/ sábado 19 de junio de 2021

¿Cuáles son las consecuencias de no otorgar un testamento?

Para empezar sus bienes tendrán un destino incierto, porque ante la suplencia de la voluntad de usted por la ley, la misma atendiendo al parentesco y con la regla de que los más cercanos excluyen a los más lejanos,

Tendrá como consecuencia que lo que a usted tanto trabajo le costó tener, acumular, administrar en su vida, será la ley la que lo determine a través de la sucesión legítima.

Sus descendientes, sin metáforas, se matarán por la herencia; la lucha será campal; cada uno nombrará un abogado; se valdrán todas las argucias legales e incluso los errores legislativos, para que los bienes se queden con el que tenga el mejor defensor jurídico.

No testar, que además es muy barato y ahorra problemas, deteriora los vínculos familiares, sean consanguíneos o por afinidad; si bien en este último no hay derecho a heredar, los parientes, los que estén mejor asesorados, o los que no les importa su familia hará lo que sea para quedarse con todo o una parte de los bienes; una vez que usted fue omiso en no testar, la ley ordenará, y no usted, a quién le tocan sus bienes; sus derechos; de qué manera deben repartirse; porque es innegable que cada testador tiene sus predilectos, sus consentidos, sus deberes, sus obligaciones, sus sentimientos, su convicción, de que el esfuerzo realizado en la vida y la acumulación de los bienes si usted testa, ahora sí, les parezca o no a sus herederos, será la expresión libre, razonada, importante de su última voluntad, para que la familia permanezca unida y los bienes después de otorgar un testamento correctamente vayan a quienes usted haya escogido.

Los honorarios son elevados en el Derecho Sucesorio; además si no hay testamento y se desata una lucha fratricida y filicida en la familia, cada quien tendrá un abogado que deberá pagarlo por sí mismo, parte de esa herencia se irán en honorarios; en gastos y por supuesto de los impuestos cuando se transmita el dominio de los bienes a los herederos; porque además si usted testa hágalo con un Notario, Maestro de Derecho Civil y Derecho Familiar, Derecho Fiscal, Derecho Administrativo, para tener la certeza jurídica de que lo que usted ordenó en el testamento se va a cumplir.

Sino testa los bienes irán a las manos de quienes usted no quería como herederos; y reitero, repartir por mandato legal y no por la voluntad del testador será manzana permanente de la discordia, y de reparto porcentual de los bienes; la familia sufrirá y será por un largo tiempo, a usted sus parientes lo recordarán siempre como un irresponsable y descuidado, que no pensó en sus seres queridos y en evitarles problemas legales y familiares.

Usted debe saber que no proteger a su familia será grave para ella, y los recuerdos de su persona serán desastrosos y de lástima; y además, quizá sea lo más trascendente en este artículo, que usted tenga la certeza jurídica, familiar, social y personal, de que sus bienes se han repartido de acuerdo a la expresión de su última voluntad.

CONCLUSIÓN.

Teste. Acuda con un buen Notario. Testar es barato y fácil. Al extremo de que si no hay escrituras, si hay bienes y no se conoce más de nada, usted se apersona, o va con el Notario, expresa su voluntad y le dice “Los bienes que tenga en el momento de mi fallecimiento quiero que se repartan de esta manera” y usted no tendrá más gastos ni mayores problemas; y sobre todo su familia quedará protegida como usted lo hizo durante toda su vida.


Profesor de Carrera, con 54 años de Cátedra ininterrumpida en Derecho Civil y Derecho Familiar, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.

Para empezar sus bienes tendrán un destino incierto, porque ante la suplencia de la voluntad de usted por la ley, la misma atendiendo al parentesco y con la regla de que los más cercanos excluyen a los más lejanos,

Tendrá como consecuencia que lo que a usted tanto trabajo le costó tener, acumular, administrar en su vida, será la ley la que lo determine a través de la sucesión legítima.

Sus descendientes, sin metáforas, se matarán por la herencia; la lucha será campal; cada uno nombrará un abogado; se valdrán todas las argucias legales e incluso los errores legislativos, para que los bienes se queden con el que tenga el mejor defensor jurídico.

No testar, que además es muy barato y ahorra problemas, deteriora los vínculos familiares, sean consanguíneos o por afinidad; si bien en este último no hay derecho a heredar, los parientes, los que estén mejor asesorados, o los que no les importa su familia hará lo que sea para quedarse con todo o una parte de los bienes; una vez que usted fue omiso en no testar, la ley ordenará, y no usted, a quién le tocan sus bienes; sus derechos; de qué manera deben repartirse; porque es innegable que cada testador tiene sus predilectos, sus consentidos, sus deberes, sus obligaciones, sus sentimientos, su convicción, de que el esfuerzo realizado en la vida y la acumulación de los bienes si usted testa, ahora sí, les parezca o no a sus herederos, será la expresión libre, razonada, importante de su última voluntad, para que la familia permanezca unida y los bienes después de otorgar un testamento correctamente vayan a quienes usted haya escogido.

Los honorarios son elevados en el Derecho Sucesorio; además si no hay testamento y se desata una lucha fratricida y filicida en la familia, cada quien tendrá un abogado que deberá pagarlo por sí mismo, parte de esa herencia se irán en honorarios; en gastos y por supuesto de los impuestos cuando se transmita el dominio de los bienes a los herederos; porque además si usted testa hágalo con un Notario, Maestro de Derecho Civil y Derecho Familiar, Derecho Fiscal, Derecho Administrativo, para tener la certeza jurídica de que lo que usted ordenó en el testamento se va a cumplir.

Sino testa los bienes irán a las manos de quienes usted no quería como herederos; y reitero, repartir por mandato legal y no por la voluntad del testador será manzana permanente de la discordia, y de reparto porcentual de los bienes; la familia sufrirá y será por un largo tiempo, a usted sus parientes lo recordarán siempre como un irresponsable y descuidado, que no pensó en sus seres queridos y en evitarles problemas legales y familiares.

Usted debe saber que no proteger a su familia será grave para ella, y los recuerdos de su persona serán desastrosos y de lástima; y además, quizá sea lo más trascendente en este artículo, que usted tenga la certeza jurídica, familiar, social y personal, de que sus bienes se han repartido de acuerdo a la expresión de su última voluntad.

CONCLUSIÓN.

Teste. Acuda con un buen Notario. Testar es barato y fácil. Al extremo de que si no hay escrituras, si hay bienes y no se conoce más de nada, usted se apersona, o va con el Notario, expresa su voluntad y le dice “Los bienes que tenga en el momento de mi fallecimiento quiero que se repartan de esta manera” y usted no tendrá más gastos ni mayores problemas; y sobre todo su familia quedará protegida como usted lo hizo durante toda su vida.


Profesor de Carrera, con 54 años de Cátedra ininterrumpida en Derecho Civil y Derecho Familiar, en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México.