/ martes 28 de enero de 2020

Efecto Morena en Morelos

La ruptura en el partido del presidente López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional, es un asunto que profundiza la fractura local y en Morelos compromete incluso el futuro político de muchos que, apostando a los padrinazgos políticos, han fincado su carrera en los vínculos personales más que en el trabajo y los resultados del mismo. Defenestrada o no, Yeidckol Polevnsky, presidenta interina, tenía entre sus apoyos y compromisos a políticos morelenses cuya fuerza era medida de acuerdo con el respaldo que ella les brindaba más que por la posición que por sí mismos ocupan. Pero igual en el caso de Alfonso Ramírez Cuéllar, nuevo presidente interino, muchos morenistas marginales o marginados por la circunstancia, apostarán a ganar fuerza con la caída (real o ficticia) de su adversaria.

El respaldo de Yeidckol a Antonio Villalobos Adán, pesaba en la percepción del círculo rojo morelense mucho más que el cargo de alcalde de Cuernavaca, lo mismo que decenas de morenistas apoyadores del alcalde, entre ellos por cierto, los que en una extraña maniobra se transfirieron de la influencia del ex priista Manuel Martínez Garrigós, al cobijo moreno de Polevnsky. Ninguno pierde, hay que advertirlo, en lo real pero en el terreno de lo simbólico, y la influencia de ello en la construcción de futuros, parece un riesgo.

Del otro lado, personajes como Guillermo López Ruvalcaba, exsecretario de Desarrollo Agropecuario en el gobierno de Cuauhtémoc Blanco (uno de dos morenistas que lograron nivel de secretaría de estado en el gabinete a cuyo titular apoyaron en coalición); Raúl Iragorri Montoya, quien busca acomodo en Morena a pesar del rechazo de la “nueva” clase política; y hasta el polémico Raúl Tadeo Nava, ex perredista (como todos los citados en este apartado), cuya gestión como alcalde de Cuautla ha sido severamente criticada (por decir lo menos); apuestan hacer renacer sus carreras políticas a partir de la caída de Polevnsky, más que de la figura de Ramírez Cuéllar, quien para ellos es más una apuesta coyuntural que derivada de orientación ideológica alguna.

Más allá de lo que resuelvan las autoridades electorales (aparentemente este asunto tendrá que dilucidarse en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación), la ruptura dejará extraordinariamente lesionada la legitimidad de quienes se hagan del control del partido en los próximos meses, y con ello de la posibilidad de asignar candidaturas para las elecciones intermedias, cuyo proceso inicia en septiembre y se espera ver claridad con algunas nominaciones en menos de doce meses.

¿Y los rabines? preguntarán los preocupados por el equipo político del director del Banco de Bienestar, Rabindranath Salazar Solorio, y tienen razón. En una suerte de cálculo político, el ex senador se deslindó bastante a tiempo de Yeidckol, cuyo apoyo recibió con muchas reservas; y si bien su equipo pide revisar el proceso del fin de semana, no se enfrentan directamente a la espuria o no dirigencia resultante del congreso que probablemente sea apócrifo, pero a lo mejor no. Así las cosas en la cancha del presidente.


Twitter: @martinellito

Correo: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

La ruptura en el partido del presidente López Obrador, el Movimiento de Regeneración Nacional, es un asunto que profundiza la fractura local y en Morelos compromete incluso el futuro político de muchos que, apostando a los padrinazgos políticos, han fincado su carrera en los vínculos personales más que en el trabajo y los resultados del mismo. Defenestrada o no, Yeidckol Polevnsky, presidenta interina, tenía entre sus apoyos y compromisos a políticos morelenses cuya fuerza era medida de acuerdo con el respaldo que ella les brindaba más que por la posición que por sí mismos ocupan. Pero igual en el caso de Alfonso Ramírez Cuéllar, nuevo presidente interino, muchos morenistas marginales o marginados por la circunstancia, apostarán a ganar fuerza con la caída (real o ficticia) de su adversaria.

El respaldo de Yeidckol a Antonio Villalobos Adán, pesaba en la percepción del círculo rojo morelense mucho más que el cargo de alcalde de Cuernavaca, lo mismo que decenas de morenistas apoyadores del alcalde, entre ellos por cierto, los que en una extraña maniobra se transfirieron de la influencia del ex priista Manuel Martínez Garrigós, al cobijo moreno de Polevnsky. Ninguno pierde, hay que advertirlo, en lo real pero en el terreno de lo simbólico, y la influencia de ello en la construcción de futuros, parece un riesgo.

Del otro lado, personajes como Guillermo López Ruvalcaba, exsecretario de Desarrollo Agropecuario en el gobierno de Cuauhtémoc Blanco (uno de dos morenistas que lograron nivel de secretaría de estado en el gabinete a cuyo titular apoyaron en coalición); Raúl Iragorri Montoya, quien busca acomodo en Morena a pesar del rechazo de la “nueva” clase política; y hasta el polémico Raúl Tadeo Nava, ex perredista (como todos los citados en este apartado), cuya gestión como alcalde de Cuautla ha sido severamente criticada (por decir lo menos); apuestan hacer renacer sus carreras políticas a partir de la caída de Polevnsky, más que de la figura de Ramírez Cuéllar, quien para ellos es más una apuesta coyuntural que derivada de orientación ideológica alguna.

Más allá de lo que resuelvan las autoridades electorales (aparentemente este asunto tendrá que dilucidarse en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación), la ruptura dejará extraordinariamente lesionada la legitimidad de quienes se hagan del control del partido en los próximos meses, y con ello de la posibilidad de asignar candidaturas para las elecciones intermedias, cuyo proceso inicia en septiembre y se espera ver claridad con algunas nominaciones en menos de doce meses.

¿Y los rabines? preguntarán los preocupados por el equipo político del director del Banco de Bienestar, Rabindranath Salazar Solorio, y tienen razón. En una suerte de cálculo político, el ex senador se deslindó bastante a tiempo de Yeidckol, cuyo apoyo recibió con muchas reservas; y si bien su equipo pide revisar el proceso del fin de semana, no se enfrentan directamente a la espuria o no dirigencia resultante del congreso que probablemente sea apócrifo, pero a lo mejor no. Así las cosas en la cancha del presidente.


Twitter: @martinellito

Correo: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx