/ martes 20 de octubre de 2020

Cuerna y Cuautla, coincidencias

En el último índice de aprobación de alcaldes, un ejercicio que hace Mitofsky sobre cien de los más de 2 mil 400 presidentes municipales del país (los más importantes en términos poblacionales, políticos y sociales), los únicos dos morelenses que son medidos alcanzaron calificaciones media, Jesús Corona Damián de Cuautla, y baja, Antonio Villalobos Adán, de Cuernavaca. Los índices de aprobación, 33.7% para el primero y 29.3% del segundo, son mucho más altos que los registrados por el gobernador, Cuauhtémoc Blanco (14.6%), y en diversos círculos se estima que estarían también un poco por encima de la mayoría de los alcaldes y de todos los diputados.

Viene a cuento el asunto porque tanto Corona como Villalobos iniciaron esta semana con problemas más o menos graves que podrían dañar su popularidad y con ello sus posibilidades de reelección o de buscar espacios en los congresos local o de la Unión.

En el caso de Villalobos, el recorte de más o menos 400 trabajadores del municipio que generará un ahorro de más de 100 millones de pesos y liberará a la comuna de una carga burocrática impuesta mayormente por compromisos políticos, movió a algunos de los ex trabajadores inconformes a manifestarse con bloqueos y toma de oficinas, además de que intensificó las críticas constantes que desde algunas cuentas de redes sociales se hacen en contra del alcalde. El impacto que estos hechos tendrán en el respaldo ciudadano a Villalobos está por verse, en tanto la decisión del despido tiene un costo político, pero también una serie de argumentos económicos, administrativos y hasta morales que no deben desdeñarse.

Corona enfrenta un problema de otro tipo (aunque también ha adelgazado la nómina del municipio, lo ha hecho paulatinamente y no en la medida en que se hizo en Cuernavaca, lo que no ha provocado reacciones tan encendidas. A Corona se le exige cumplir contratos, laudos y sentencias de juicios administrativos que ocurrieron antes de que tomara la administración de Cuautla, la imposibilidad de cumplir una de esas sentencias, le costó el arresto administrativo ordenado por el Tribunal de Justicia Administrativa. Se trata de un hecho aparentemente menor, en tanto los pendientes provenían de alcaldes que le antecedieron, pero los efectos jurídicos de cada sentencia pueden representar un desgaste para el alcalde.

El impacto de los conflictos sobre los alcaldes, sin embargo, podría ser menor en tanto las mayores preocupaciones en ambas ciudades son la seguridad, el manejo de la pandemia y la crisis económica; todos ellos sólo tocan la esfera municipal parcialmente. Otros asuntos, como los servicios municipales, parecen haber pasado a segundo término dada la gravedad de los otros temas que los ubican en el centro de las discusiones en prácticamente todo el país.

Si a los alcaldes les alcanzará con el respaldo ciudadano que tienen ahora para refrendar triunfos en las urnas aún estará por verse; pero claro queda que las extrañas coincidencias que los tienen a ambos en el ojo del huracán municipal estos días podrían seguir ocurriendo con una frecuencia que las haga sospechosas.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

En el último índice de aprobación de alcaldes, un ejercicio que hace Mitofsky sobre cien de los más de 2 mil 400 presidentes municipales del país (los más importantes en términos poblacionales, políticos y sociales), los únicos dos morelenses que son medidos alcanzaron calificaciones media, Jesús Corona Damián de Cuautla, y baja, Antonio Villalobos Adán, de Cuernavaca. Los índices de aprobación, 33.7% para el primero y 29.3% del segundo, son mucho más altos que los registrados por el gobernador, Cuauhtémoc Blanco (14.6%), y en diversos círculos se estima que estarían también un poco por encima de la mayoría de los alcaldes y de todos los diputados.

Viene a cuento el asunto porque tanto Corona como Villalobos iniciaron esta semana con problemas más o menos graves que podrían dañar su popularidad y con ello sus posibilidades de reelección o de buscar espacios en los congresos local o de la Unión.

En el caso de Villalobos, el recorte de más o menos 400 trabajadores del municipio que generará un ahorro de más de 100 millones de pesos y liberará a la comuna de una carga burocrática impuesta mayormente por compromisos políticos, movió a algunos de los ex trabajadores inconformes a manifestarse con bloqueos y toma de oficinas, además de que intensificó las críticas constantes que desde algunas cuentas de redes sociales se hacen en contra del alcalde. El impacto que estos hechos tendrán en el respaldo ciudadano a Villalobos está por verse, en tanto la decisión del despido tiene un costo político, pero también una serie de argumentos económicos, administrativos y hasta morales que no deben desdeñarse.

Corona enfrenta un problema de otro tipo (aunque también ha adelgazado la nómina del municipio, lo ha hecho paulatinamente y no en la medida en que se hizo en Cuernavaca, lo que no ha provocado reacciones tan encendidas. A Corona se le exige cumplir contratos, laudos y sentencias de juicios administrativos que ocurrieron antes de que tomara la administración de Cuautla, la imposibilidad de cumplir una de esas sentencias, le costó el arresto administrativo ordenado por el Tribunal de Justicia Administrativa. Se trata de un hecho aparentemente menor, en tanto los pendientes provenían de alcaldes que le antecedieron, pero los efectos jurídicos de cada sentencia pueden representar un desgaste para el alcalde.

El impacto de los conflictos sobre los alcaldes, sin embargo, podría ser menor en tanto las mayores preocupaciones en ambas ciudades son la seguridad, el manejo de la pandemia y la crisis económica; todos ellos sólo tocan la esfera municipal parcialmente. Otros asuntos, como los servicios municipales, parecen haber pasado a segundo término dada la gravedad de los otros temas que los ubican en el centro de las discusiones en prácticamente todo el país.

Si a los alcaldes les alcanzará con el respaldo ciudadano que tienen ahora para refrendar triunfos en las urnas aún estará por verse; pero claro queda que las extrañas coincidencias que los tienen a ambos en el ojo del huracán municipal estos días podrían seguir ocurriendo con una frecuencia que las haga sospechosas.


@martinellito

dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx