/ miércoles 26 de abril de 2023

El niñ@ que som@s

Conforme han ido pasando los años, la costumbre de celebrar días especiales de diferentes segmentos de la población se ha multiplicado. Efectivamente, cada año se incorporan más conmemoraciones. No cabe duda qué esta iniciativa tiene que ver con hacer visibles ciertas problemáticas presentes en diversos sectores poblacionales, económicos, culturales, sociales, medio ambientales, etc. En contraparte, la parte negativa de estas festividades es su cada vez creciente comercialización y consumismo.

Sin embargo, han quedado en el colectivo consciente algunas fechas tradicionales que no pierden su brillo e importancia, tales como casos de los niñ@, las mamás y papás, los maestros, los estudiantes, los trabajadores. A partir del mes de abril viviremos las conmemoraciones correspondientes a estos segmentos.

Al concluir el presente mes, se empiezan a realizar diversas actividades que buscan el reconocimiento y destacar la importancia de la niñez mexicana y morelense. Los poderes públicos, instituciones públicas y privadas promueven diversas actividades para celebrarlos.

No es que esto sea en sí mismo lo mejor, ya escuchamos en muchos ambientes la crítica de porque un solo día o el emotivo señalamiento en el sentido de que en cada adulto hay escondido un niñ@. En fin, que existen claroscuros en todas estas festividades que entraremos de lleno a vivir querámoslo o no, por la multiplicada publicidad formal e informal. Así que, en el sentido más optimista de las cosas, dispongámonos a participar de estas fechas. Sin duda, todos tenemos qué celebrar, recordar o comentar, aunque también debe decirse que no todos, en cada caso existe, por decirlo de algún modo, un “grinch”. Una mirada optimista de la vida y de sus realidades creo que abona más a un mayor equilibrio personal que una pesimista y depresiva que ve solo lo malo de la vida. Así que, una servidora disfrutara de todas y cada una de las actividades en las que participará y organizará con motivo de la niñez morelense, aun cuando lo que realizaré sea modesto.

Una perspectiva más asertiva de la vida nos ayuda a mantener la esperanza que especialmente anida en el alma de los mexicanos. ¿No lo cree así? Felicidades al niñ@ lector que sigue esta columna. Un saludo cordial.

Conforme han ido pasando los años, la costumbre de celebrar días especiales de diferentes segmentos de la población se ha multiplicado. Efectivamente, cada año se incorporan más conmemoraciones. No cabe duda qué esta iniciativa tiene que ver con hacer visibles ciertas problemáticas presentes en diversos sectores poblacionales, económicos, culturales, sociales, medio ambientales, etc. En contraparte, la parte negativa de estas festividades es su cada vez creciente comercialización y consumismo.

Sin embargo, han quedado en el colectivo consciente algunas fechas tradicionales que no pierden su brillo e importancia, tales como casos de los niñ@, las mamás y papás, los maestros, los estudiantes, los trabajadores. A partir del mes de abril viviremos las conmemoraciones correspondientes a estos segmentos.

Al concluir el presente mes, se empiezan a realizar diversas actividades que buscan el reconocimiento y destacar la importancia de la niñez mexicana y morelense. Los poderes públicos, instituciones públicas y privadas promueven diversas actividades para celebrarlos.

No es que esto sea en sí mismo lo mejor, ya escuchamos en muchos ambientes la crítica de porque un solo día o el emotivo señalamiento en el sentido de que en cada adulto hay escondido un niñ@. En fin, que existen claroscuros en todas estas festividades que entraremos de lleno a vivir querámoslo o no, por la multiplicada publicidad formal e informal. Así que, en el sentido más optimista de las cosas, dispongámonos a participar de estas fechas. Sin duda, todos tenemos qué celebrar, recordar o comentar, aunque también debe decirse que no todos, en cada caso existe, por decirlo de algún modo, un “grinch”. Una mirada optimista de la vida y de sus realidades creo que abona más a un mayor equilibrio personal que una pesimista y depresiva que ve solo lo malo de la vida. Así que, una servidora disfrutara de todas y cada una de las actividades en las que participará y organizará con motivo de la niñez morelense, aun cuando lo que realizaré sea modesto.

Una perspectiva más asertiva de la vida nos ayuda a mantener la esperanza que especialmente anida en el alma de los mexicanos. ¿No lo cree así? Felicidades al niñ@ lector que sigue esta columna. Un saludo cordial.

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