/ sábado 29 de abril de 2023

"Rebuznancias en Yucatán respecto a la salud de Andrés Manuel"

Son principios y reglas elementales de quienes practicamos el periodismo, de no calumniar ni mucho menos crear bulos, o como la expresión en inglés feik news, frente a una realidad de lo que le ocurrió al Presidente.

Palabras que no tienen certeza fueron utilizadas por un medio de difusión en Yucatán, que parafraseamos porque en el pecado llevan la penitencia. Dijeron, quienes hacen ese medio de información en Yucatán, que el Presidente había padecido, fijarse bien distinguidos lectores, no un infarto, sino un “presunto”, si vamos al diccionario la presunción se da, siguiendo un aforismo latino “iuris tantum”, es decir, salvo prueba en contrario; y el medio de marras dijo infarto, pero no lo afirmó.

Siguieron los calificativos y dijeron, el mismo medio, sufrió un “probable desmayo que motivó un infarto, y que fue llevado en una ambulancia aérea, de Mérida a la Ciudad de México”. Aquí siempre con el objetivo de la noticia falsa y alarmista, que no ocultan entre líneas sus verdaderas intenciones de quienes las pronunciaron, porque quisieran, y esto es muy grave, que el Presidente estuviera afectado de sus facultades mentales, infartado, y que dejara la Presidencia. Frente a ésto, quienes somos de filiación izquierdista de siempre, que no somos oportunistas, que por convicción hemos votado por Andrés Manuel en el año 2018 y fuimos parte de los 30 millones con los que fue electo, hoy ratificamos nuestro credo y nuestra fe en el gobierno de izquierda y saludamos, con beneplácito y sobre todo con alegría, que el propio Presidente en horas haya salido de eso que le imputó el medio yucateco, que haya hecho acto de presencia, y su cara no deja lugar a dudas de que hay salud plena; si bien sabemos, estamos conscientes, aun cuando hay por ahí un periodista de radio y muy reiterativo de que es “Juan Camaney” o muy “Sácale punta”, que omito su nombre porque no vale la pena incluirlo en este espacio, si bien sus raíces son españolas; por ello pensamos que la plena salud, o como dijo el Presidente parafraseando a Zorrilla, “los muertos que matais gozan de cabal salud”.

Reiterando los calificativos del falsario medio de difusión yucateco, quisieron justificarse otra vez diciendo lo que padeció es un “problema cardíaco". Sin aclarar qué era el problema y si efectivamente se había afectado el corazón. También, y es importante reiterarlo, fueron complacidos los detractores, y se dio una prueba de vida, con la presencia y el vídeo de 18 minutos que todos vimos y aplaudimos, porque nos congratulamos de que el Presidente, con sus 66 años de edad, y no uno, sino dos o tres infartos que le han dado, tiene plena salud; si bien entendemos que está enfermo, como pueden estar muchos mexicanos, pero con la presión arterial controlada y lo demás, que seguramente completará su gobierno, y por los frutos y lo que se ha logrado, seguramente que cualesquiera de los que aspiran de MORENA y la Cuarta Transformación, lo podrán suceder con una doctrina que ya hemos antes hablado, de que habrá en el que venga, una continuidad de los programas de la Cuarta Transformación, pero no un continuismo; en otras palabras, el que venga o la que venga, seguramente ni mañaneras habrá y tendrán un estilo diferente personal de gobernar, que es lo que todos los mexicanos esperamos.

CONCLUSIONES

Primera: Lo poco profesional del medio de Yucatán debe quedar en el olvido, y sí hacer una llamada de atención, para que se profesionalicen, y noticias que den, principio elemental de ser reportero, comprobarlas.

Segunda: Vahído, desmayo, presión arterial elevada, probable infarto, presunto, o lo que quieran, son bulos, noticias falsas, y por ello reiteramos nuestra convicción de seguir apoyando a Andrés Manuel, a la izquierda, a MORENA y a la Cuarta Transformación.


