/ miércoles 16 de marzo de 2022

Educación ambiental para el futuro

Durante los últimos dos años nuestro Planeta Tierra se ha visto vulnerado por el COVID-19, dicha pandemia nos puso a prueba a todos los seres humanos, mostrándonos lo pequeños que somos y lo frágiles que podemos ser.

La pandemia también nos permitió darnos cuenta y mirar cosas que antes no la estábamos viendo. En primer lugar, el encierro nos permitió compartir con los que tenemos más cerca y ser solidarios.

Son múltiples las acciones y las actividades que hemos tenido que aprender o reaprender, el uso de las tecnologías como un medio para comunicarnos se ha hecho constante y diariamente tenemos que recurrir a ellas.

Sin embargo, este mismo confinamiento nos ha dejado frente al espejo de nuestras vulnerabilidades, miedos y debilidades, y nos ha mostrado cómo el mundo que nos rodea puede reaccionar a nuestra falta de prevención y mirada de futuro si no se actúa de inmediato o tenemos planes de prevención.

Hoy más que nunca, la nueva realidad nos llama a repensar lo que hemos construido y el mundo de la educación, en particular, el de la educación ambiental.

Es urgente actuar y tener un objetivo esencial para ayudar a evitar nuevas crisis. En este escenario, es necesario abordar el cuidado del medioambiente con la responsabilidad y urgencia que el planeta requiere. La pandemia, el calentamiento global y todos los efectos del cambio climático, nos obligan a reforzar los esfuerzos para revertir nuestros hábitos que causan daño a los ecosistemas.

Mirar hacia atrás es importante, pero no es suficiente; la Educación Ambiental es parte de la esencia más profunda del ser humano, aquella que nos habla de la perfección de su propia naturaleza, y por ende, de las relaciones que debemos tener con la Tierra.

Hoy, más que nunca, es necesario impulsar iniciativas de Educación Ambiental sin generar angustia para que nuestros niños y niñas tomen conciencia de la necesidad de cuidar del medio ambiente y el planeta.

Por ejemplo, un envase que no es reciclado correctamente termina transformado en basura, pero si es separado adecuadamente se convierte en un recurso como material de construcción. Por lo que es importante que se pueda reflexionar respecto a la importancia de conocer y valorar nuestro entorno natural.

La Educación Ambiental es la solución que debemos implementar en los planes y programas de los gobiernos, para así formar una sociedad crítica, creativa y comprometida con el cuidado y buen uso de los recursos naturales.

En estas situaciones y con la participación activa de todos vamos a lograr proteger el único lugar donde podemos vivir, implementando las herramientas necesarias para mantener un equilibrio pleno, y que puede ser solución a muchas problemáticas existentes en nuestra sociedad.

Que la pandemia no sea un obstáculo para la instalación de un trabajo en sinergia, a fin de generar la formación de una conciencia ambiental, enfocada en formar valores con el fin de cuidar el entorno natural para el uso sustentable de nuestros recursos naturales.



Durante los últimos dos años nuestro Planeta Tierra se ha visto vulnerado por el COVID-19, dicha pandemia nos puso a prueba a todos los seres humanos, mostrándonos lo pequeños que somos y lo frágiles que podemos ser.

La pandemia también nos permitió darnos cuenta y mirar cosas que antes no la estábamos viendo. En primer lugar, el encierro nos permitió compartir con los que tenemos más cerca y ser solidarios.

Son múltiples las acciones y las actividades que hemos tenido que aprender o reaprender, el uso de las tecnologías como un medio para comunicarnos se ha hecho constante y diariamente tenemos que recurrir a ellas.

Sin embargo, este mismo confinamiento nos ha dejado frente al espejo de nuestras vulnerabilidades, miedos y debilidades, y nos ha mostrado cómo el mundo que nos rodea puede reaccionar a nuestra falta de prevención y mirada de futuro si no se actúa de inmediato o tenemos planes de prevención.

Hoy más que nunca, la nueva realidad nos llama a repensar lo que hemos construido y el mundo de la educación, en particular, el de la educación ambiental.

Es urgente actuar y tener un objetivo esencial para ayudar a evitar nuevas crisis. En este escenario, es necesario abordar el cuidado del medioambiente con la responsabilidad y urgencia que el planeta requiere. La pandemia, el calentamiento global y todos los efectos del cambio climático, nos obligan a reforzar los esfuerzos para revertir nuestros hábitos que causan daño a los ecosistemas.

Mirar hacia atrás es importante, pero no es suficiente; la Educación Ambiental es parte de la esencia más profunda del ser humano, aquella que nos habla de la perfección de su propia naturaleza, y por ende, de las relaciones que debemos tener con la Tierra.

Hoy, más que nunca, es necesario impulsar iniciativas de Educación Ambiental sin generar angustia para que nuestros niños y niñas tomen conciencia de la necesidad de cuidar del medio ambiente y el planeta.

Por ejemplo, un envase que no es reciclado correctamente termina transformado en basura, pero si es separado adecuadamente se convierte en un recurso como material de construcción. Por lo que es importante que se pueda reflexionar respecto a la importancia de conocer y valorar nuestro entorno natural.

La Educación Ambiental es la solución que debemos implementar en los planes y programas de los gobiernos, para así formar una sociedad crítica, creativa y comprometida con el cuidado y buen uso de los recursos naturales.

En estas situaciones y con la participación activa de todos vamos a lograr proteger el único lugar donde podemos vivir, implementando las herramientas necesarias para mantener un equilibrio pleno, y que puede ser solución a muchas problemáticas existentes en nuestra sociedad.

Que la pandemia no sea un obstáculo para la instalación de un trabajo en sinergia, a fin de generar la formación de una conciencia ambiental, enfocada en formar valores con el fin de cuidar el entorno natural para el uso sustentable de nuestros recursos naturales.