/ martes 16 de octubre de 2018

CFE vs SAPAC y todos los demás…

El problema de adeudos de los sistemas operadores de agua potable con la Comisión Federal de Electricidad es un asunto nacional que compromete la estabilidad de cientos de comunidades. El intercambio de acusaciones entre el SAPAC y la CFE en Cuernavaca y las denuncias en la PGR por el presunto robo de energía eléctrica desde el sistema operador de la capital morelense no son cosa menor y demuestran que el asunto de los adeudos comienza a volverse insalvable.

No se trata de un problema aislado, sino de un sistema de problemas en el que intervienen factores tan simples como el alto índice de morosidad que permiten los sistemas de agua potable, el uso de los recursos de los sistemas de agua para cubrir gastos administrativos o de otro tipo de los municipios a los que sirven, las consecuencias de problemas de corrupción históricos, la falta de inversión en infraestructura de drenaje, alcantarillado y suministro de agua potable, y la ausencia en la CFE de una política de atención que permita la conciliación adecuada en tanto los adeudos de los sistemas, aunque aparentan ser de organismos descentralizados, en realidad son deudas de Estado.

No se trata sólo de Cuernavaca, en Morelos hay problemas en otros municipios como Jojutla, Cuautla, Jiutepec, Temixco, que si bien no parecen tan avasalladores como el de SAPAC, sí apuntan para terminar en el mismo destino en tanto los precios del servicio de agua potable no se incrementan, y eso está bien, al ritmo y en la medida en que lo hacen los de la energía eléctrica. La CFE deberá, en los próximos meses enfrentar la disyuntiva de cobrar para sanear sus finanzas y liberarlas de adeudos, o cortar el servicio a varios pozos más en todo el país, afectando el servicio más elemental para miles de familias. En efecto, Cuernavaca parece ser usada como ejemplo.

Probablemente tendrían que plantearse, los ayuntamientos, la urgencia de invertir en otras formas de generación de energía, ahora que la legislación las permite, y optar por fuentes limpias que resulten mucho más asequibles en materia financiera. Un pozo bombeado con energía solar o eólica podría ser un buen experimento y permitiría a los sistemas operadores liberar mucha de su carga de costo, actualmente el SAPAC dice pagar 200 mil pesos diarios a la CFE, es decir, casi cinco millones de pesos al mes, considerando que no se recibieran pagos los sábados y domingos; lo que entendemos alcanzaría para varios generadores eólicos.

Porque si bien es urgente la reestructuración de las finanzas y los ordenamientos que regulan a los sistemas operadores de agua, tendría que considerarse también que el costo de la energía generada por la Comisión Federal de Electricidad es escandalosamente alto, como dicen todos en la industria y el comercio y, a diferencia de los negocios privados, no parece viable el establecer “apagones” temporales de los sistemas de bombeo de pozos ni para ahorrar, ni para protestar.

Frente al enorme problema de adeudos de los sistemas operadores en todo el país, y la aparente falta de alternativas o de creatividad para resolver los problemas, parece que el tema de los “diablitos” que el SAPAC habría usado para colgarse de la red eléctrica y salvar el servicio (que aún tendría que comprobarse), se vuelve un asunto mucho menor en el que, en todo caso, tendría que castigarse a quien se probara ser culpable de ese abuso. La pregunta en ese tenor es si alguien le entrará a castigar los abusos de la CFE.


Twitter: @martinellito

Correo electrónico: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

El problema de adeudos de los sistemas operadores de agua potable con la Comisión Federal de Electricidad es un asunto nacional que compromete la estabilidad de cientos de comunidades. El intercambio de acusaciones entre el SAPAC y la CFE en Cuernavaca y las denuncias en la PGR por el presunto robo de energía eléctrica desde el sistema operador de la capital morelense no son cosa menor y demuestran que el asunto de los adeudos comienza a volverse insalvable.

No se trata de un problema aislado, sino de un sistema de problemas en el que intervienen factores tan simples como el alto índice de morosidad que permiten los sistemas de agua potable, el uso de los recursos de los sistemas de agua para cubrir gastos administrativos o de otro tipo de los municipios a los que sirven, las consecuencias de problemas de corrupción históricos, la falta de inversión en infraestructura de drenaje, alcantarillado y suministro de agua potable, y la ausencia en la CFE de una política de atención que permita la conciliación adecuada en tanto los adeudos de los sistemas, aunque aparentan ser de organismos descentralizados, en realidad son deudas de Estado.

No se trata sólo de Cuernavaca, en Morelos hay problemas en otros municipios como Jojutla, Cuautla, Jiutepec, Temixco, que si bien no parecen tan avasalladores como el de SAPAC, sí apuntan para terminar en el mismo destino en tanto los precios del servicio de agua potable no se incrementan, y eso está bien, al ritmo y en la medida en que lo hacen los de la energía eléctrica. La CFE deberá, en los próximos meses enfrentar la disyuntiva de cobrar para sanear sus finanzas y liberarlas de adeudos, o cortar el servicio a varios pozos más en todo el país, afectando el servicio más elemental para miles de familias. En efecto, Cuernavaca parece ser usada como ejemplo.

Probablemente tendrían que plantearse, los ayuntamientos, la urgencia de invertir en otras formas de generación de energía, ahora que la legislación las permite, y optar por fuentes limpias que resulten mucho más asequibles en materia financiera. Un pozo bombeado con energía solar o eólica podría ser un buen experimento y permitiría a los sistemas operadores liberar mucha de su carga de costo, actualmente el SAPAC dice pagar 200 mil pesos diarios a la CFE, es decir, casi cinco millones de pesos al mes, considerando que no se recibieran pagos los sábados y domingos; lo que entendemos alcanzaría para varios generadores eólicos.

Porque si bien es urgente la reestructuración de las finanzas y los ordenamientos que regulan a los sistemas operadores de agua, tendría que considerarse también que el costo de la energía generada por la Comisión Federal de Electricidad es escandalosamente alto, como dicen todos en la industria y el comercio y, a diferencia de los negocios privados, no parece viable el establecer “apagones” temporales de los sistemas de bombeo de pozos ni para ahorrar, ni para protestar.

Frente al enorme problema de adeudos de los sistemas operadores en todo el país, y la aparente falta de alternativas o de creatividad para resolver los problemas, parece que el tema de los “diablitos” que el SAPAC habría usado para colgarse de la red eléctrica y salvar el servicio (que aún tendría que comprobarse), se vuelve un asunto mucho menor en el que, en todo caso, tendría que castigarse a quien se probara ser culpable de ese abuso. La pregunta en ese tenor es si alguien le entrará a castigar los abusos de la CFE.


Twitter: @martinellito

Correo electrónico: dmartinez@elsoldecuernavaca.com.mx

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