/ miércoles 12 de agosto de 2020

Después del escenario catastrófico

Tras haber alcanzado los 50 mil casos de muertes por motivo del Covid-19, no hubo crítico del gobierno ni político de oposición que no haya exigido la renuncia del responsable de la estrategia sanitaria. En su defensa, el Subsecretario López-Gatell dijo que el escenario catastrófico siempre estuvo considerado.

Hasta ahora ningún dato, estudio, evidencia o recomendación técnica dentro o fuera del gobierno ha sido suficiente para ajustar o modificar la estrategia federal; aun cuando debería preocupar que los pronósticos llegaron al peor escenario y ser razón suficiente para indicar cambios urgentes.

Recomiendo revisar el informe que publicó la organización Signos Vitales, denominado La Pandemia en México. Dimensión de la tragedia. Ahí se puede encontrar una buena relatoría de los principales problemas de nuestro sistema de salud y el manejo que han dado las autoridades, como: restarle importancia a la pandemia, sobreestimar una estrategia que utilizó un modelo de monitoreo que no era claro ni transparente, el no usar pruebas para contener la propagación del virus y un sistema de salud colapsado por la austeridad; entre otras cosas que ahí se señalan.

Por otro lado, si la estrategia sanitaria nos llevó al escenario catastrófico, en materia económica no es distinto. Algunos apoyos públicos llegaron, pero no a todos ni fueron suficientes. No hubo prórroga de pagos a servicios o impuestos, ni programa de empleo emergente, mucho menos un ingreso ciudadano universal. Los millones de trabajadores que perdieron sus empleos o las miles de empresas en quiebra, se las arreglaron como mejor pudieron.

No hubo Acuerdo Nacional. No llegó la Nueva Convención Hacendaria ni Pacto Fiscal. La 4T siguió con sus programas y prioridades. Y sí se concretaron las “donaciones” del salario de los servidores públicos y desde la Presidencia se urgió al Congreso de la Unión para aprobar los ajustes legales que permitieran comprar vacunas y medicamentos en el extranjero. Tal vez por ello los empresarios decidieron seguir por su cuenta.

El Banco Mundial estima que no habrá recuperación sino hasta el 2022. Pero no hay cambios ni ajustes a la estrategia de política económica. Hace unas semanas, Bank of America señaló que el perfil financiero del gobierno seguirá deteriorándose por la caída en los ingresos, la débil recuperación y porque el gasto público no es productivo, sino preponderantemente social o muy concentrado en sus proyectos de infraestructura (Diario ContraRéplica, 17 de julio).

Al final, los escenarios catastróficos afectan a las personas. Si seguimos las últimas encuestas publicadas por Consulta Mitofsky, hay una constante caída en la aprobación del Presidente. Incluso la mayoría de los ciudadanos tienen una mala percepción contra AMLO por no haber usado cubrebocas durante todo el tiempo que llevamos de pandemia.

El escenario catastrófico se presentó desde abril para muchas personas, y con cada decisión no tomada se afectaron, como en oleadas, a más y más sectores de la población. La forma como se le ha dado tratamiento a la emergencia sanitaria y la crisis económica es la misma que ha existido por años: limitada y poco efectiva.

La realidad nos ha mostrado las consecuencias y para muchos, el desencanto de un gobierno que transformaría la realidad social del país. ¿Qué sigue entonces?


Twitter / Facebook: @CzarArenas

Tras haber alcanzado los 50 mil casos de muertes por motivo del Covid-19, no hubo crítico del gobierno ni político de oposición que no haya exigido la renuncia del responsable de la estrategia sanitaria. En su defensa, el Subsecretario López-Gatell dijo que el escenario catastrófico siempre estuvo considerado.

Hasta ahora ningún dato, estudio, evidencia o recomendación técnica dentro o fuera del gobierno ha sido suficiente para ajustar o modificar la estrategia federal; aun cuando debería preocupar que los pronósticos llegaron al peor escenario y ser razón suficiente para indicar cambios urgentes.

Recomiendo revisar el informe que publicó la organización Signos Vitales, denominado La Pandemia en México. Dimensión de la tragedia. Ahí se puede encontrar una buena relatoría de los principales problemas de nuestro sistema de salud y el manejo que han dado las autoridades, como: restarle importancia a la pandemia, sobreestimar una estrategia que utilizó un modelo de monitoreo que no era claro ni transparente, el no usar pruebas para contener la propagación del virus y un sistema de salud colapsado por la austeridad; entre otras cosas que ahí se señalan.

Por otro lado, si la estrategia sanitaria nos llevó al escenario catastrófico, en materia económica no es distinto. Algunos apoyos públicos llegaron, pero no a todos ni fueron suficientes. No hubo prórroga de pagos a servicios o impuestos, ni programa de empleo emergente, mucho menos un ingreso ciudadano universal. Los millones de trabajadores que perdieron sus empleos o las miles de empresas en quiebra, se las arreglaron como mejor pudieron.

No hubo Acuerdo Nacional. No llegó la Nueva Convención Hacendaria ni Pacto Fiscal. La 4T siguió con sus programas y prioridades. Y sí se concretaron las “donaciones” del salario de los servidores públicos y desde la Presidencia se urgió al Congreso de la Unión para aprobar los ajustes legales que permitieran comprar vacunas y medicamentos en el extranjero. Tal vez por ello los empresarios decidieron seguir por su cuenta.

El Banco Mundial estima que no habrá recuperación sino hasta el 2022. Pero no hay cambios ni ajustes a la estrategia de política económica. Hace unas semanas, Bank of America señaló que el perfil financiero del gobierno seguirá deteriorándose por la caída en los ingresos, la débil recuperación y porque el gasto público no es productivo, sino preponderantemente social o muy concentrado en sus proyectos de infraestructura (Diario ContraRéplica, 17 de julio).

Al final, los escenarios catastróficos afectan a las personas. Si seguimos las últimas encuestas publicadas por Consulta Mitofsky, hay una constante caída en la aprobación del Presidente. Incluso la mayoría de los ciudadanos tienen una mala percepción contra AMLO por no haber usado cubrebocas durante todo el tiempo que llevamos de pandemia.

El escenario catastrófico se presentó desde abril para muchas personas, y con cada decisión no tomada se afectaron, como en oleadas, a más y más sectores de la población. La forma como se le ha dado tratamiento a la emergencia sanitaria y la crisis económica es la misma que ha existido por años: limitada y poco efectiva.

La realidad nos ha mostrado las consecuencias y para muchos, el desencanto de un gobierno que transformaría la realidad social del país. ¿Qué sigue entonces?


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