/ sábado 13 de agosto de 2022

¿Debe o no encargarse la seguridad pública al Ejército mexicano?

El tema es candente. Está en todos los medios. Algunos expertos confunden la Seguridad Pública con la Seguridad Nacional. La primera tiene como objetivo principal proteger a los mexicanos; prevenir delitos, alertar sobre posibles ataques a los derechos humanos fundamentales convertidos con esa categoría jurídica a partir de la reforma del año 2011, donde se terminaron las garantías individuales; también es esencia de la Seguridad Pública la protección de los derechos reales como el de la propiedad y lo que éste conlleva; igualmente el bienestar en general de las mexicanas, de los mexicanos, de las familias, de sus miembros; el de garantizar los servicios públicos; la vida de los mexicanos, su libertad y cuanto refiera al bienestar de los mexicanos y las mexicanas.

Como es bien sabido la Seguridad Pública ha tenido una serie de transformaciones, y aquí es donde quisiera llamar la atención de mis distinguidos lectores, con motivo de que las policías civiles; las policías de cada estado de la República; las preventivas, las diferentes clases que se han creado, han sido insuficientes hasta ahora para lograr lo que acabamos de señalar como objetivos principales de la Seguridad Pública. Ahí empezó la debacle. Se habilitó la creación de grupos, en este caso como el de la Guardia Nacional, que en principio se dijo que serían militares y ciudadanos comunes; pero la realidad es que la delincuencia organizada; el narcotráfico; y todo lo que esto lleva consigo han dado como resultado la incapacidad total de autoridades civiles; y de ahí que la Guardia Nacional haya fundado su creación en darnos a los mexicanos la Seguridad Pública de la que hemos carecido en los últimos años.

Los tres niveles de gobierno municipal, estatal y federal, que tienen esta obligación como policías civiles no han podido cumplir con ella, de ahí que se haya pensado en que sea el ejército el que realice estas actividades; si bien es cierto que no están para eso, también es una realidad que la impunidad de los delincuentes; de las bandas de narcotraficantes; de los que tratan de aprovecharse de las lagunas jurídicas y de las crisis del país, tienen, sobre todo cinco o seis estados de la República, como Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas y otros, sometidos a un terror, que todos los días, recientemente se acaba de dar lo de Chihuahua, en Ciudad Juárez, derivado de un motín en un reclusorio, pero finalmente esto repercute en la Seguridad Pública de los mexicanos y las mexicanas.

Seguramente que el Presidente asesorado por expertos en Derecho, logrará que se hagan reformas constitucionales; pero frente a la tozudez y a la manera en que la oposición se ha conducido, vemos que ya los valores de los mexicanos no cuentan, que lo que hay como prioridad son los intereses políticos, de los partidos personales y no de los mexicanos, por ello hay que utilizar los recursos que tiene la Presidencia, decretos y todo lo demás, para que esto se logre.

Por lo que hace a la Seguridad Nacional, que es muy importante que se sepa y se entienda su diferencia, es exactamente la que normalmente ejerce el ejército, la marina, que es proteger al gobierno y a los objetivos nacionales; igualmente a que la soberanía no sea afectada ni amenazada por fuerzas exteriores. Igualmente la Seguridad Nacional implica mantener la paz y la estabilidad del país; incrementar el régimen democrático y que los desarrollos sociales, políticos y económicos se den en plenitud para mejorar la vida de todos los mexicanos y las mexicanas; en este sentido es evidente que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha logrado darnos un gran bienestar a las personas que en el pasado no teníamos ni siquiera imagen ni identidad, porque los gobernantes en lugar de ser eso se convirtieron en amos del país, en los patrones de todos y entonces lo último que les importó era o fue que los mexicanos tuviéramos bienestar; por ello estamos en favor de que la Guardia Nacional se vaya, si es necesario al ejército, para que se logren los objetivos de que podamos tener, como dije antes, la seguridad y el pleno respeto a los derechos humanos fundamentales constitucionales, a los derechos reales, al bienestar, a la salud pública, a los servicios públicos, a la vida, a la libertad y todo lo que esto implica.

CONCLUSIONES

Primera: Es importante saber y diferenciar que la Seguridad Pública es la protección de los mexicanos y la nacional es la protección al Estado; es decir al gobierno en cuanto a repeler amenazas del exterior.

Segunda: El conflicto de que la Guardia Nacional que está respondiendo y mejorando la seguridad de los mexicanos, se vaya al ejército con el propósito de que lo haga mejor, es muy importante y seguro, a pesar de los intereses de la oposición, que en un momento dado se podrá, a través de decretos o reformas a las leyes constitucionales, lograr que esto sea una realidad.

Tercera: Es trascendente que cada uno de los mexicanos hagamos la parte que nos corresponde, y en el caso concreto que se mejore la seguridad de nuestras familias, nuestros hijos, de nuestros bienes y de todo lo que implica, lo que ha sido tan lesionado por los diferentes grupos con intereses personales y egoístas en contra de todos los mexicanos y mexicanas.

