madre o el hijo, que por esta razón estén en conflicto. Como ustedes lo han leído antes, esta prueba se realiza obteniendo muestras de los sujetos involucrados, que pueden ser semen, cabello, biopsia de tejido, sangre o saliva; en este último caso se fricciona la lengua o mejillas por dentro con un hisopo para obtener células epiteliales, a las cuales se les aplican determinados reactivos para saber si coinciden, si están vinculados entre sí quienes se han sometido a esa prueba. Incluso, el Código Civil para la Ciudad de México, del que hablaremos más adelante, estableció desde el año 2000 la presunción a favor de la víctima, si el sujeto que negare la paternidad o maternidad no se somete a la misma. En otras palabras, esta norma se dictó para beneficiar a la familia y a sus miembros.

INGLATERRA PONE AL ALCANCE DE CUALQUIER PERSONA SABER QUIÉN ES SU MADRE, SU PADRE O SI ÉL ES HIJO DE LOS QUE PRETENDEN ESA FILIACIÓN

La información más reciente nos permite saber que en Reino Unido los laboratorios Anglia DNA han puesto a la venta al público los elementos que permiten determinar, en un lapso de cinco días, la paternidad, maternidad o filiación de un hijo, o que éste tenga la certeza de quiénes son sus padres. En la farmacia se vende el kit para este propósito, cuesta 186 euros, aproximadamente cuatro mil pesos mexicanos, el cual contiene tres hisopos para hacer la fricción y obtener las células epiteliales antes mencionadas; además, tres sobres, uno de color azul, que es el designado para el padre, en el cual se introduce el hisopo o espátula con que se hizo la fricción, anotando en ése el nombre del padre; en otro, de color rojo, se hace la misma operación y se anota el nombre de la madre; y en el tercero, sobre de color verde, se deposita el hisopo con la fricción epitelial correspondiente al hijo. Todo este paquete se entrega nuevamente a la farmacia donde se compró, el cual va sellado y lo remite a un laboratorio; en un lapso de cinco días regresa a la farmacia el resultado de las pruebas de ADN. Las personas interesadas lo recogen y ellos son los únicos que saben el resultado. Como requisitos que se imponen a la farmacia están que las tres personas deben consentir en la realización de la prueba y tratándose de menores serán los titulares de la patria potestad, o sea los padres, quienes lo autoricen. Esta prueba ha sido autorizada por el Ministerio de Justicia inglés, pero si bien tiene el visto bueno de esta institución, carece de validez jurídica; para este supuesto, la ley inglesa exige más requisitos y que los peritos las realicen in situ y en las personas en conflicto. El director de Anglia DNA, Tom Howel, ha manifestado que esta prueba, lejos de convertirse en un conflicto para la familia, es fuente de tranquilidad porque le permite a quienes tengan este tipo de problemas saber antes de acudir a tribunales cuál puede ser la verdad o realidad.


Profesor de Carrera, con 53 años de Cátedra ininterrumpida en Derecho Civil y Derecho Familiar, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.