/ miércoles 18 de noviembre de 2020

Ante la falta de infraestructura, paciencia.

Existe una enorme expectativa en todo el mundo con respecto a la disponibilidad de una vacuna contra COVID-19, sobre todo en México que es un país que ha logrado desarrollar una saludable cultura de la vacunación.

La noticia que la vacuna desarrollada por Pfizer/BioNTech presenta una protección de 90%, superior a la esperada para este producto, desató todo tipo de respuestas incluyendo un incremento en el valor de sus acciones gracias a la oleada de órdenes de compra recibidas desde diferentes países.

La vacuna de Pfizer / BioNTech utiliza una novedosa tecnología basada en moléculas de ácido ribonucleico mensajero (ARNm) las cuales portan la información codificada para la vacuna y al incorporarse a nuestras células las reprograman para producirla.

A la fecha, se encuentran registradas para pruebas clínicas, además de la vacuna de Pfizer/BioNTech, las de Moderna, Curevac, Arcturus/Duke-NUS, Imperial College y People´s Liberation Army Academy of Millitary Science/Walvax, así como otras 19 en fase preclínica, todas ellas con base en la tecnología de ARNm.

Las investigaciones sobre vacunas basadas en ARNm tienen ya varios años y se han desarrollado formulaciones prometedoras para prevenir padecimientos infecciosos como Zika, Ébola, así como tratamientos contra cáncer, sin embargo en ningún caso se ha demostrado todavía las condiciones mínimas indispensables de seguridad y eficacia necesarias para su aprobación por los reguladores.

Dado que se trata de una tecnología no probada, hubiera sido bien recibido como una muestra de transparencia y rigor científico que la comunicación oficial se diera a través de una revista especializada una vez que los evaluadores tuvieran acceso a los datos de las pruebas clínicas. Esto no ocurrió y la empresa decidió hacerlo mediante un comunicado de prensa.

Sin poner en duda lo poderoso de la tecnología, es importante mencionar que las vacunas de ARNm son extremadamente frágiles y se desactivan fácilmente. Con la finalidad de reducir el tiempo de almacenamiento de las dosis individuales, Pfizer tiene listos centros de producción en diferentes continentes desde donde se transportará la sustancia farmacéutica a otros centros cercanos de llenado y envasado. El paso final de distribución deberá hacerse a una temperatura constante de 70 grados bajo cero.

La postura oficial del gobierno de México ha sido difusa. Diferentes comunicados oficiales indican, por un lado, que se ha realizado ya la orden de compra de vacunas a Pfizer por 200 millones de dólares pero, por otro lado, nos dicen algo que ya sabíamos, que México no cuenta con infraestructura para el almacenamiento de la vacuna a 70 grados bajo cero y por lo tanto no se podría distribuir en nuestro país.

A todo esto se suma que se requerirán dos aplicaciones por persona a un costo de aproximadamente 20 dólares cada una con lo que solamente alcanzaría para vacunar menos del 5% de la población del país. Quizá la de Pfizer no será la mejor opción para nuestro país y no nos quedará más que esperar un poco más por los resultados de otras vacunas. Mientras, paciencia.

Información adicional de éste y otros temas de interés visiten http://reivindicandoapluton.blogspot.mx o https://www.facebook.com/BValderramaB/

Existe una enorme expectativa en todo el mundo con respecto a la disponibilidad de una vacuna contra COVID-19, sobre todo en México que es un país que ha logrado desarrollar una saludable cultura de la vacunación.

La noticia que la vacuna desarrollada por Pfizer/BioNTech presenta una protección de 90%, superior a la esperada para este producto, desató todo tipo de respuestas incluyendo un incremento en el valor de sus acciones gracias a la oleada de órdenes de compra recibidas desde diferentes países.

La vacuna de Pfizer / BioNTech utiliza una novedosa tecnología basada en moléculas de ácido ribonucleico mensajero (ARNm) las cuales portan la información codificada para la vacuna y al incorporarse a nuestras células las reprograman para producirla.

A la fecha, se encuentran registradas para pruebas clínicas, además de la vacuna de Pfizer/BioNTech, las de Moderna, Curevac, Arcturus/Duke-NUS, Imperial College y People´s Liberation Army Academy of Millitary Science/Walvax, así como otras 19 en fase preclínica, todas ellas con base en la tecnología de ARNm.

Las investigaciones sobre vacunas basadas en ARNm tienen ya varios años y se han desarrollado formulaciones prometedoras para prevenir padecimientos infecciosos como Zika, Ébola, así como tratamientos contra cáncer, sin embargo en ningún caso se ha demostrado todavía las condiciones mínimas indispensables de seguridad y eficacia necesarias para su aprobación por los reguladores.

Dado que se trata de una tecnología no probada, hubiera sido bien recibido como una muestra de transparencia y rigor científico que la comunicación oficial se diera a través de una revista especializada una vez que los evaluadores tuvieran acceso a los datos de las pruebas clínicas. Esto no ocurrió y la empresa decidió hacerlo mediante un comunicado de prensa.

Sin poner en duda lo poderoso de la tecnología, es importante mencionar que las vacunas de ARNm son extremadamente frágiles y se desactivan fácilmente. Con la finalidad de reducir el tiempo de almacenamiento de las dosis individuales, Pfizer tiene listos centros de producción en diferentes continentes desde donde se transportará la sustancia farmacéutica a otros centros cercanos de llenado y envasado. El paso final de distribución deberá hacerse a una temperatura constante de 70 grados bajo cero.

La postura oficial del gobierno de México ha sido difusa. Diferentes comunicados oficiales indican, por un lado, que se ha realizado ya la orden de compra de vacunas a Pfizer por 200 millones de dólares pero, por otro lado, nos dicen algo que ya sabíamos, que México no cuenta con infraestructura para el almacenamiento de la vacuna a 70 grados bajo cero y por lo tanto no se podría distribuir en nuestro país.

A todo esto se suma que se requerirán dos aplicaciones por persona a un costo de aproximadamente 20 dólares cada una con lo que solamente alcanzaría para vacunar menos del 5% de la población del país. Quizá la de Pfizer no será la mejor opción para nuestro país y no nos quedará más que esperar un poco más por los resultados de otras vacunas. Mientras, paciencia.

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