/ lunes 6 de diciembre de 2021

Ante la delincuencia, prevenir, no predecir

Enfrentar a la delincuencia y evitar ser víctima, desde el ámbito doméstico y personal, no es un asunto de predicción sobre el momento en que podría ocurrir el evento delictivo, sino de prevención para procurar que éste no suceda.

Hay delitos temporales sobre los cuales podemos planear estrategias que nos ayuden a evadir a los delincuentes. Diciembre ha sido, tradicionalmente, un mes en el que los robos a transeúnte, a cuentahabiente o a casa habitación incrementan, ante la entrega de aguinaldos o las salidas vacacionales.

En el universo digital también se elevan los intentos de ciberdelincuentes en acciones como el robo de identidad o el fraude.

Hoy, la prevención debe desarrollarse en ambos espacios, en lo físico y virtual. Conformar redes de apoyo familiar y vecinal son un primer elemento. Enfrentar a la delincuencia y reducir los índices delictivos es labor de todas y todos, en plena articulación del triángulo virtuoso: ciudadanos-empresarios-autoridades.

Hasta octubre de este año, Morelos registraba un incremento de 9% en los delitos de alto impacto, en comparación con el periodo enero-octubre de 2019, de acuerdo con el análisis DISÍ que cada mes elabora el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

Las estadísticas colocan a la entidad gobernada por Cuauhtémoc Blanco como la segunda en mayor incremento de ese tipo de ilícitos, con el mismo aumento que Nuevo León y por debajo únicamente de Nayarit.

Hace unos días, el presidente de la mesa directiva del Congreso estatal, Erick Sánchez Zavala, considero necesario “preguntar a la gente si se siente segura”. Conocer la percepción de la gente es importante, aunque la respuesta es predecible. La seguridad pública es una de las demandas principales de la ciudadanía y uno de los pendientes actuales del gobierno.

Ahora, en esta temporada de delitos estacionales, como ciudadanas y ciudadanos tenemos la oportunidad de construir en favor de la comunidad y participar, desde lo particular y familiar, en la reducción de delitos.

En la prevención no estamos solas ni solos. Contar con redes de acompañamiento y vigilancia pueden hacer más seguros el acudir a una institución bancaria al retirar, por ejemplo, el aguinaldo, o al salir de vacaciones y contar con personas que cuiden la casa de su vecino.

Evitar la ostentación o publicación de los sitios donde vacacionamos significa cuidar nuestra privacidad y no revelar que nuestro hogar está solo.

Recurrir a las compras digitales, de forma segura, ayuda a alejarse de aglomeraciones y posibilidades de robo, aunque debe hacerse con medidas de seguridad como la compra en sitios web reconocidos o la sospecha de grandes ofertas que pueden convertirse en fraude.

En el rompimiento de la cadena delictiva, la cultura de la denuncia es fundamental para activar los aparatos de seguridad y procuración de justicia.

En Morelos, como en el resto del país, la seguridad es un asunto de todos en el que se puede prevenir, pero no predecir.


@guerrerochipres


Enfrentar a la delincuencia y evitar ser víctima, desde el ámbito doméstico y personal, no es un asunto de predicción sobre el momento en que podría ocurrir el evento delictivo, sino de prevención para procurar que éste no suceda.

Hay delitos temporales sobre los cuales podemos planear estrategias que nos ayuden a evadir a los delincuentes. Diciembre ha sido, tradicionalmente, un mes en el que los robos a transeúnte, a cuentahabiente o a casa habitación incrementan, ante la entrega de aguinaldos o las salidas vacacionales.

En el universo digital también se elevan los intentos de ciberdelincuentes en acciones como el robo de identidad o el fraude.

Hoy, la prevención debe desarrollarse en ambos espacios, en lo físico y virtual. Conformar redes de apoyo familiar y vecinal son un primer elemento. Enfrentar a la delincuencia y reducir los índices delictivos es labor de todas y todos, en plena articulación del triángulo virtuoso: ciudadanos-empresarios-autoridades.

Hasta octubre de este año, Morelos registraba un incremento de 9% en los delitos de alto impacto, en comparación con el periodo enero-octubre de 2019, de acuerdo con el análisis DISÍ que cada mes elabora el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.

Las estadísticas colocan a la entidad gobernada por Cuauhtémoc Blanco como la segunda en mayor incremento de ese tipo de ilícitos, con el mismo aumento que Nuevo León y por debajo únicamente de Nayarit.

Hace unos días, el presidente de la mesa directiva del Congreso estatal, Erick Sánchez Zavala, considero necesario “preguntar a la gente si se siente segura”. Conocer la percepción de la gente es importante, aunque la respuesta es predecible. La seguridad pública es una de las demandas principales de la ciudadanía y uno de los pendientes actuales del gobierno.

Ahora, en esta temporada de delitos estacionales, como ciudadanas y ciudadanos tenemos la oportunidad de construir en favor de la comunidad y participar, desde lo particular y familiar, en la reducción de delitos.

En la prevención no estamos solas ni solos. Contar con redes de acompañamiento y vigilancia pueden hacer más seguros el acudir a una institución bancaria al retirar, por ejemplo, el aguinaldo, o al salir de vacaciones y contar con personas que cuiden la casa de su vecino.

Evitar la ostentación o publicación de los sitios donde vacacionamos significa cuidar nuestra privacidad y no revelar que nuestro hogar está solo.

Recurrir a las compras digitales, de forma segura, ayuda a alejarse de aglomeraciones y posibilidades de robo, aunque debe hacerse con medidas de seguridad como la compra en sitios web reconocidos o la sospecha de grandes ofertas que pueden convertirse en fraude.

En el rompimiento de la cadena delictiva, la cultura de la denuncia es fundamental para activar los aparatos de seguridad y procuración de justicia.

En Morelos, como en el resto del país, la seguridad es un asunto de todos en el que se puede prevenir, pero no predecir.


@guerrerochipres