/ sábado 29 de enero de 2022

El acelerado deterioro de la calidad del agua

Los contaminantes son cada vez más complejos e impactan directamente a la salud humana y a los ecosistemas.

A nivel mundial, el deterioro de la calidad del agua ha pasado por un proceso de cambio paralelo a las modificaciones de las actividades humanas, el crecimiento demográfico, la urbanización, la industrialización y los cambios progresivos en el uso de la tierra. Este deterioro se ha acelerado en las últimas décadas y se traduce en un aumento de los costos de tratamiento para la purificación del agua potable y el tratamiento de las aguas residuales, tambien afecta, desde luego y cada vez mas, a los servicios ambientales de los ecosistemas.

El deterioro de la calidad del agua comenzó con la contaminación fecal y orgánica debida a la disposición del excremento y orines de la población en tiempos en los que el tratamiento del agua era prácticamente nulo o estaba muy poco avanzado, y fue seguido por un aumento de la contaminación con características especiales de bio-acumulación en los ecosistemas acuáticos a partir del siglo pasado, con el aumento de la actividad agrícola e industrial, la aportación de nutrientes a los cuerpos de agua creció exponencialmente y se comenzaron a observar procesos de eutrofización (enriquecimiento excesivo de nutrientes en ecosistemas acuáticos, provenientes normalmente de actividades humanas), que finalmente alcanzaron niveles que provocaron la proliferación de cianobacterias (esas algas de color verde-azul que cubren la superficie de algunos lagos, presas o cuerpos de agua), lo que dio lugar a la liberación de cianotoxinas (las toxinas producidas por las cianobacerias que son dañinas para muchos organismos acuáticos y desde luego para los animales o personas que llegasen a beber de esa agua en lagos y embalses).

Después de años de estudios resultó evidente que tanto las fuentes puntuales como las no puntuales eran las causas de esa contaminación: las fuentes puntuales (por ejemplo, las de las fábricas o las descargas de aguas residuales municipales) sin un tratamiento adecuado de los residuos causan eutrofización; y las fuentes no puntuales como el riego con fertilizantes y agroquímicos en la agricultura, son las fuentes de entrada de fósforo y nitrógeno en los principales cuerpos de agua.

Los productos químicos orgánicos que se usaron ampliamente en la agricultura, los herbicidas e insecticidas y el aumento del uso incontrolado de fertilizantes se convirtieron en una fuente importante de contaminación de los recursos hídricos y de las aguas superficiales y subterráneas que hasta el día de hoy no se ha logrado controlar.

Los cambios en el uso de la tierra que promovieron la deforestación para la expansión de la producción agrícola y ganadera también crearon una sedimentación generalizada en las aguas superficiales: lagos, embalses, ríos y lagunas costeras.

Todos estos procesos afectaron al agua para consumo humano y condujeron a una reducción de la calidad de los ecosistemas que sustentan los recursos hídricos y mantienen su calidad.

Existen nuevos riesgos emergentes para la calidad del agua que requieren especial atención. Los contaminantes emergentes están presentes en las fuentes de aguas superficiales y subterráneas y se originan a partir de medicamentos, cosméticos, antibióticos, hormonas, y otros productos de la modernidad, estos representan nuevas amenazas para la salud humana, la biodiversidad y los ecosistemas. Es necesario realizar análisis más detallados en un futuro próximo.


Facebook: JuanCarlosValenciaAGUA


Los contaminantes son cada vez más complejos e impactan directamente a la salud humana y a los ecosistemas.

A nivel mundial, el deterioro de la calidad del agua ha pasado por un proceso de cambio paralelo a las modificaciones de las actividades humanas, el crecimiento demográfico, la urbanización, la industrialización y los cambios progresivos en el uso de la tierra. Este deterioro se ha acelerado en las últimas décadas y se traduce en un aumento de los costos de tratamiento para la purificación del agua potable y el tratamiento de las aguas residuales, tambien afecta, desde luego y cada vez mas, a los servicios ambientales de los ecosistemas.

El deterioro de la calidad del agua comenzó con la contaminación fecal y orgánica debida a la disposición del excremento y orines de la población en tiempos en los que el tratamiento del agua era prácticamente nulo o estaba muy poco avanzado, y fue seguido por un aumento de la contaminación con características especiales de bio-acumulación en los ecosistemas acuáticos a partir del siglo pasado, con el aumento de la actividad agrícola e industrial, la aportación de nutrientes a los cuerpos de agua creció exponencialmente y se comenzaron a observar procesos de eutrofización (enriquecimiento excesivo de nutrientes en ecosistemas acuáticos, provenientes normalmente de actividades humanas), que finalmente alcanzaron niveles que provocaron la proliferación de cianobacterias (esas algas de color verde-azul que cubren la superficie de algunos lagos, presas o cuerpos de agua), lo que dio lugar a la liberación de cianotoxinas (las toxinas producidas por las cianobacerias que son dañinas para muchos organismos acuáticos y desde luego para los animales o personas que llegasen a beber de esa agua en lagos y embalses).

Después de años de estudios resultó evidente que tanto las fuentes puntuales como las no puntuales eran las causas de esa contaminación: las fuentes puntuales (por ejemplo, las de las fábricas o las descargas de aguas residuales municipales) sin un tratamiento adecuado de los residuos causan eutrofización; y las fuentes no puntuales como el riego con fertilizantes y agroquímicos en la agricultura, son las fuentes de entrada de fósforo y nitrógeno en los principales cuerpos de agua.

Los productos químicos orgánicos que se usaron ampliamente en la agricultura, los herbicidas e insecticidas y el aumento del uso incontrolado de fertilizantes se convirtieron en una fuente importante de contaminación de los recursos hídricos y de las aguas superficiales y subterráneas que hasta el día de hoy no se ha logrado controlar.

Los cambios en el uso de la tierra que promovieron la deforestación para la expansión de la producción agrícola y ganadera también crearon una sedimentación generalizada en las aguas superficiales: lagos, embalses, ríos y lagunas costeras.

Todos estos procesos afectaron al agua para consumo humano y condujeron a una reducción de la calidad de los ecosistemas que sustentan los recursos hídricos y mantienen su calidad.

Existen nuevos riesgos emergentes para la calidad del agua que requieren especial atención. Los contaminantes emergentes están presentes en las fuentes de aguas superficiales y subterráneas y se originan a partir de medicamentos, cosméticos, antibióticos, hormonas, y otros productos de la modernidad, estos representan nuevas amenazas para la salud humana, la biodiversidad y los ecosistemas. Es necesario realizar análisis más detallados en un futuro próximo.


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