/ miércoles 2 de septiembre de 2020

A dos años de una historia utópica que nunca será…

Hace dos años escribí un cuento de ficción política, imaginando cómo sería atacar la corrupción de forma contundente y sin parafernalias, ni calculos electorales. A proposito de lo que esta pasando ahora en México, los invito a volver a leer lo que escribí entonces, con algunos ajustes que ahora realizo, y saquen ustedes sus conclusiones:

Operación anticorrupción: “Vuelo de Ganso”

Es primero de diciembre. Hoy por la madrugada Tulio Tercero asumió formalmente el cargo de Presidente de la República, luego de casi 20 años en la lucha política y de abanderar distintas causas sociales.

Los medios de comunicación no dan crédito por lo sucedido en las últimas 18 horas. Lo que comenzó como una rutinaria medida de transferencia de poderes, la asunción ha servido para llevar a cabo la mayor operación en la historia de México para detener a políticos y servidores públicos del pasado.

Los aeropuertos y puertos del país han sido controlados por las fuerzas de seguridad pública, la marina y el ejército, desde los primeros minutos de este primero de diciembre. Hasta ahora no hay vuelo comercial que no sea supervisado; además, se decretó por 48 horas la suspensión de todos los vuelos privados. Las carreteras y cruces fronterizos también están bajo vigilancia del gobierno.

Todos los presidentes con vida se encuentran detenidos. Junto a ellos, han comenzado a llegar a las prisiones preventivas Ex-secretarios, Jueces Federales, Gobernadores, Alcaldes y Legisladores de administraciones pasadas. La acusación que sostiene esta operación es el anuncio que desde la campaña hizo el Presidente para combatir la corrupción.

En la primera conferencia de prensa de Tulio Tercero, se informó sobre la puesta en marcha de la investigación “Vuelo de Ganso” sobre la información que tenían sobre casos de corrupción en el sector energético y de telecomunicaciones. Hasta ahora no se sabe el número total de detenidos, pero también se dijo que ya alcanzaba a algunos empresarios.

Más tarde, el Fiscal federal de investigación señaló que los delitos seguramente no alcanzarán una sanción privativa, pero que el objetivo era encontrar la verdad sobre los hechos de corrupción cometidos durante los últimos años, ya que “lo importante es evitar que en el futuro se vuelvan a presentar y si se presentan, serán sancionados con todo el peso de la ley”. Antes de esta declaración, Tulio Tercero ya había dicho que de lo que se trataba era “llevar a cabo una profunda renovación moral de la vida pública, no de una simple persecución ni de generarse enemigos que paralizaran al país”.

Se dijo que se cuenta con la lealtad de las fuerzas armadas y la marina para llevar a cabo en orden esta operación. El número de involucrados en la investigación podrá seguir aumentando, debido a que se han ofrecido beneficios legales a quienes proporcionen información útil sobre personas involucradas, modus operandi o se logre recuperar dinero público. Las redes sociales han alcanzado niveles históricos de vistas con las imágenes de los presidentes detenidos y los casos de empresarios tratando de salir del país con amparos.

Aunque esto podría parecer una hecatombe institucional, en las calles hay una sensación de sorpresa mezclada con alegría. Miles de personas, principalmente jóvenes, han salido a respaldar la decisión del Presidente y otros se han sumado como guardias voluntarios en puntos de vigilancia buscando ser parte de detenciones.

No hay caos ni desorden. Tal vez haya sido lo sorpresivo, pero después años de distanciamiento entre la sociedad y los políticos, para la mayoría de los ciudadanos era irrelevante lo que hacía el gobierno. En general el día ha transcurrido de forma normal en las escuelas, hospitales, oficinas públicas y privadas.

Este día quedará guardado en la historia del país como una toma de protesta diametralmente distinta. Tan necesaria, pero extraña, para una sociedad indolente que dejó de confiar en sus gobernantes.

La pregunta ahora es, ¿servirá esto a las nuevas generaciones para construir una nueva sociedad con verdad y justicia?

