/ lunes 16 de mayo de 2022

Construir la paz desde las y los jóvenes

Alejar a las y los jóvenes de la probabilidad de integrarse a grupos delictivos o actividades delincuenciales representa ampliar las posibilidades de construir entornos seguros, al impedir que puedan convertirse en generadores de violencia.

Los riesgos se incrementan en la medida en que un organismo delictivo, pandilla o cártel puede ofrecer poder, identidad o sentido de pertenencia a las personas jóvenes, que encuentran una opción fácil, aunque ilegal, de satisfacer sus necesidades.

En días recientes, en Morelos supimos de la captura de Francisco, conocido como “el señorón”, a quien los reportes de las autoridades ubican como integrante de uno de los grupos delictivos de alta peligrosidad y uno de los principales generadores de violencia en la entidad y por quien ofrecían una recompensa.

El detenido es relacionado con homicidios, secuestros, extorsión, préstamos “gota a gota” y tráfico de drogas en municipios como Cuernavaca, Jiutepec, Temixco y Xochitepec.

Según los antecedentes del caso, Francisco habría empezado a trabajar desde joven como cadenero en bares de Cuernavaca, donde conoció a miembros de un cártel y fue cooptado.

La delincuencia juvenil es de carácter multicausal. Incluye aspectos como la marginación, el fácil acceso a las drogas, la falta de oportunidades de empleabilidad, la crisis económica y la desintegración familiar. Igualmente, influyen factores personales como el afán de protagonismo, la impulsividad, la deserción escolar, baja autoestima, pertenecer a una clase baja y mostrar alta agresividad.

Atender las causas que la originan es uno de los principios fundamentales en para mejorar la seguridad pública y actuar en pleno respeto a los derechos de la ciudadanía al acceso a educación o empleo.

En la Ciudad de México, por ejemplo, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, impulsa el programa Constructores de la Paz. Con el apoyo de tutores busca evitar que 10 mil jóvenes sean enganchados por la delincuencia, y vincularlos con la actividad laboral, escolar o familiar.

Promover una cultura de paz y prevenir la delincuencia juvenil es labor en la que podemos participar todas y todos. Desde el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México apoyamos a las y los jóvenes de todo el país con contención emocional y orientación jurídica, de manera gratuita, confidencial y 24/7, a través de la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza 55 5533 5533.

@guerrerochipres

Alejar a las y los jóvenes de la probabilidad de integrarse a grupos delictivos o actividades delincuenciales representa ampliar las posibilidades de construir entornos seguros, al impedir que puedan convertirse en generadores de violencia.

Los riesgos se incrementan en la medida en que un organismo delictivo, pandilla o cártel puede ofrecer poder, identidad o sentido de pertenencia a las personas jóvenes, que encuentran una opción fácil, aunque ilegal, de satisfacer sus necesidades.

En días recientes, en Morelos supimos de la captura de Francisco, conocido como “el señorón”, a quien los reportes de las autoridades ubican como integrante de uno de los grupos delictivos de alta peligrosidad y uno de los principales generadores de violencia en la entidad y por quien ofrecían una recompensa.

El detenido es relacionado con homicidios, secuestros, extorsión, préstamos “gota a gota” y tráfico de drogas en municipios como Cuernavaca, Jiutepec, Temixco y Xochitepec.

Según los antecedentes del caso, Francisco habría empezado a trabajar desde joven como cadenero en bares de Cuernavaca, donde conoció a miembros de un cártel y fue cooptado.

La delincuencia juvenil es de carácter multicausal. Incluye aspectos como la marginación, el fácil acceso a las drogas, la falta de oportunidades de empleabilidad, la crisis económica y la desintegración familiar. Igualmente, influyen factores personales como el afán de protagonismo, la impulsividad, la deserción escolar, baja autoestima, pertenecer a una clase baja y mostrar alta agresividad.

Atender las causas que la originan es uno de los principios fundamentales en para mejorar la seguridad pública y actuar en pleno respeto a los derechos de la ciudadanía al acceso a educación o empleo.

En la Ciudad de México, por ejemplo, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, impulsa el programa Constructores de la Paz. Con el apoyo de tutores busca evitar que 10 mil jóvenes sean enganchados por la delincuencia, y vincularlos con la actividad laboral, escolar o familiar.

Promover una cultura de paz y prevenir la delincuencia juvenil es labor en la que podemos participar todas y todos. Desde el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México apoyamos a las y los jóvenes de todo el país con contención emocional y orientación jurídica, de manera gratuita, confidencial y 24/7, a través de la Línea de Seguridad y el Chat de Confianza 55 5533 5533.

@guerrerochipres