/ viernes 20 de mayo de 2022

Corrupción y Justicia

Vivimos inmersos navegando en un mar de corrupción que se vincula a muchos de los problemas de gobierno que vivimos en Morelos, hoy puede ser el gobierno municipal y el sistema operador del agua potable de Cuernavaca (SAPAC) y las denuncias en contra del exalcalde, reconocidas por el actual alcalde de Cuernavaca, pero también por el propio fiscal anticorrupción, y que están a la espera de la vinculación a proceso por un juez.

Pero las historias de estas acusaciones, muy variadas están presentes en nuestros gobiernos desde hace tantos años que se han convertido en décadas. Esa es la razón de que en diversas mediciones se coloque a Morelos en los primeros lugares de corrupción en los últimos años, es simplemente el cierre o colofón de un proceso de acumulación de corrupción de esas décadas en que hemos venido navegando de manera añeja, tanto que hasta el recién electo presidente del Tribunal Superior de Justicia reconoció ese triste y deshonroso primero o segundo lugar nacional de corrupción.

Varios de nuestros representantes y exrepresentantes políticos no pueden escaparse, los recientemente denunciados son simplemente un botón de muestra. Uno de los grandes problemas de la corrupción es la impunidad de quienes la cometen. Los órganos encargados de fiscalizar y denunciar los actos de corrupción en México son: la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Secretaría de la Función Pública Federal, las Secretarías de la Función Públicas Estatales u homólogas, los Contralores de Órganos Autónomos, las Contralorías de los Estados son encargadas de la vigilancia, fiscalización y control preventivo de recursos del Ramo 33; también los Órganos Internos de Control juegan un papel muy importante. Hay que recordar que en los últimos años, estos órganos son los que más denuncias han presentado por corrupción.

De hecho entre las denuncias en contra del último ex alcalde de Cuernavaca, la Contraloría del Ayuntamiento fue la que hizo la denuncia por algún tipo de manejo de los recursos del SAPAC. El problema con estos órganos de fiscalización, uno de los más poderosos es la Auditoría Superior de la Federación porque ayuda mucho porque su trabajo no tiene conexión o dependencia local para su trabajo.

En el emblemático caso de Duarte, ex gobernador de Veracruz, la ASF hizo observaciones por 52 mil millones de pesos y finalmente una denuncia por 22 mil millones de pesos. Sin embargo, entre 1998 y 2012, la ASF presentó 444 denuncias penales, pero sólo se hicieron 7 consignaciones, menos del 2%. Entre 2000 y 2013, de 63 gobernadores, fueron exhibidos 71 casos de corrupción de 41 gobernadores, pero solo fueron investigados y solo 4 fueron procesados y encontrados culpables (M. Casar, 2015) Además, como comenté en otra colaboración, el trabajo de las “Auditorías” estatales, las Entidades Superiores de Auditoría y Fiscalización dependientes del Congreso Local, a pesar de las irregularidades que han sido documentadas, denunciadas y comunicadas al propio Congreso Local, la propia ASF y hasta el propio Alcalde actual de Cuernavaca, no se hizo nada.

A pesar de estas denuncias, la ESAF local en una de sus últimas auditorías, ¿Sabe cuántas observaciones hicieron, olvídese usted de alguna denuncia? NINGUNA. Por su puesto, en estos procesos tan complicados, las fiscalías generales, las especializadas, como la Anticorrupción, y los órganos de procuración de justicia, tienen tareas que afectan los resultados de “la consignación” y sanciones.

El problema de los ciudadanos es que no sabemos qué sucedió, mínimamente cuál fue la sentencia de los magistrados. Estas sentencias son cruciales y contribuyen a frenar la corrupción o a que simplemente continúe. Sin hacer una búsqueda exhaustiva yo encontré diez denuncias ejemplares en contra de ex alcaldes de Morelos, pero no porque fueran sólo resultado de los órganos de fiscalización y control, que iban desde homicidio, secuestro, asociación con la delincuencia organizada, extorsión de la delincuencia organizada, desvío, peculado, fraude específico y procesal de recursos por varios millones de pesos.

También, encontré varias denuncias contra diputados por relación con el crimen organizado, conflicto de intereses, depósitos por varios millones de pesos (¿Recuerda usted de esas sesiones del Congreso a altas horas de la noche para aprobar endeudamiento del Poder Ejecutivo?), documentación falsa para trámite de pensiones, por cientos de millones de pesos por compras inexistentes… y más. Sin duda, la impunidad que se deriva de la falta de consignaciones y sentencias, es la peor corrupción que podemos encontrar y por eso en Morelos navegamos en este mar de corrupción. ¿Será que las denuncias de las últimas semanas nos indican el inicio de un proceso de salida de esta tragedia que vivimos?

