/ domingo 10 de abril de 2022

Donde más duele

A Esther, su exesposo le pegó donde más le dolió: en su hijo. Las afectaciones físicas y emocionales durante su matrimonio fueron pocas comparadas con las que sufrió al saber que su niño se quedaba sin comer y era golpeado cuando visitaba a su padre.

Estas agresiones se conocen como violencia vicaria —un concepto acuñado en 2012 por la psicóloga clínica especializada en victimología Sonia Vaccaro—, aquella que se ejerce sobre las y los hijos para dañar a la mujer; el maltratador sabe que lastimarles es asegurar una afectación en la mamá. Representa un daño extremo para una víctima indirecta.

En España, el caso de Olivia, una niña de seis años asesinada por su padre el año pasado, puso sobre la mesa la importancia de reconocer la violencia vicaria, que fue incluida en la nueva Ley de Protección a la Infancia, que prevé suspender el régimen de visitas de los maltratadores.

Las agresiones de género, en cualquiera de sus manifestaciones, deben ser visibilizadas y atendidas. En Morelos, de acuerdo con datos de la Colectiva de Defensa de Derechos de las Mujeres hay, actualmente, al menos 12 madres que padecen violencia vicaria.

Ante esa realidad, la diputada Tania Valentina Rodríguez, presentó una iniciativa de reforma a la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para incluir y evitar, entre otras situaciones, que avance la sustracción ilegal de niñas o niños por parte de los padres.

La iniciativa fue presentada en febrero y aún no está dictaminada en la Comisión de Puntos Constitucionales y Legislación. En el país, Zacatecas y el Estado de México ya la incluyen en sus legislaciones.

Este tipo de agresiones han sido poco revisadas o encuadradas en otros tipos penales, a pesar de la frecuencia con la que pueden ocurrir. Agresiones físicas o psicológicas pueden ser consideradas como maltrato infantil, situación que deja a la madre fuera de la posibilidad de ser considerada víctima.

Los reportes del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, provenientes de todo el país y recibidos en la Línea Mujer y Familia o el Chat de Confianza (55 5533 5533), revelan un aumento del 130% en los casos de maltrato infantil en 2021 en comparación con 2020. En Morelos, ese incremento fue de 142%.

Contar con instrumentos ciudadanos y legales en el combate a la violencia de género representa la posibilidad de apoyar a las víctimas en el proceso de empoderamiento y construcción de entornos seguros.

@guerrerochipres

A Esther, su exesposo le pegó donde más le dolió: en su hijo. Las afectaciones físicas y emocionales durante su matrimonio fueron pocas comparadas con las que sufrió al saber que su niño se quedaba sin comer y era golpeado cuando visitaba a su padre.

Estas agresiones se conocen como violencia vicaria —un concepto acuñado en 2012 por la psicóloga clínica especializada en victimología Sonia Vaccaro—, aquella que se ejerce sobre las y los hijos para dañar a la mujer; el maltratador sabe que lastimarles es asegurar una afectación en la mamá. Representa un daño extremo para una víctima indirecta.

En España, el caso de Olivia, una niña de seis años asesinada por su padre el año pasado, puso sobre la mesa la importancia de reconocer la violencia vicaria, que fue incluida en la nueva Ley de Protección a la Infancia, que prevé suspender el régimen de visitas de los maltratadores.

Las agresiones de género, en cualquiera de sus manifestaciones, deben ser visibilizadas y atendidas. En Morelos, de acuerdo con datos de la Colectiva de Defensa de Derechos de las Mujeres hay, actualmente, al menos 12 madres que padecen violencia vicaria.

Ante esa realidad, la diputada Tania Valentina Rodríguez, presentó una iniciativa de reforma a la Ley de Acceso a las Mujeres a una Vida Libre de Violencia para incluir y evitar, entre otras situaciones, que avance la sustracción ilegal de niñas o niños por parte de los padres.

La iniciativa fue presentada en febrero y aún no está dictaminada en la Comisión de Puntos Constitucionales y Legislación. En el país, Zacatecas y el Estado de México ya la incluyen en sus legislaciones.

Este tipo de agresiones han sido poco revisadas o encuadradas en otros tipos penales, a pesar de la frecuencia con la que pueden ocurrir. Agresiones físicas o psicológicas pueden ser consideradas como maltrato infantil, situación que deja a la madre fuera de la posibilidad de ser considerada víctima.

Los reportes del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México, provenientes de todo el país y recibidos en la Línea Mujer y Familia o el Chat de Confianza (55 5533 5533), revelan un aumento del 130% en los casos de maltrato infantil en 2021 en comparación con 2020. En Morelos, ese incremento fue de 142%.

Contar con instrumentos ciudadanos y legales en el combate a la violencia de género representa la posibilidad de apoyar a las víctimas en el proceso de empoderamiento y construcción de entornos seguros.

@guerrerochipres