Con febrero comienza el segundo periodo de sesiones en el congreso del estado. Se trata de la segunda parte de la actual legislatura. Durante la primera parte sólo tuvimos un periodo de trabajo consensuado en los asuntos iniciales y finalmente concluyó de manera inesperada con una primera ruptura del diálogo y sus consensos. El 2022, nos encontró en una situación compleja que detuvo el trabajo legislativo. Los disensos terminaron por imponerse dando pie a un forcejeo parlamentario que derivó en improductividad general y desconfianzas. La nuestra ha sido una legislatura en la que han sucedido hechos muy lamentables. Pareciera que se presenta una dinámica inercial en una espiral de poder antes que aquella de suma de intereses por el bien público.
Tal circunstancia obliga a una necesaria ruta de trabajo en defensa de derechos humanos y cercanía social atendiendo a la demanda ciudadana para el bien público. Para darnos una idea de la tarea que hemos de atender en la legislatura, hay que decir que se han presentado 352 iniciativas en diferentes temas de las cuales se han aprobado 32 (de acuerdo a un corte al mes de enero del presente año). No parece que vaya a disminuir la presentación de iniciativas en los siguientes meses, de ahí la necesidad de hacer un llamado a una revisión profunda, disposición democrática y bien público que permita sacar adelante las propuestas formuladas y avanzar en su desahogo.
No es pues poca la tarea por hacer, es importante un amplio y serio debate sobre las coincidencias que nos pueden acercar a los consensos necesarios para la obligación legislativa. Sin duda, uno de los principales ejes del trabajo para el periodo que comienza. Que sea para el bien de Morelos. Demos la bienvenida al nuevo mes.
