El SNTE estableció desde el 2013 en su carta estratégica los ocho ejes sobre el desempeño que deben tener cada sección sindical del país, que son: sindicalismo de servicios, cercanía de dirigentes y agremiados, certeza laboral, transparencia y rendición de resultados, la vigencia de los principios filosóficos del artículo 3° constitucional, comunicación, calidad y equidad de la educación y la corresponsabilidad social. Pero estos no fueron consolidados por las diferentes secciones del país, incluyendo la sección 19 en Morelos.
Al llegar el gobierno de la cuatroté, la dirigencia sindical (que por cierto apoyó al candidato del PRI) perdió su esencia de defender al magisterio y someterse a los caprichos de la nueva mal llamada reforma educativa y la creación de la Unidad del Sistema para la Carrera de las Maestras y Maestros (USICAMM) donde ya no tiene voz ni voto, y que afectó mucho a los docentes en activo y los aspirantes a obtener una plaza.
Cada vez que se elige un nuevo comité seccional del SNTE en los estados, estos llegan con muchos bríos, pero carentes de una visión del panorama que vive el magisterio, pero ahora con este golpe que dio la pandemia es la oportunidad de establecer un plan de acción que ayude a las maestras, maestros y personal de apoyo para que realicen su función de manera segura, afectiva y efectiva.
El SNTE había sido previsor de los cambios que se daría en la sociedad mexicana por los constantes cambios tanto tecnológicos como de conducta social, y estableció con gran tino el Sistema Nacional de Desarrollo Profesional (SINADEP) que tenía por objetivo capacitar a las maestras y los maestros afiliados en la educación virtual, por lo que estableció cursos de capacitación, pero desgraciadamente la mayoría no realizaron el curso, lo mismo que los tutores que en su gran mayoría abandonaron su función.
Por eso el nuevo comité de la sección 19 del SNTE en Morelos y especialmente quien quede de responsable del SINADEP (ahora SINAADEP) cumpla con esa tarea muy importante de acompañar a los docentes y no abandonar esa responsabilidad como sucedió en esta dirigencia, así como otras secretarias, lo que sería el primer reto para el nuevo comité.
El segundo sería en que los que integren las 54 secretarias además de la secretaria general, tengan la capacidad y compromiso para desarrollar la honrosa responsabilidad que el magisterio les ha dado, y atender la diversidad de asuntos laborales (principalmente), prestacionales, de salud, vivienda, legales, de créditos (personales e hipotecarios) y de seguridad social entre otros.
El tercero gran reto es la defensa de las conquistas prestacionales tanto de activos de educación básica y homologados, así como a los jubilados y pensionados, además del mal manejo de las promociones verticales (desde subdirectores, directores y supervisores) y horizontales (incentivos, incremento de horas), además que se transparenten las plazas que quedan vacantes para el personal de nuevo ingreso.
El cuarto sería la revalorización real del magisterio y no nada más un discurso de la autoridad, que se incremente el presupuesto para beneficio de la educación, que se apoye para la adquisición de equipos tecnológicos tanto a docentes como al personal de apoyo y asistencia a la educación (PAAE), ofrecer capacitación adecuada a los nuevos requerimientos de la educación a distancia, en línea o virtual, la adecuación de los espacios áulicos de acuerdo a las recomendaciones de salud por la pandemia actual.
Feliz año nuevo 2022