Hace dos años escribí un cuento de ficción política, imaginando cómo sería atacar la corrupción de forma contundente y sin parafernalias, ni calculos electorales. A proposito de lo que esta pasando ahora en México, los invito a volver a leer lo que escribí entonces, con algunos ajustes que ahora realizo, y saquen ustedes sus conclusiones:

Operación anticorrupción: “Vuelo de Ganso”

Es primero de diciembre. Hoy por la madrugada Tulio Tercero asumió formalmente el cargo de Presidente de la República, luego de casi 20 años en la lucha política y de abanderar distintas causas sociales.

Los medios de comunicación no dan crédito por lo sucedido en las últimas 18 horas. Lo que comenzó como una rutinaria medida de transferencia de poderes, la asunción ha servido para llevar a cabo la mayor operación en la historia de México para detener a políticos y servidores públicos del pasado.

Los aeropuertos y puertos del país han sido controlados por las fuerzas de seguridad pública, la marina y el ejército, desde los primeros minutos de este primero de diciembre. Hasta ahora no hay vuelo comercial que no sea supervisado; además, se decretó por 48 horas la suspensión de todos los vuelos privados. Las carreteras y cruces fronterizos también están bajo vigilancia del gobierno.

Todos los presidentes con vida se encuentran detenidos. Junto a ellos, han comenzado a llegar a las prisiones preventivas Ex-secretarios, Jueces Federales, Gobernadores, Alcaldes y Legisladores de administraciones pasadas. La acusación que sostiene esta operación es el anuncio que desde la campaña hizo el Presidente para combatir la corrupción.

En la primera conferencia de prensa de Tulio Tercero, se informó sobre la puesta en marcha de la investigación “Vuelo de Ganso” sobre la información que tenían sobre casos de corrupción en el sector energético y de telecomunicaciones. Hasta ahora no se sabe el número total de detenidos, pero también se dijo que ya alcanzaba a algunos empresarios.

Más tarde, el Fiscal federal de investigación señaló que los delitos seguramente no alcanzarán una sanción privativa, pero que el objetivo era encontrar la verdad sobre los hechos de corrupción cometidos durante los últimos años, ya que “lo importante es evitar que en el futuro se vuelvan a presentar y si se presentan, serán sancionados con todo el peso de la ley”. Antes de esta declaración, Tulio Tercero ya había dicho que de lo que se trataba era “llevar a cabo una profunda renovación moral de la vida pública, no de una simple persecución ni de generarse enemigos que paralizaran al país”.

Se dijo que se cuenta con la lealtad de las fuerzas armadas y la marina para llevar a cabo en orden esta operación. El número de involucrados en la investigación podrá seguir aumentando, debido a que se han ofrecido beneficios legales a quienes proporcionen información útil sobre personas involucradas, modus operandi o se logre recuperar dinero público. Las redes sociales han alcanzado niveles históricos de vistas con las imágenes de los presidentes detenidos y los casos de empresarios tratando de salir del país con amparos.

Aunque esto podría parecer una hecatombe institucional, en las calles hay una sensación de sorpresa mezclada con alegría. Miles de personas, principalmente jóvenes, han salido a respaldar la decisión del Presidente y otros se han sumado como guardias voluntarios en puntos de vigilancia buscando ser parte de detenciones.

No hay caos ni desorden. Tal vez haya sido lo sorpresivo, pero después años de distanciamiento entre la sociedad y los políticos, para la mayoría de los ciudadanos era irrelevante lo que hacía el gobierno. En general el día ha transcurrido de forma normal en las escuelas, hospitales, oficinas públicas y privadas.

Este día quedará guardado en la historia del país como una toma de protesta diametralmente distinta. Tan necesaria, pero extraña, para una sociedad indolente que dejó de confiar en sus gobernantes.

La pregunta ahora es, ¿servirá esto a las nuevas generaciones para construir una nueva sociedad con verdad y justicia?