/ domingo 20 de junio de 2021

Defensa plurinominal 1

La propuesta de algunos poco entendedores de política y mecanismos de representatividad para desaparecer diputados plurinominales ha sido retomada por el hombre en el poder, Andrés Manuel López Obrador, y ahora repetida profusamente por sus aduladores y corifeos en una ya acostumbrada ceguera selectiva o negación del presente. Porque nunca como ahora el mecanismo de representación proporcional probó ser tan necesario y tan apegado a los derechos humanos como ahora.

Vamos por partes. En una democracia, es derecho de todos los ciudadanos participar en la política, para ello se define un set de reglas que busca verificar esa garantía en todos los individuos que tengan interés en la participación; este principio explica las acciones afirmativas y las cuotas obligadas para grupos percibidos como vulnerables para fomentar y proteger su participación política. En México, hace mucho tiempo determinamos que la participación política sería a través de un sistema de partidos con registro ante una autoridad electoral ciudadana que funciona como árbitro de la contienda. La verificación del principio de ampliación de derechos implica que los requisitos para formar un partido político deben ser los menos posibles de forma de volver asequible su cumplimiento. Así, en Morelos, frente a la escasa representatividad que tienen los partidos políticos tradicionales, ha llegado a haber hasta 23 agrupaciones contendientes (justo en la pasada elección). Muchos de esos partidos perderán sus registros en los comicios, pero muchos otros habrán de permanecer y tendrán representación por la vía de la representación proporcional o plurinominal, en cabildos y congresos.

Los cabildos y congresos aspiran a ser, antes que un órgano deliberativo sobre la función y el control de la política, la representación más cercana posible a las preferencias políticas de los ciudadanos. Así, las legislaturas y los cabildos deberían ser colegiados que signifiquen un reflejo lo más cercano posible a los resultados de las elecciones de diputados y ayuntamientos.

Tomemos por caso la elección reciente de diputados para el congreso de Morelos; Morena y Acción Nacional fueron los partidos que mayor índice de votos lograron, Con 22.8% el primero, y 14.5% el segundo, tuvieron triunfos en casi el 60% de los 12 distritos locales. Los cinco distritos de mayoría de Morena y los dos del PAN, significan para el primero tener el 25% del total de diputados de la Legislatura, mientras que los dos del PAN representan el 10%. El PT, por su parte, no logró un sólo triunfo de mayoría, pero 6.2% de los electores votaron por ellos, lo que significa que le alcanzaría por lo menos para un diputado.

En el código electoral, los partidos que ganan el 3% de la votación para diputados tienen derecho a un diputado plurinominal. El espíritu de la norma no es tanto una exactitud aritmética, imposible como está la fórmula de asignación, sino la fidelidad de la integración del Congreso con los resultados de la votación; es decir, el respeto a la voluntad ciudadana, que es una de las condiciones indispensables para la democracia. Eliminar los plurinominales significaría ignorar, cada elección, a la mayoría de los ciudadanos.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

La propuesta de algunos poco entendedores de política y mecanismos de representatividad para desaparecer diputados plurinominales ha sido retomada por el hombre en el poder, Andrés Manuel López Obrador, y ahora repetida profusamente por sus aduladores y corifeos en una ya acostumbrada ceguera selectiva o negación del presente. Porque nunca como ahora el mecanismo de representación proporcional probó ser tan necesario y tan apegado a los derechos humanos como ahora.

Vamos por partes. En una democracia, es derecho de todos los ciudadanos participar en la política, para ello se define un set de reglas que busca verificar esa garantía en todos los individuos que tengan interés en la participación; este principio explica las acciones afirmativas y las cuotas obligadas para grupos percibidos como vulnerables para fomentar y proteger su participación política. En México, hace mucho tiempo determinamos que la participación política sería a través de un sistema de partidos con registro ante una autoridad electoral ciudadana que funciona como árbitro de la contienda. La verificación del principio de ampliación de derechos implica que los requisitos para formar un partido político deben ser los menos posibles de forma de volver asequible su cumplimiento. Así, en Morelos, frente a la escasa representatividad que tienen los partidos políticos tradicionales, ha llegado a haber hasta 23 agrupaciones contendientes (justo en la pasada elección). Muchos de esos partidos perderán sus registros en los comicios, pero muchos otros habrán de permanecer y tendrán representación por la vía de la representación proporcional o plurinominal, en cabildos y congresos.

Los cabildos y congresos aspiran a ser, antes que un órgano deliberativo sobre la función y el control de la política, la representación más cercana posible a las preferencias políticas de los ciudadanos. Así, las legislaturas y los cabildos deberían ser colegiados que signifiquen un reflejo lo más cercano posible a los resultados de las elecciones de diputados y ayuntamientos.

Tomemos por caso la elección reciente de diputados para el congreso de Morelos; Morena y Acción Nacional fueron los partidos que mayor índice de votos lograron, Con 22.8% el primero, y 14.5% el segundo, tuvieron triunfos en casi el 60% de los 12 distritos locales. Los cinco distritos de mayoría de Morena y los dos del PAN, significan para el primero tener el 25% del total de diputados de la Legislatura, mientras que los dos del PAN representan el 10%. El PT, por su parte, no logró un sólo triunfo de mayoría, pero 6.2% de los electores votaron por ellos, lo que significa que le alcanzaría por lo menos para un diputado.

En el código electoral, los partidos que ganan el 3% de la votación para diputados tienen derecho a un diputado plurinominal. El espíritu de la norma no es tanto una exactitud aritmética, imposible como está la fórmula de asignación, sino la fidelidad de la integración del Congreso con los resultados de la votación; es decir, el respeto a la voluntad ciudadana, que es una de las condiciones indispensables para la democracia. Eliminar los plurinominales significaría ignorar, cada elección, a la mayoría de los ciudadanos.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx