/ martes 18 de junio de 2019

"CDMX FIRST"

La contaminación es uno de los problemas más serios para la humanidad a nivel mundial, sin duda una atención adecuada y las estrategias correctas marcarán el destino de los pueblos en un futuro que casi se vuelve presente.

En nuestro país los índices de calidad del aire han sido motivo de atención y preocupación sobre todo en la Ciudad de México y estados vecinos, entre los que se encuentra claro, Morelos.

Esta región de nuestro país ha sido conocida como Megalópolis y de acuerdo a datos de la ONU, es la tercera zona urbana más poblada en el planeta, lo cual nos da una idea clara de la enorme problemática que tal condición puede acarrear.

En respuesta la administración Peñista creó en 2013 algo que llamó Comisión Ambiental de la Megalópolis, quedaron integrados los Estados de México, Morelos, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala así como el entonces Distrito Federal con sus 16 delegaciones; en ese grupo de entidades conocido como Megalópolis, se estableció un convenio de colaboración para llevar a cabo acciones en materia de protección al ambiente, preservación y restauración del equilibrio ecológico, entre otros planes como la verificación vehicular; en nuestra Entidad funcionaba desde hace años, con la particularidad de la enorme corrupción en los centros de verificación en contubernio con autoridades en un falaz programa.

Lo anterior buscó solucionarse homologando procedimiento y los software destinados a una verificación que se fue volviendo más rigurosa y difícil de engañar con métodos corruptos, recordemos la complicada puesta en marcha de los nuevos centros de verificación.

La nueva fase de estos programas parece ir dando resultado; quizá hacen falta más centros, las filas de automóviles son largas y las molestias muchas, aunado al enorme gasto económico que representa tener un automóvil en buenas condiciones; la medida ambientalista parece segregar a las clases más vulnerables, las cuales no tienen el dinero para reparaciones costosas de sus vehículos y mucho menos para adquirir uno nuevo.

A pesar de parecer una medida clasista, impera la gran importancia de cuidar el medio ambiente. La ciudadanía ha entendido la medida y día a día se siguen formando para dar cabal cumplimiento a la obligación de verificar.

Sin embargo, no siempre las cosas son como debieran ser y aunque suene a canción, es algo inherente a la condición humana, Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México despertó un día pensado que sería buena idea restringir la circulación de vehículos no capitalinos o mexiquenses; en esa restricción colocó a los provenientes de Morelos, con un plan llamado “de Reducción de Emisiones del Sector Movilidad”.

Sin importar que su auto tenga una calcomanía “0” “00” o si es de nueva tecnología, el objetivo es detener el aumento del uso del automóvil (el automóvil del resto de los estados según se entiende).

El anuncio de esta medida con miras a implementarse en el 2021 causó un lógico malestar, que vieron traicionada la solidaridad mostrada con la Megalópolis, ante una acción de la jefa capitalina pues por donde se vea discrimina.

Ante esto, el Gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco se puso Bravo y dijo que se consideraría hasta salir del Programa de la Megalópolis; esto no podría ser criticado dadas las injustas y unilaterales posturas de Sheinbaum, quien parece soñar con una especie de “CDMX first” probablemente inspirada en ideales "trumpistas".

La agenda de los dos gobernantes no ha permitido que se dé una reunión, en la que observando al “Cuau” seguramente saldrán chispas.

La contaminación es uno de los problemas más serios para la humanidad a nivel mundial, sin duda una atención adecuada y las estrategias correctas marcarán el destino de los pueblos en un futuro que casi se vuelve presente.

En nuestro país los índices de calidad del aire han sido motivo de atención y preocupación sobre todo en la Ciudad de México y estados vecinos, entre los que se encuentra claro, Morelos.

Esta región de nuestro país ha sido conocida como Megalópolis y de acuerdo a datos de la ONU, es la tercera zona urbana más poblada en el planeta, lo cual nos da una idea clara de la enorme problemática que tal condición puede acarrear.

En respuesta la administración Peñista creó en 2013 algo que llamó Comisión Ambiental de la Megalópolis, quedaron integrados los Estados de México, Morelos, Hidalgo, Puebla, Tlaxcala así como el entonces Distrito Federal con sus 16 delegaciones; en ese grupo de entidades conocido como Megalópolis, se estableció un convenio de colaboración para llevar a cabo acciones en materia de protección al ambiente, preservación y restauración del equilibrio ecológico, entre otros planes como la verificación vehicular; en nuestra Entidad funcionaba desde hace años, con la particularidad de la enorme corrupción en los centros de verificación en contubernio con autoridades en un falaz programa.

Lo anterior buscó solucionarse homologando procedimiento y los software destinados a una verificación que se fue volviendo más rigurosa y difícil de engañar con métodos corruptos, recordemos la complicada puesta en marcha de los nuevos centros de verificación.

La nueva fase de estos programas parece ir dando resultado; quizá hacen falta más centros, las filas de automóviles son largas y las molestias muchas, aunado al enorme gasto económico que representa tener un automóvil en buenas condiciones; la medida ambientalista parece segregar a las clases más vulnerables, las cuales no tienen el dinero para reparaciones costosas de sus vehículos y mucho menos para adquirir uno nuevo.

A pesar de parecer una medida clasista, impera la gran importancia de cuidar el medio ambiente. La ciudadanía ha entendido la medida y día a día se siguen formando para dar cabal cumplimiento a la obligación de verificar.

Sin embargo, no siempre las cosas son como debieran ser y aunque suene a canción, es algo inherente a la condición humana, Claudia Sheinbaum, jefa de gobierno de la Ciudad de México despertó un día pensado que sería buena idea restringir la circulación de vehículos no capitalinos o mexiquenses; en esa restricción colocó a los provenientes de Morelos, con un plan llamado “de Reducción de Emisiones del Sector Movilidad”.

Sin importar que su auto tenga una calcomanía “0” “00” o si es de nueva tecnología, el objetivo es detener el aumento del uso del automóvil (el automóvil del resto de los estados según se entiende).

El anuncio de esta medida con miras a implementarse en el 2021 causó un lógico malestar, que vieron traicionada la solidaridad mostrada con la Megalópolis, ante una acción de la jefa capitalina pues por donde se vea discrimina.

Ante esto, el Gobernador de Morelos Cuauhtémoc Blanco se puso Bravo y dijo que se consideraría hasta salir del Programa de la Megalópolis; esto no podría ser criticado dadas las injustas y unilaterales posturas de Sheinbaum, quien parece soñar con una especie de “CDMX first” probablemente inspirada en ideales "trumpistas".

La agenda de los dos gobernantes no ha permitido que se dé una reunión, en la que observando al “Cuau” seguramente saldrán chispas.

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