Vivimos inmersos navegando en un mar de corrupción que se vincula a muchos de los problemas de gobierno que vivimos en Morelos, hoy puede ser el gobierno municipal y el sistema operador del agua potable de Cuernavaca (SAPAC) y las denuncias en contra del exalcalde, reconocidas por el actual alcalde de Cuernavaca, pero también por el propio fiscal anticorrupción, y que están a la espera de la vinculación a proceso por un juez.

Pero las historias de estas acusaciones, muy variadas están presentes en nuestros gobiernos desde hace tantos años que se han convertido en décadas. Esa es la razón de que en diversas mediciones se coloque a Morelos en los primeros lugares de corrupción en los últimos años, es simplemente el cierre o colofón de un proceso de acumulación de corrupción de esas décadas en que hemos venido navegando de manera añeja, tanto que hasta el recién electo presidente del Tribunal Superior de Justicia reconoció ese triste y deshonroso primero o segundo lugar nacional de corrupción.

Varios de nuestros representantes y exrepresentantes políticos no pueden escaparse, los recientemente denunciados son simplemente un botón de muestra. Uno de los grandes problemas de la corrupción es la impunidad de quienes la cometen. Los órganos encargados de fiscalizar y denunciar los actos de corrupción en México son: la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la Secretaría de la Función Pública Federal, las Secretarías de la Función Públicas Estatales u homólogas, los Contralores de Órganos Autónomos, las Contralorías de los Estados son encargadas de la vigilancia, fiscalización y control preventivo de recursos del Ramo 33; también los Órganos Internos de Control juegan un papel muy importante. Hay que recordar que en los últimos años, estos órganos son los que más denuncias han presentado por corrupción.

De hecho entre las denuncias en contra del último ex alcalde de Cuernavaca, la Contraloría del Ayuntamiento fue la que hizo la denuncia por algún tipo de manejo de los recursos del SAPAC. El problema con estos órganos de fiscalización, uno de los más poderosos es la Auditoría Superior de la Federación porque ayuda mucho porque su trabajo no tiene conexión o dependencia local para su trabajo.

En el emblemático caso de Duarte, ex gobernador de Veracruz, la ASF hizo observaciones por 52 mil millones de pesos y finalmente una denuncia por 22 mil millones de pesos. Sin embargo, entre 1998 y 2012, la ASF presentó 444 denuncias penales, pero sólo se hicieron 7 consignaciones, menos del 2%. Entre 2000 y 2013, de 63 gobernadores, fueron exhibidos 71 casos de corrupción de 41 gobernadores, pero solo fueron investigados y solo 4 fueron procesados y encontrados culpables (M. Casar, 2015) Además, como comenté en otra colaboración, el trabajo de las “Auditorías” estatales, las Entidades Superiores de Auditoría y Fiscalización dependientes del Congreso Local, a pesar de las irregularidades que han sido documentadas, denunciadas y comunicadas al propio Congreso Local, la propia ASF y hasta el propio Alcalde actual de Cuernavaca, no se hizo nada.

A pesar de estas denuncias, la ESAF local en una de sus últimas auditorías, ¿Sabe cuántas observaciones hicieron, olvídese usted de alguna denuncia? NINGUNA. Por su puesto, en estos procesos tan complicados, las fiscalías generales, las especializadas, como la Anticorrupción, y los órganos de procuración de justicia, tienen tareas que afectan los resultados de “la consignación” y sanciones.

El problema de los ciudadanos es que no sabemos qué sucedió, mínimamente cuál fue la sentencia de los magistrados. Estas sentencias son cruciales y contribuyen a frenar la corrupción o a que simplemente continúe. Sin hacer una búsqueda exhaustiva yo encontré diez denuncias ejemplares en contra de ex alcaldes de Morelos, pero no porque fueran sólo resultado de los órganos de fiscalización y control, que iban desde homicidio, secuestro, asociación con la delincuencia organizada, extorsión de la delincuencia organizada, desvío, peculado, fraude específico y procesal de recursos por varios millones de pesos.

También, encontré varias denuncias contra diputados por relación con el crimen organizado, conflicto de intereses, depósitos por varios millones de pesos (¿Recuerda usted de esas sesiones del Congreso a altas horas de la noche para aprobar endeudamiento del Poder Ejecutivo?), documentación falsa para trámite de pensiones, por cientos de millones de pesos por compras inexistentes… y más. Sin duda, la impunidad que se deriva de la falta de consignaciones y sentencias, es la peor corrupción que podemos encontrar y por eso en Morelos navegamos en este mar de corrupción. ¿Será que las denuncias de las últimas semanas nos indican el inicio de un proceso de salida de esta tragedia que vivimos?