Licenciado en Derecho. Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com


Son principios y reglas elementales de quienes practicamos el periodismo, de no calumniar ni mucho menos crear bulos, o como la expresión en inglés feik news, frente a una realidad de lo que le ocurrió al Presidente.

Palabras que no tienen certeza fueron utilizadas por un medio de difusión en Yucatán, que parafraseamos porque en el pecado llevan la penitencia. Dijeron, quienes hacen ese medio de información en Yucatán, que el Presidente había padecido, fijarse bien distinguidos lectores, no un infarto, sino un “presunto”, si vamos al diccionario la presunción se da, siguiendo un aforismo latino “iuris tantum”, es decir, salvo prueba en contrario; y el medio de marras dijo infarto, pero no lo afirmó.

Siguieron los calificativos y dijeron, el mismo medio, sufrió un “probable desmayo que motivó un infarto, y que fue llevado en una ambulancia aérea, de Mérida a la Ciudad de México”. Aquí siempre con el objetivo de la noticia falsa y alarmista, que no ocultan entre líneas sus verdaderas intenciones de quienes las pronunciaron, porque quisieran, y esto es muy grave, que el Presidente estuviera afectado de sus facultades mentales, infartado, y que dejara la Presidencia. Frente a ésto, quienes somos de filiación izquierdista de siempre, que no somos oportunistas, que por convicción hemos votado por Andrés Manuel en el año 2018 y fuimos parte de los 30 millones con los que fue electo, hoy ratificamos nuestro credo y nuestra fe en el gobierno de izquierda y saludamos, con beneplácito y sobre todo con alegría, que el propio Presidente en horas haya salido de eso que le imputó el medio yucateco, que haya hecho acto de presencia, y su cara no deja lugar a dudas de que hay salud plena; si bien sabemos, estamos conscientes, aun cuando hay por ahí un periodista de radio y muy reiterativo de que es “Juan Camaney” o muy “Sácale punta”, que omito su nombre porque no vale la pena incluirlo en este espacio, si bien sus raíces son españolas; por ello pensamos que la plena salud, o como dijo el Presidente parafraseando a Zorrilla, “los muertos que matais gozan de cabal salud”.

Reiterando los calificativos del falsario medio de difusión yucateco, quisieron justificarse otra vez diciendo lo que padeció es un “problema cardíaco". Sin aclarar qué era el problema y si efectivamente se había afectado el corazón. También, y es importante reiterarlo, fueron complacidos los detractores, y se dio una prueba de vida, con la presencia y el vídeo de 18 minutos que todos vimos y aplaudimos, porque nos congratulamos de que el Presidente, con sus 66 años de edad, y no uno, sino dos o tres infartos que le han dado, tiene plena salud; si bien entendemos que está enfermo, como pueden estar muchos mexicanos, pero con la presión arterial controlada y lo demás, que seguramente completará su gobierno, y por los frutos y lo que se ha logrado, seguramente que cualesquiera de los que aspiran de MORENA y la Cuarta Transformación, lo podrán suceder con una doctrina que ya hemos antes hablado, de que habrá en el que venga, una continuidad de los programas de la Cuarta Transformación, pero no un continuismo; en otras palabras, el que venga o la que venga, seguramente ni mañaneras habrá y tendrán un estilo diferente personal de gobernar, que es lo que todos los mexicanos esperamos.

CONCLUSIONES

Primera: Lo poco profesional del medio de Yucatán debe quedar en el olvido, y sí hacer una llamada de atención, para que se profesionalicen, y noticias que den, principio elemental de ser reportero, comprobarlas.

Segunda: Vahído, desmayo, presión arterial elevada, probable infarto, presunto, o lo que quieran, son bulos, noticias falsas, y por ello reiteramos nuestra convicción de seguir apoyando a Andrés Manuel, a la izquierda, a MORENA y a la Cuarta Transformación.


Licenciado en Derecho. Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com