Licenciado en Derecho. Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com

El tema es candente. Está en todos los medios. Algunos expertos confunden la Seguridad Pública con la Seguridad Nacional. La primera tiene como objetivo principal proteger a los mexicanos; prevenir delitos, alertar sobre posibles ataques a los derechos humanos fundamentales convertidos con esa categoría jurídica a partir de la reforma del año 2011, donde se terminaron las garantías individuales; también es esencia de la Seguridad Pública la protección de los derechos reales como el de la propiedad y lo que éste conlleva; igualmente el bienestar en general de las mexicanas, de los mexicanos, de las familias, de sus miembros; el de garantizar los servicios públicos; la vida de los mexicanos, su libertad y cuanto refiera al bienestar de los mexicanos y las mexicanas.

Como es bien sabido la Seguridad Pública ha tenido una serie de transformaciones, y aquí es donde quisiera llamar la atención de mis distinguidos lectores, con motivo de que las policías civiles; las policías de cada estado de la República; las preventivas, las diferentes clases que se han creado, han sido insuficientes hasta ahora para lograr lo que acabamos de señalar como objetivos principales de la Seguridad Pública. Ahí empezó la debacle. Se habilitó la creación de grupos, en este caso como el de la Guardia Nacional, que en principio se dijo que serían militares y ciudadanos comunes; pero la realidad es que la delincuencia organizada; el narcotráfico; y todo lo que esto lleva consigo han dado como resultado la incapacidad total de autoridades civiles; y de ahí que la Guardia Nacional haya fundado su creación en darnos a los mexicanos la Seguridad Pública de la que hemos carecido en los últimos años.

Los tres niveles de gobierno municipal, estatal y federal, que tienen esta obligación como policías civiles no han podido cumplir con ella, de ahí que se haya pensado en que sea el ejército el que realice estas actividades; si bien es cierto que no están para eso, también es una realidad que la impunidad de los delincuentes; de las bandas de narcotraficantes; de los que tratan de aprovecharse de las lagunas jurídicas y de las crisis del país, tienen, sobre todo cinco o seis estados de la República, como Jalisco, Guanajuato, Tamaulipas y otros, sometidos a un terror, que todos los días, recientemente se acaba de dar lo de Chihuahua, en Ciudad Juárez, derivado de un motín en un reclusorio, pero finalmente esto repercute en la Seguridad Pública de los mexicanos y las mexicanas.

Seguramente que el Presidente asesorado por expertos en Derecho, logrará que se hagan reformas constitucionales; pero frente a la tozudez y a la manera en que la oposición se ha conducido, vemos que ya los valores de los mexicanos no cuentan, que lo que hay como prioridad son los intereses políticos, de los partidos personales y no de los mexicanos, por ello hay que utilizar los recursos que tiene la Presidencia, decretos y todo lo demás, para que esto se logre.

Por lo que hace a la Seguridad Nacional, que es muy importante que se sepa y se entienda su diferencia, es exactamente la que normalmente ejerce el ejército, la marina, que es proteger al gobierno y a los objetivos nacionales; igualmente a que la soberanía no sea afectada ni amenazada por fuerzas exteriores. Igualmente la Seguridad Nacional implica mantener la paz y la estabilidad del país; incrementar el régimen democrático y que los desarrollos sociales, políticos y económicos se den en plenitud para mejorar la vida de todos los mexicanos y las mexicanas; en este sentido es evidente que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ha logrado darnos un gran bienestar a las personas que en el pasado no teníamos ni siquiera imagen ni identidad, porque los gobernantes en lugar de ser eso se convirtieron en amos del país, en los patrones de todos y entonces lo último que les importó era o fue que los mexicanos tuviéramos bienestar; por ello estamos en favor de que la Guardia Nacional se vaya, si es necesario al ejército, para que se logren los objetivos de que podamos tener, como dije antes, la seguridad y el pleno respeto a los derechos humanos fundamentales constitucionales, a los derechos reales, al bienestar, a la salud pública, a los servicios públicos, a la vida, a la libertad y todo lo que esto implica.

CONCLUSIONES

Primera: Es importante saber y diferenciar que la Seguridad Pública es la protección de los mexicanos y la nacional es la protección al Estado; es decir al gobierno en cuanto a repeler amenazas del exterior.

Segunda: El conflicto de que la Guardia Nacional que está respondiendo y mejorando la seguridad de los mexicanos, se vaya al ejército con el propósito de que lo haga mejor, es muy importante y seguro, a pesar de los intereses de la oposición, que en un momento dado se podrá, a través de decretos o reformas a las leyes constitucionales, lograr que esto sea una realidad.

Tercera: Es trascendente que cada uno de los mexicanos hagamos la parte que nos corresponde, y en el caso concreto que se mejore la seguridad de nuestras familias, nuestros hijos, de nuestros bienes y de todo lo que implica, lo que ha sido tan lesionado por los diferentes grupos con intereses personales y egoístas en contra de todos los mexicanos y mexicanas.

Licenciado en Derecho. Director de la Programación Digital de la Revista de Derecho Familiar “Pater Familias” de la UNAM. Politólogo Autodidacta. jhernandez366@hotmail.com